Gaza: El horror continúa. El genocidio se prolonga.
Al cierre de esta edición, el número de muertos en Gaza ascendía a 9.770, en su inmensa mayoría civiles. Unos 3.900 son niños — cada día mueren 420 niños, uno cada 10 minutos. Estas cifras deberían “sacudirnos hasta la médula”, declaró un funcionario de la UNICEF. Otros 24.158 residentes de Gaza han resultado heridos.
Gaza es la zona más densamente poblada de la Tierra, y el campo de refugiados de Jabaliya es la zona más densamente poblada de Gaza; sin embargo, esta semana aviones israelíes la han atacado repetidamente, alcanzando hospitales, viviendas, escuelas y refugios de las Naciones Unidas y otros lugares, matando a casi 200 personas e hiriendo a cientos más, muchos de ellos niños (véase “Bombardeos israelíes contra el campo densamente poblado de refugiados de Jabaliya: un crimen de guerra con apoyo estadounidense”). “En las dos primeras semanas de la guerra, aproximadamente el 90% de las municiones que Israel lanzó en Gaza fueron bombas guiadas por satélite de entre 1.000 y 2.000 libras”, informa el New York Times. Israel ha utilizado el arma prohibida fósforo blanco, que quema a través de la piel. (Y Estados Unidos ha enviado a Israel bombas de racimo antipersona, prohibidas por la mayoría de los países, aunque no por Estados Unidos).
El sábado 4 de noviembre, la aviación israelí bombardeó hospitales y refugios en la ciudad de Gaza. Una bomba explotó cerca de la entrada del Hospital Infantil Al-Nasr, matando a dos personas e hiriendo a muchas otras. Otro ataque alcanzó la escuela Al Fakhura, que se utilizaba como refugio en el barrio de Jabaliya. Causó 15 muertos y 70 heridos. El director del hospital Al-Shifa dijo que una docena de transeúntes habían muerto al ser alcanzado un convoy de cinco ambulancias. La Sociedad Palestina Media Luna Roja calificó el ataque de crimen de guerra.
Más de la mitad de los 2,2 millones de habitantes de Gaza se han visto desplazados —en su inmensa mayoría sin un lugar seguro adonde ir— debido a los ataques israelíes, que han destruido más de 8.500 edificios residenciales y 220.000 viviendas. Otras 40.000 viviendas han quedado inhabitables. Al menos 220 edificios escolares han sido alcanzados y 60 están fuera de servicio como consecuencia de los impactos directos, incluidos tres edificios universitarios. Unos 88 edificios gubernamentales y 55 mezquitas, tres iglesias. En general, al menos una cuarta parte de todos los edificios del norte de Gaza parecen dañados o destruidos en las fotos tomadas por satélite.
Estas cifras pueden resultar asombrosas y difíciles de asimilar. Así que deténgase usted un momento. Trate de imaginar a los seres humanos allí.
La atención médica como blanco: “Cada día veo miedo en sus ojos”.
Hasta la fecha, 105 instalaciones médicas han sufrido daños como consecuencia de los ataques aéreos o los bombardeos, y 27 ambulancias han quedado destruidas. Dieciséis hospitales y otros 32 centros médicos han quedado fuera de servicio. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ejército israelí ha ordenado la evacuación de 23 hospitales. La OMS ha documentado 82 ataques contra instalaciones sanitarias. El bloqueo israelí de los envíos de combustible, alimentos, agua y medicamentos a Gaza ha obligado a muchos hospitales a reducir sus servicios, hasta cerrar, y ha creado una crisis de agua y saneamiento, por lo que la OMS ha advertido de que “se avecina una catástrofe inminente para la salud pública” en Gaza.
¿Qué significa esto? El 34% de los hospitales de Gaza y el 71% de sus clínicas de atención primaria no funcionan, en un momento en el que la necesidad de atención médica va mucho más allá de lo “normal”.
Y hay algo peor aun.
Los médicos informan de “una oleada de niños gravemente heridos que ingresan en los hospitales, médicos que operan sin anestesia y morgues rebosantes de cadáveres”. Hay informes de escasez de alimentos, agua, medicinas y combustible; aguas residuales que se derraman por las calles, y un aumento de enfermedades y afecciones respiratorias, especialmente entre los niños.
El Dr. Hammam Alloh, del hospital Al-Shifa, dijo respecto a los niños: “Todos los días veo un miedo en sus ojos ante el que no puedo hacer mucho. Es muy doloroso. Si usted tiene hijos, sabe lo horrible que es no poder consolarlos, asegurarse de que están bien, hacerles albergar esperanzas más allá de vivir un día más”.
La comida y el agua escasean y el agua es fuente de enfermedades
Debido al bloqueo israelí y a los bombardeos de infraestructuras vitales, escasean los alimentos y el agua, así como el combustible necesario para abastecer de energía a las plantas desalinizadoras, las bombas de agua, los hospitales y los generadores.
Esto ha creado lo que los habitantes de Gaza denominan una “sequía provocada por el hombre”. “Todas las necesidades básicas de los seres humanos se han convertido en un sueño lejano para nosotros”, afirmó uno de ellos. La falta de agua potable y saneamiento seguro está a punto de convertirse en una catástrofe”, afirmó el director de la UNICEF. El director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos declaró que “se ha convertido en una cuestión de vida o muerte para millones de personas”.
Los ataques aéreos israelíes también han destruido los paneles solares instalados en los tejados de al menos cinco panaderías del sur de Gaza. Estos paneles se instalaron para que las panaderías pudieran seguir fabricando pan para miles de palestinos en medio de los continuos cortes de electricidad. Los residentes de Gaza informan de que hacen cola durante horas sólo para conseguir una bolsa de pan de pita para sus familias, y en algunas zonas las colas comienzan antes del amanecer. Algunos se han visto reducidos a intentar sobrevivir con dos piezas de pan al día.
