La marcha del ORGULLO de este año, el 26 de junio, tuvo lugar inmediatamente después de la horrible sentencia de la Corte Suprema que despojaba a las mujeres del derecho fundamental al aborto (lo que había sido un derecho constitucional). Y el ORGULLO de este año tuvo lugar mientras que la mayoría fascista en la Corte señaló que ahora los derechos LGBTQ son blancos de ataque. Libros Revolución decidió estar presente en la marcha. Anunciamos por correo electrónico y en las redes sociales que llevaríamos a la marcha la declaración emitida por el Club de la Revolución sobre el fallo de la Corte y “Organizarse para una revolución real: 7 puntos clave”.

Montamos una mesa al lado de un banco en la 6ª Avenida en Manhattan, donde iban pasando multitudes de participantes en el ORGULLO junto con la gente que había salido para celebrar el día. Detrás de la mesa levantamos una enorme pancarta: “Romper las cadenas, desencadenar la furia de las mujeres como una fuerza poderosa para la revolución”, donde se exhibían materiales de De Pie Por el Derecho al Aborto, artículos de Bob Avakian, el folleto de selecciones de Bob Avakian sobre la emancipación de las mujeres y la revolución comunista, la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, camisetas y carteles con “Maternidad Obligatoria = Esclavización Femenina”, aborto a solicitud y sin pedir disculpas”, además de pegatinas y chapas. Una nueva persona se unió a nosotros como voluntario.

El rango de edad de las personas en la multitud era principalmente de 20-35 años. Y aunque definitivamente hubo un ambiente de celebración en este Día del ORGULLO, también hubo una profunda preocupación e indignación por la sentencia sobre el aborto y lo que eso presagia, especialmente entre las muchas mujeres que visitaron nuestra mesa. Esto se vio en la respuesta positiva a la agitación de Raymond Lotta y en respuesta a las preguntas que planteamos a la gente y la conversación que entablamos. La gente reconoció muy bien que este ataque contra las mujeres no representa el fin de los planes de la Corte, y nuestro mensaje sobre la necesidad de resistencia a esta medida para imponer la maternidad obligatoria y de que necesitamos “organizarnos para una revolución real” —y de que hay una estrategia— atrajo a la gente a nuestra mesa. Las imágenes y el ambiente en la mesa atrajo a la gente, especialmente los eslóganes y temas radicales-revolucionarios, y se llevaron carteles, pegatinas y chapas con mensajes como “No se puede deshacerse del patriarcado sin deshacerse del capitalismo” y “el sistema no tiene ningún futuro para la juventud”. Nos aseguramos de que la gente se llevara los “7 puntos clave” (con unas pocas personas llevándose una cantidad de ejemplares) y promocionamos El Show RNL — ¡Revolución, y nada menos! y Libros Revolución.

Aquí no se permite ningún fascista

Cuando Raymond agitaba por el megáfono sobre el asalto de la Corte Suprema y este “momento poco común” en el que la revolución se vuelve más posible, un grupo de fascistas cristianos (afroamericanos de veintitantos años) se acercó. Al principio se portaron amablemente, “buscando diálogo” (y engañaron a la persona nueva durante un rato). Pero según los íbamos reprendiendo y los señalamos a la multitud del ORGULLO como fascistas cristianos, estos fanáticos se volvieron más beligerantes y luego se pusieron justo en frente al otro lado de la calle, usando su megáfono para denunciar a los revolucionarios y al ORGULLO. Tenían pancartas con citas de la Biblia sobre el pecado y la servidumbre de las mujeres, y vomitaron su odio contra el ORGULLO.

A medida que su mierda se intensificaba, la gente (muchas de ellas con coloridas galas) se irritaba y se enojaba. Algun@s se burlaron de los fascistas y otr@s adoptaron poses provocadoras y bailaron frente a los reaccionarios. Mientras tanto, agitamos por el megáfono desde el otro lado de la calle sobre la seriedad de lo que estos fascistas cristianos representan, su programa, cómo se están organizando, maniobrando para imponer su visión de una América de la Edad del Oscurantismo, que esto es lo que el sistema está engendrando... y que hay que detenerlos como parte de la lucha por un futuro completamente diferente y emancipador a través de una revolución.

Los fascistas se enojaron más y más y se volvieron más venenosos. Por el megáfono lanzamos el lema: “Levanta ruido... Que se chinguen estos fanáticos fascistas fundamentalistas”. La gente gritó más fuerte sus denuncias y agitó unos abanicos increíblemente ruidosos que hacen imposible escuchar otra cosa. Una escena impresionante. Un grupo de personas del ORGULLO (principalmente afroamerican@s) se enfrentó a los fascistas mucho más agresivamente y unos altercados se estallaron. La gente del ORGULLO tenía la ventaja y todo se estaba escalando más; más masas se enfrentaban a los fascistas. Ruidosa y estridentemente. Unos policías aparecieron en un coche y bajaron; algunas personas se agruparon de forma protectora alrededor de una de las personas del ORGULLO que se había enfrentado a los fascistas directamente. Claramente, los cerdos llegaron a la conclusión que ahí había demasiadas posibilidades de que la situación se les saliera de las manos... y los fascistas, ya bajo ataque, se fueron. Mientras los fascistas se preparaban para irse, la persona que se había enfrentado a ellos dijo airadamente: “Hoy no; no van a pregonar esa mierda hoy”.

Después de esta confrontación, había grupos de personas que se acercaron a la mesa para hablar y averiguar más sobre lo que representamos; animamos a la gente a involucrarse con DE PIE, que no podemos conceder la derrota acerca del aborto. Se entablaron conversaciones cortas, donde informamos a la gente acerca de los “7 puntos clave”, que las cosas pueden cambiar radicalmente en poco tiempo, y que tenemos el liderazgo en Bob Avakian para hacer una revolución para emancipar a toda la humanidad. Varias personas hicieron donaciones a Libros Revolución y nos dieron sus contactos para mantenerse al tanto de nuestros eventos y aprender más sobre la revolución.