3.3 mil millones de personas.
Aproximadamente la mitad de la población del mundo. Este es el número de personas que viven en países con “alta vulnerabilidad humana” a los efectos del cambio climático, según el nuevo informe del IPCC (en inglés).
Contemplemos eso un minuto: más de 3 MIL MILLONES de vidas potencialmente trastornadas, amenazadas por mega-tormentas, crecimiento del nivel del mar, sequías catastróficas, inundaciones mortales, escasez masiva de alimentos y el brote de virus y enfermedades inducidos por el cambio climático.
Más de tres mil millones de personas viven ahora en países que están en la mira de la crisis climática en cascada.
El lunes 28 de febrero, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC) publicó los resultados de su último informe, que el secretario general de la ONU, António Guterres, denominó “un atlas de sufrimiento humano”. El informe es el segundo de cuatro informes. El primero salió en el otoño de 2021 y abordó la ciencia del cambio climático y el cambiante clima actual, sobre el cual se informó aquí en español en revcom.us y aquí en un video en inglés de El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!
Los dos puntos claves que se abordan en este nuevo informe son 1) los impactos que ya están teniendo los cambios drásticos en el clima y los impactos proyectados del futuro, y 2) la “adaptación” y la “resiliencia”: evaluar las formas en que las sociedades humanas se están “adaptando” hoy a estos cambios, las formas en que pueden “adaptarse” a nuevos cambios, creando, a su parecer, sociedades “resilientes” que puedan resistirse mejor a las tormentas que se avecinan.
Este informe es increíblemente condenatorio, tanto en lo que dice como en lo que NO dice. Aunque describimos brevemente algunos de los hallazgos claves de este informe, y lo que significan para la humanidad y el planeta, es necesario que resaltemos el obstáculo fundamental que impide que se lidie con la crisis climática el cual está TOTALMENTE AUSENTE en este informe —este sistema del capitalismo-imperialismo— y por qué no se puede dejar en pie y más bien es necesario derrocarlo si la humanidad, los diversos ecosistemas y el planeta han de tener alguna esperanza real.
Sin eso, hay una profunda ironía y contradicción en el informe: si bien los esfuerzos de los científicos son loables al hacer sonar esta alarma, las medidas de “adaptación” y “resiliencia” ni siquiera se acercan a abordar, y no están a la altura de abordar, la escala, el alcance y la naturaleza del problema que enfrentan la humanidad y el planeta. Sus propios hallazgos, científicos y rigurosos, sobre el impacto del calentamiento global son aún más horribles y nefastos de lo que se había entendido inicialmente — ¡las soluciones son mezquinas e ilusorias!
Una pesadilla apocalíptica
Los detalles del informe en sí son increíblemente terribles e insondablemente sombríos. Se lee como una pesadilla apocalíptica, una que va de mal en peor cada año. Describe posibles escenarios del futuro y describe los impactos que ya se están experimentando en todo el mundo: destrucción potencialmente irreversible de ecosistemas cruciales; el colapso de los sistemas agrícolas y las fuentes de agua dulce, así como los sistemas de infraestructura clave; y la aparición de nuevos vectores de enfermedades. Secciones enteras del planeta se volverán y se están volviendo inhabitables para los seres humanos y otras especies.
Tanto la severidad como el alcance de los efectos del cambio climático son mucho mayores de lo que se ha informado anteriormente. Y la ventana de oportunidad para prevenir los peores horrores del cambio climático catastrófico se está cerrando rápidamente. Además de lo que ya se ha comentado, aquí va algunos puntos clave del informe de más de 3600 páginas, de la sección sobre impactos:
- Ningún lugar del planeta está a salvo de los efectos calamitosos del cambio climático: todas las regiones habitadas del mundo ya están afectadas. Por ejemplo:
- Debido al cambio climático, desde 1961 en África, el crecimiento de la productividad agrícola se ha reducido en un 34%, más que en cualquier otra región.
- En Asia, ya estamos presenciando un aumento de enfermedades, desnutrición y enfermedades alérgicas, por la vulnerabilidad debido a las olas de calor, inundaciones y sequías, contaminantes del aire y una mayor exposición debido a cosas como la propagación de insectos que transmiten enfermedades.
- Para 2050, en América Central y del Sur, el África subsahariana y el sur de Asia, se estima que entre 31 y 143 millones de personas serán desplazadas debido al cambio climático.
- ** Para 2100, las estimaciones del número de personas en riesgo por el aumento del nivel del mar oscilan entre decenas de millones y cientos de millones.
- A medida que los efectos actuales del cambio climático vienen volviéndose más claros, están cambiándose las estimaciones anteriores sobre los umbrales seguros de calentamiento. El calentamiento actual es de 1.1ºC por encima de los niveles preindustriales. Hace 10 años, 2.0ºC de calentamiento por encima de los niveles preindustriales se consideraban relativamente seguros. Muy recientemente, 1.5ºC de calentamiento se consideró el “umbral seguro” — el actual informe refuerza aún más la realidad de que incluso eso tendrá efectos devastadores y potencialmente irreversibles en la humanidad y en el planeta en su conjunto.
Los cambios ecológicos que la humanidad necesita — YA
Las secciones de adaptación y resiliencia del informe examinan y ofrecen sugerencias sobre futuros esfuerzos para adaptar a la sociedad humana para hacer frente a los efectos del cambio climático. Los ejemplos van desde el desarrollo de prácticas agrícolas resilientes al cambio climático, como cultivos resistentes a sequías; planificación urbana más resiliente a las tormentas; cultivar ecosistemas como humedales que ayudan a atenuar el impacto del aumento del nivel del mar y el aumento de las marejadas ciclónicas; y desarrollar sumideros naturales de carbono como los bosques, que absorben el dióxido de carbono del aire para impedir que se acumule en la atmósfera.
Estos esfuerzos son iniciativas importantes, de las cuales los revolucionarios necesitan y pueden sacar profundas lecciones. Es necesario apoyar los esfuerzos por salvar vidas ahora, y sería criminal no preparar a la sociedad ahora para otros impactos devastadores y mortales del cambio climático que se avecinan. Pero hay que decirlo sin rodeos: implementar estas medidas sin ocuparse de la FUENTE del cambio climático —este SISTEMA del capitalismo-imperialismo que está fomentando esta pesadilla de manera constante y creciente, que depende completamente de los combustibles fósiles para su funcionamiento, y que trata al medio ambiente como una fuente de ganancias fáciles de conseguir y un basurero para sus desechos— es como usar un balde para sacar agua de un barco que se hunde. Sin un cambio de sistema, sin una revolución real, NO PODEMOS lidiar con el cambio climático ni tener ninguna “adaptación” fundamentalmente significativa.
Para repetir: sin un cambio de sistema, sin una revolución real, NO PODEMOS lidiar con el cambio climático ni tener ninguna “adaptación” o “resiliencia” fundamentalmente significativa.
Es más que obvio que existen dos futuros posibles para la humanidad y el planeta que se presentan aquí: uno que deja el mundo tal como está, haciendo lo que podamos para tratar de detener el sangrado mientras el mundo arde y la humanidad está empujada derecho por un precipicio; o hacer una revolución para poner fin a este sistema que está causando estos horrores ambientales, con todo el sufrimiento humano que eso supone, y crear un sistema radicalmente diferente y mucho mejor.