La violencia israelí intensifica y se extiende
Israel ha ordenado a los habitantes del norte de Gaza que evacúen hacia el sur. Sin embargo, ha seguido bombardeando sin descanso el centro y el sur de Gaza. “Ningún lugar es seguro”, informan los palestinos; toda la población está aterrorizada por los ataques israelíes.
Los palestinos de Cisjordania no participaron en el ataque de Hamás del 7 de octubre, en el que murieron unos 1.400 israelíes, en su mayoría civiles. Sin embargo, eso no supuso ninguna diferencia para los fanáticos colonos israelíes que, con el respaldo de la policía y el ejército israelíes, han desatado una oleada de terror, asesinatos, toma de tierras y desplazamientos forzosos, con ataques constantes contra los palestinos, granjas quemadas, casas destruidas y unos 195 muertos en las semanas transcurridas desde entonces (véase "Ola de ataques violentos, toma de tierras y limpieza étnica por parte de Israel contra los palestinos de Cisjordania").
Un aluvión de mentiras y lenguaje de doble faz de parte de Israel y Estados Unidos
Ante esta horrible y criminal matanza de palestinos en Gaza y la creciente indignación mundial, Estados Unidos e Israel afirman en voz alta y repetidamente que se preocupan por los civiles, por todos los civiles. El ejército israelí justifica cada ataque con afirmaciones (infundadas) de que su objetivo era un dirigente, un combatiente, un búnker o una operación de Hamás. El Presidente de Israel afirma que la suya es una nación que se adhiere “a las normas de la humanidad” que está luchando contra “quienes practican una barbarie que no tiene cabida en el mundo moderno”. El consejo editorial del New York Times amplifica el mensaje, calificando a Israel de “democracia liberal” que “se ha comprometido, en virtud del derecho internacional, a proteger a los civiles palestinos mientras persigue sus objetivos militares”.
Biden y su secretario de Estado, Anthony Blinken, han expresado repetidamente su preocupación por las vidas de los civiles y han pedido una “pausa humanitaria”.
Pero, ¿cuál es la realidad?
Israel ha declarado en voz alta que nada va a impedir que continúe su salvaje asalto contra la población de Gaza. Netanyahu declaró: “He dejado claro que continuamos con fuerza y que Israel rechaza un alto el fuego temporal que no incluya la liberación de nuestros rehenes... Israel no permite la entrada de combustible en la Franja de Gaza y se opone a la transferencia de fondos a Gaza”.
Una declaración de la autoridad israelí a cargo de los territorios palestinos declara descaradamente que Israel tiene derecho a continuar su bloqueo de alimentos, agua, combustible y medicinas porque no tiene “ninguna obligación de proporcionar bienes y servicios a la organización terrorista Hamás”, y añade: “Cabe destacar que actualmente no hay crisis humanitaria en la Franja de Gaza”, rechazando la humanidad de los miles y miles de heridos, enfermos, hambrientos y desesperados.
¿Y la respuesta de Estados Unidos?
Biden pidió más de 14.000 millones de dólares en ayuda militar adicional para Israel.
El gobierno de Biden también está tratando de hacer aprobar una disposición para que no tenga que notificar al Congreso de futuras ventas de equipo militar y armas a Israel, incluidos misiles balísticos y proyectiles de artillería — así facilitando y agilizando las entregas.
Biden y el secretario de Estado Blinken han rechazado enérgicamente los llamamientos a un alto el fuego y han expresado su respaldo a la campaña sanguinaria de Israel: “En nuestra opinión, un alto el fuego ahora simplemente dejaría a Hamás en su sitio y en condiciones de reagruparse y repetir lo que hizo el 7 de octubre”, declaró Blinken en una reciente cumbre en el Medio Oriente. “Ninguna nación, ninguno de nosotros, puede aceptarlo”.
La vicepresidenta Kamala Harris intervino recientemente: “No vamos a establecer ninguna condición con respecto al apoyo que damos a Israel para que se defienda”.
En resumen, Estados Unidos respalda a Israel, y eso significa respaldar el genocidio. Estas potencias monstruosas están empapadas hasta el cuello en la sangre del pueblo palestino y si se salen con la suya, se derramará muchísima más sangre. ¡Esto debe terminar!
Estados Unidos e Israel: ¡Fuera las manos del pueblo palestino!
Israel: ¡DETENGA el genocida estado de sitio y guerra contra los dos millones de palestinos atrapados en Gaza! ¡El imperialismo estadounidense: DEJE de armar de manera sangrienta a Israel!
Hamas no es una fuerza para la liberación — ¡El pueblo palestino necesita una revolución real!
¡La gente del mundo necesita una revolución REAL y una forma completamente nueva y emancipadora de vivir!
Página de recursos sobre el embate genocida contra Gaza — e Israel como un gendarme del imperialismo >>
La gente sigue actuando
El pasado fin de semana se celebraron, en Estados Unidos y en todo el mundo, más manifestaciones contra esta carnicería. Millones de personas más están despertando, expresando su indignación y buscando respuestas.
En esta situación, los revcom tienen las respuestas a por qué está ocurriendo esto y cómo se puede ponerle fin, y la estrategia para hacer realidad lo que clama urgentemente que se haga, con cada nueva bomba que cae y cada nuevo grito de dolor. En palabras de Bob Avakian,
Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas continúen dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Y es un hecho científico que la humanidad no tiene que vivir así: es posible una forma completamente diferente de organizar la sociedad, un mundo completamente mejor.