Hace casi dos años y medio, las tropas rusas invadieron a Ucrania. Al percibir una oportunidad para debilitar a un rival imperialista, Biden movilizó de inmediato y con ganas a la alianza de la OTAN para enviar cantidades masivas de armas y otra ayuda militar a Ucrania. (La OTAN es una alianza militar controlada por Estados Unidos, cuyos miembros incluyen a casi todos los países europeos).
La guerra resultante ha sido un infierno. Ha dejado a decenas de miles de personas muertas, y otros millones mutilados y traumatizados. Hasta un tercio de la población de Ucrania ha sido desplazado de sus hogares. Todo esto en una guerra en la que han transformado al pueblo ucraniano en representantes de los intereses imperiales estadounidenses. Para hablar claramente, Estados Unidos está engañando al pueblo ucraniano, usándolo como carne de cañón en un partido de ajedrez global contra el igualmente gánster oponente de Estados Unidos, Rusia.
Una nueva fase peligrosa de una guerra muy peligrosa
Ahora la guerra continúa precipitándose hacia una fase aún más peligrosa y destructiva. En las últimas pocas semanas, Rusia ha lanzado una importante ofensiva en el noreste de Ucrania. El ejército ruso amenaza ahora a la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov. Miles de personas están huyendo de la zona y el presidente ucraniano Volodimir Zelenskí canceló todos sus próximos viajes al extranjero para hacer frente a la emergencia.
En respuesta, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viajó a Kyiv, la capital de Ucrania, para anunciar una nueva inyección de ayuda militar de 60.000 millones de dólares, por encima de los 75.000 millones de dólares que Estados Unidos ya había enviado.
Los objetivos de Rusia en esta ofensiva aún no están claros. Pero un importante avance ruso en Járkov o en las zonas más al sur cambiaría significativamente la dinámica de esta guerra. Aumentaría la necesidad de los ucranianos respaldados por Estados Unidos de contrarrestar los recientes avances de Rusia, e intentar intensificar la lucha utilizando armas de mayor alcance y letalidad (o, en inglés, “kill-power” [poderío de muerte]) y expandiendo el número de soldados que lanza al conflicto.
Macron amenaza con enviar “instructores” de la OTAN
Una de las debilidades de Ucrania es lo que el New York Times describió como una “escasez de tropas bien entrenadas”. Hace poco, Emmanuel Macron, el presidente de Francia, y otros líderes de la OTAN han propuesto formas de entrenar abiertamente a nuevos reclutas ucranianos en la propia Ucrania. Esto se arriesgaría a integrar Estados Unidos y Rusia en un conflicto directo entre sí en Ucrania y Europa del Este.
Una confrontación militar directa entre Estados Unidos y Rusia conlleva el peligro extremo de que el conflicto se derive en una espiral hacia un conflicto nuclear.
Video en inglés. Texto en español:
Versión corta — La verdad básica:
“GÁNSTERES LEGÍTIMOS” —
GÁNSTERES CON ARMAS NUCLEARES
Bob Avakian
Estados Unidos y sus aliados imperialistas están tratando de circunvenir este problema, pero sin retroceder. El mes pasado, la OTAN le solicitó al general Christopher G. Cavoli, un estadounidense que es el “comandante supremo aliado para Europa”, que desarrollara un plan para entrenar a las fuerzas ucranianas a la vez que mantiene una tapadera que ayudaría a justificarlo (Ucrania no es un miembro de la OTAN).
Además, en junio o julio, se espera que los cazas de combate F-16 de fabricación estadounidense estén operativos en Ucrania. En marzo, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que Rusia destruiría los F-16 “dondequiera que estén... Los F-16 son capaces de transportar armas nucleares, y también necesitaremos tener eso en cuenta al organizar nuestras operaciones de combate”.
Un alto oficial militar de Suecia, una potencia de la OTAN que tiene una frontera marítima con Rusia, respondió: “Si Putin quiere una guerra con la OTAN, así se iniciará. En tal caso, será una tercera guerra mundial”.
En agosto de 2023 Estados Unidos cambió de posición y Biden permitió que los aliados estadounidenses le suministraran a Ucrania cazas F-16, y entrenaran a los pilotos ucranios a volarlas. Foto: AP
Incertidumbre explosiva
Una incertidumbre explosiva ya rodea este conflicto. Continúan estallando tensiones y conflictos dentro de ambos bandos. Aproximadamente un mes después de que se inició la guerra en Ucrania, Bob Avakian (BA) escribió un artículo que sigue teniendo gran relevancia. Así se inicia:
La “neblina de la guerra” se refiere al hecho de que, en una situación de guerra, se desdibujan muchas cosas. En palabras sencillas, a menudo es difícil determinar exactamente lo que está pasando.
Relacionado con esto es el hecho de que la guerra, una vez iniciada, tiene sus propias dinámicas: frecuentemente las cosas no avanzan de la forma en que esperaban las personas que iniciaron la guerra o que llegaron a estar involucradas en ella. Esto tiene implicaciones muy gruesas en la guerra actual en Ucrania, la que involucra no solamente a Rusia y a Ucrania sino también a la alianza imperialista (OTAN) encabezada por Estados Unidos, en una “guerra de sustitutos” con Rusia — suministrando masivas cantidades de armas a Ucrania y librando una guerra económica (en la forma de “sanciones”) contra Rusia, al mismo tiempo que se intensifica la “preparación” militar de los países de la OTAN, en particular los países que colindan con Rusia o que están cerca de ella.
Esto conlleva el peligro muy real de que esta situación —a propósito o mediante equivocaciones de un bando o ambos bandos— podría conducir a una guerra directa entre Rusia y Estados Unidos/OTAN, lo que a su vez podría abarcar el uso de armas nucleares, incluso a una escala que amenazara la propia existencia de la especie humana por todo el mundo.
El horrible sufrimiento que se está infligiendo al pueblo ucraniano es un crimen de guerra imperialista. El ambiente caldeado de Ucrania y Europa del Este es un polvorín —una situación potencialmente explosiva— que podría detonar una guerra más intensa y generalizada, hasta llegar a una guerra nuclear. Hay que derrocar el sistema capitalista-imperialista entero que está impulsando esta guerra y dicho sistema amenaza con cosas aún peores. Como también dijo BA:
Nosotros, la gente del mundo, ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas sigan dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así.