200 personas encarceladas en el Complejo Robert N. Davoren (RNDC) en el penal Rikers Island han estado en huelga de hambre desde el sábado 8 de enero. Están protestando por condiciones infernales e inhumanas: temperaturas bajo cero en los pabellones, correo retenido, visitas de familiares negadas, cancelación de audiencias en sus casos, negación de videoconferencias con abogados. El complejo RNDC contiene dormitorios peligrosos y antihigiénicos. Las camas están tan hacinadas unas cerca de otras, se propaga la Covid y hay peleas y violencia en escalada.
Hago un llamamiento a todos los que se oponen a la injusticia a que tomen posición con estos valientes huelguistas de hambre.
El 87% de los encarcelados en Rikers son negros y latinos. En las cárceles de la Ciudad de Nueva York, 1.500 personas —en su mayoría en la mazmorra Rikers— han estado detenidas durante más de un año simplemente a la espera de un juicio. En 2021, 16 personas murieron en Rikers. Los reclusos han sufrido palizas a manos de los guardias y otros reclusos. Las personas recluidas en solitario en Rikers experimentan lo que equivale a la tortura. Khalief Browder fue una víctima trágica de condiciones de este tipo. Fue arrestado a la edad de 16 años y detenido en Rikers durante tres años, gran parte de esos años en aislamiento; poco después de su liberación, se suicidó.
Estas condiciones son una manifestación concentrada de la realidad y funcionamiento de este sistema capitalista-imperialista. Sus prisiones, junto con sus policías y tribunales, son partes importantes de la manera en que este sistema controla a los oprimidos y les impone opresión racial y degradación a aquellos a los cuales este sistema no les ofrece ningún futuro. He dicho que esto equivale a un genocidio lento contra los negros y latinos, un genocidio que fácilmente podría convertirse en un genocidio rápido.
Tenemos que reconocer la pura pero liberadora verdad de que no es posible reformar este sistema. El desenmascaramiento de horrores como las condiciones en Rikers ha generado indignación y resistencia. En respuesta, los políticos y las autoridades han prometido “reformas”. El ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill DeBlasio, y las administraciones anteriores, hablaron con palabras almibaradas sobre el fin de los abusos en las cárceles (incluso de clausurar Rikers). No obstante, hoy en día, las condiciones son peores que nunca en Rikers. El nuevo alcalde y antiguo puerco policía, Eric Adams, quiere restablecer el confinamiento solitario, restablecer las fuerzas de tarea de policías encubiertos y la práctica de Parar y Registrar, y aumentar los fondos para los puercos policías — para que más personas sufran estos horrores... para que puedan destruir más vidas, sueños y esperanzas.
El líder revolucionario Bob Avakian ha analizado que la única forma de poner fin a la epidemia de terror policial, de asesinatos por la policía, la genocida encarcelación en masa y los demás horrores que este sistema perpetra contra la humanidad es por medio de una revolución real: cuando millones de personas se levanten para derrocar un sistema que únicamente puede funcionar tratando a la gente así.
Los huelguistas de hambre de Rikers están poniendo un ejemplo osado. Tienen que seguir ese ejemplo todos aquellos que este sistema ha acorralado, oprimido a golpes y encerrado.
Como Bob Avakian también ha dicho: “En lugar de pelearse y matarse entre sí, lo que las personas tienen que hacer ahora es unirse para defenderse unos a otros — oponerse a toda la violencia injusta, y no lanzar ataques contra nadie, pero al mismo tiempo no dejar que la policía o los golpeadores fascistas ‘civiles’ brutalicen y maten a la gente de forma gratuita. Y las personas tienen que hacer esto como parte de acumular fuerzas para la revolución”. Además, Bob Avakian ha analizado que debido a las feroces riñas intestinas en la cúpula del sistema, lo que está haciendo deshilachar la manera normal que el sistema funciona, éste es un momento cuando la revolución se vuelve posible.
Hace falta que los huelguistas de hambre en Rikers cuenten con apoyo y solidaridad. A Christopher Boyle, un abogado que representa a algunos de los huelguistas, se le ha dicho que las autoridades de Rikers bloquearon su número de teléfono. Esto significa que las noticias de represalias contra los huelguistas de hambre quizá no estén saliendo de la prisión.
Si te duele el corazón cuando escuchas que las personas están sometidas a injusticias, toma posición con estos resistentes osados. Y si quieres ver que todos estos horrores terminen de una vez para siempre, atrévete a ser parte de la revolución que nos hace falta para hacer precisamente eso.
Carl Dix es un revolucionario de larga trayectoria, un seguidor de Bob Avakian, y un co-iniciador, con Cornel West, de la Campaña Alto al “Parar y Registrar”.