31 de enero de 2022. Al cierre de esta edición, continúa el tenso enfrentamiento en torno a Ucrania entre los Estados Unidos y sus aliados por un lado y Rusia por el otro1. En este momento, parece que la estrategia de los Estados Unidos es principalmente contrarrestar los movimientos de Rusia por medio de sanciones económicas. La lucha esencial es sobre cuál potencia imperialista, Estados Unidos o Rusia, va a dominar territorios y países clave de Europa del Este.
El republi-fascista Lindsey Graham le dijo al “Noticiero” Fascista Fox que Estados Unidos debería imponer sanciones a Rusia “por el trastorno del orden mundial debido al aumento de fuerzas militares, y no a una invasión”. (Nota: no solo en el caso de una invasión, sino simplemente para castigar a Rusia por un aumento militar, y la dominación de Estados Unidos ahora se denomina eufemísticamente “orden mundial”.) Los demócratas no se quedan atrás de nadie al exigir sanciones, a la vez que existen diferencias sobre cuándo y cómo imponerlas exactamente. El senador demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado dijo que si Rusia atacara a Ucrania, enfrentaría “la madre de todas las sanciones”2.
¿Qué son sanciones?
Los medios de comunicación tradicionales (de las clases dominantes) presentan las sanciones como una forma humana, bien afinada y diferenciada de castigar al líder ruso Putin y al ejército ruso. Y muy dañinamente, también lo hacen voces influyentes en los medios de comunicación “liberales/progresistas”. Democracy Now! abrió su cobertura el 26 de enero así: “El presidente Biden dijo el martes que consideraría sanciones personales contra el presidente ruso Vladimir Putin en medio de crecientes tensiones sobre Ucrania” (énfasis agregado) sin señalar en ninguna parte de su artículo la verdadera naturaleza de las sanciones o el masivo sufrimiento que éstas impondrán sobre el pueblo ruso. Un artículo en el Centro para el Progreso Estadounidense, el sitio de un centro de expertos liberales de alto poder e “influenciador” (formador de opinión), describió el objetivo de las sanciones como “oligarcas de alto perfil” y “facilitadores de la cleptocracia”. Y enfatizó que es crítico “Dejar claro que las sanciones son sobre Putin” junto con desactivar el peligro de guerra.
Pero detrás de toda la ofuscación, aquí está la historia corta: Debido al rol dominante que juega los Estados Unidos en el mundo económica y militarmente, los gobernantes de los Estados Unidos están en condiciones de imponer sanciones que ahogan la capacidad de la nación-objetivo para comprar y vender en el mercado mundial. Y en el mundo estrechamente integrado de hoy, eso significa hacer que la vida de la gente en la nación-objetivo sea insoportable.
Las sanciones matan
Durante décadas, por poner un ejemplo, Estados Unidos ha utilizado sanciones contra Irán3 — con consecuencias devastadoras. Como informó revcom.us, las sanciones de Estados Unidos han paralizado la economía de Irán al impedirle importar y exportar bienes y al castigar a otros países que desean invertir o comerciar con Irán. El desempleo y la inflación en Irán se han disparado, y se ha impedido que Irán fabrique o importe los medicamentos y equipos necesarios. El horrible impacto de las sanciones se intensificó con la pandemia de Covid cuando, en lugar de aliviar las sanciones, el New York Times reportó: “En todo caso, Estados Unidos ha redoblado sus esfuerzos, imponiendo nuevas sanciones”, impidiendo el acceso a medicamentos y dispositivos médicos incluidos ventiladores que, en ese momento, determinaba la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas con Covid4.
Otra parte de la realidad de las sanciones salió a la luz en un artículo del 29 de enero en el New York Times5 que advertía que las sanciones “podrían causar una inflación severa, un desplome de la bolsa de valores y otras formas de pánico financiero que infringirían dolor al pueblo [de Rusia], desde multimillonarios, funcionarios del gobierno a familias de clase media”. El artículo agrega: “Para un ruso promedio, las medidas más severas de Estados Unidos podrían implicar precios más altos para comida y vestido, o, más dramáticamente, podrían causar que las pensiones y cuentas de ahorros se devalúen severamente por una caída del rublo [la moneda de Rusia, donde una caída acabaría con los ahorros de toda una vida de las personas] o de los mercados rusos”.
Para que quede claro, el New York Times no hizo estas advertencias debido a preocupaciones sobre la vida de las masas de personas en Rusia. Los estaban planteando para señalar las formas en que las sanciones podrían ser contraproducentes para los intereses de los Estados Unidos. Pero la realidad que sale a relucir es que las sanciones causarían intencionalmente hambre masiva, falta de acceso a la atención médica y un desastre en toda la sociedad para inmensas cantidades de personas que no son combatientes — o sea, los civiles, la gente común— incluidos los rusos que actualmente llevan una vida de “clase media”.
La lógica mafiosa de las sanciones contra Rusia
Los gobernantes de Estados Unidos y sus agentes saben muy bien que son boludeces la retórica humanitaria, y “anti-cleptocracia” que promueven para describir las sanciones contra Rusia. Esto salió a la luz, por ejemplo, en los antecedentes de una llamada de prensa realizada por altos funcionarios de la administración sobre las medidas de disuasión económica contra Rusia y Ucrania, donde el portavoz de Biden expuso su agenda para los portavoces de los medios de comunicación tradicionales invitados:
“[E]l gradualismo del pasado6 ya queda fuera, y esta vez comenzaremos en la parte superior de la escalera de escalada y nos quedaremos allí. Hemos hecho esfuerzos por señalar esta intención muy claramente. Y yo diría que la profundización de liquidaciones en los mercados rusos, sus costos de endeudamiento, el valor de su moneda, el riesgo de impago implícito en el mercado reflejan la severidad de las consecuencias económicas que podemos imponer e impondremos a la economía rusa en caso de una nueva invasión”7.
… la razón por la que las [sanciones] funcionan es: si ponemos las cosas en una perspectiva más amplia y observamos el dominio global del software, la tecnología y las herramientas de origen estadounidense, las opciones de control de exportaciones que estamos considerando de la mano con nuestros aliados y socios afectarían muy duro las ambiciones estratégicas de Putin de industrializar su economía … Todas las opciones definitivamente están en consideración, y estamos unidos con Aliados y socios para imponer de manera decisiva severas consecuencias a Rusia si siguiera invadiendo a Ucrania.
Ese es el discurso de un mafioso. Esa es la lógica de los gánsteres que están palanqueando su estrangulamiento impuesto violentamente sobre la economía global, quienes están calculando la manera de poder hacer que un rival se arrodille por medio de su “dominio global” de la tecnología y los circuitos económicos que unen al mundo. Con eso, ellos están diciendo que utilizarán su posición dominante en el mundo capitalista-imperialista para cerrar el acceso a alimentos, medicina, transporte, comunicaciones y la capacidad misma de tener una economía funcional en el mundo de hoy.
El terrorismo, definido objetivamente, se refiere a conscientemente poner en la mira de la violencia y el sufrimiento a civiles inocentes a fin de lograr un objetivo político. Las sanciones estadounidenses son crímenes de guerra terroristas. Y son tan sólo un elemento en un currículum de crímenes contra la humanidad que ninguna fuerza sobre la tierra puede igualar8.