
Foto policial de Lizelle Herrera, de 26 anos, arrestada por abortar a un feto. Foto: Foto policial
El 8 de abril, el aguacil del Condado de Starr en Texas arrestó a Lizelle Herrera, de 26 años, y la acusó de asesinato. La imputación que el aguacil entabló dijo que Herrera fue acusada en conexión con la “muerte de un individuo mediante un aborto autoinducido”. La encerraron en la cárcel del Condado de Starr, con una fianza de $500.000.
El sábado en la mañana, se hizo una pequeña protesta en frente de la oficina del aguacil. La acusación de asesinato por un supuesto aborto, con la indignante cantidad de la fianza, empezó a recibir atención mediática amplia, y sacudió a muchísimas personas en Estados Unidos y el mundo. La Frontera Fund, un grupo a favor del derecho a decidir en el sur de Texas, recaudó el dinero para la fianza de Lizelle, y ella salió de la cárcel el sábado, 9 de abril.
Luego, el domingo, 10 de abril, Gocha Allen Ramirez, el fiscal del Condado de Starr, anunció que habían retirado el cargo de asesinato contra Lizelle Herrera. Ramirez Twitteó que “Al revisar la ley pertinente de Texas, queda claro que no se puede ni se debe procesar a la Sra. Herrera por el alegato en su contra”.
Una expresión concentrada de la esclavización femenina
Cuando se supo de las noticias del arresto de Lizelle Herrera, lideres e iniciadoras de Rise Up 4 Abortion Rights (De Pie Por el Derecho al Aborto) inmediatamente lo denunció en un comunicado de prensa. Sunsara Taylor dijo, “El verdadero crimen no es que Lizelle Herrera supuestamente haya autoinducido un aborto. El verdadero crimen es el uso del poder coactivo del estado para obligar a las mujeres a tener hijos que no quieren o recurrir a medidas desesperadas y peligrosas para impedirlo. ¡Esto constituye la esclavización femenina! Tenemos que ponernos De Pie Por el Derecho al Aborto ahora para que esto no sea el futuro para las mujeres en todas partes”.
Merle Hoffman dijo, “El arresto de Lizelle Herrera es el resultado previsto vaticinado de las leyes estatales misóginas draconianas que están metastatizando por todo este país. Igual a la Enmienda Hyde, siempre los primeros y eternos víctimas son las pobres, las jóvenes, las mujeres de color. No nos hace falta una ley del latido de corazón para decirnos que la Sra. Herrera es un ‘individuo humano’, una mujer como todas las mujeres que tiene que tener el derecho a decidir cuándo ser madre y si ser madre. Ellos llaman a esto ‘pro-vida’, yo lo llama esclavitud. El poder del estado tiene que detenerse ante nuestra piel”.
Sunsara Taylor (izquierda) y Sikivu Hutchinson (derecha)
Penalizar el aborto — no es ley TODAVÍA
En el mismo tuit citado arriba, Gocha Ramirez también afirmó que para él, “queda claro que el departamento del aguacil del Condado de Starr cumplió con su deber al investigar el incidente señalado a su atención por el hospital informante”.
¿Cumplió con su deber? Ramirez sabe perfectamente que arrestar a mujeres por “inducirse el aborto” no es la ley en Texas. Steve Vladeck, un profesor de derecho en la Universidad de Texas, dijo a Texas Public Radio que “El estatuto de asesinato en Texas… [no se aplica en] casos donde la persona que interrumpió al feto es la mujer embarazada”.
Según cualquier estándar moral decente, no debe haber castigo de ningún tipo para una mujer que busca o se practica un aborto, ni para aquellos que le ayuden. Y no existe ninguna ley en Texas —¡¡¡por ahora!!!— que justifique el horrendo arresto y cargos de asesinato contra Lizelle Herrera por los aguaciles, ni la enorme fianza que se le fijó.
Y, aunque se han descartado los cargos, ya se ha hecho un enorme daño a Herrera al arrestarla, acusarla y avergonzarla ante el mundo entero cuando lo que ella necesitaba era atención médica compasiva. Es más, se infligió terror a mujeres por todas partes que quizá, por desesperación y falta del acceso al aborto legal, traten de provocarse el aborto por si mismas y simplemente sufren un aborto espontáneo. Y, este incidente da una idea de cuán celosos son algunos de los que ejercen el poder del estado para castigar brutalmente a las mujeres si la gente no se pone de pie y derrota el creciente asalto al derecho al aborto.
De Pie Por el Derecho al Aborto ha lanzado un esfuerzo para “¡Tomar las calles y Ponerse de Pie Por el Derecho al Aborto YA!” durante los días y semanas que vienen, mientras se aproxima una decisión de la Corte Suprema sobre una ley draconiana antiaborto en Misisípi. Esa decisión podría anular Roe versus Wade, la decisión que despenalizó el aborto en Estados Unidos en 1973. Lori Sokol, también una iniciador y lideresa de De Pie Por el Derecho al Aborto, dijo en el comunicado de prensa del 10 de abril que, “Esta podría ser nuestra última oportunidad para detener el asalto cada vez más intenso contra la justicia reproductiva femenina. Si no nos ponemos de pie para tomar posición ahora, para manifestar a la Corte Suprema de Estados Unidos que no permitiremos que revoquen el derecho de las mujeres al aborto legal, mujeres morirán, y su sangre nos manchará las manos”.