29 de septiembre de 2025. Mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunía la semana pasada, el genocidio israelí apoyado por Estados Unidos seguía aumentando en Gaza de formas verdaderamente horribles y bárbaras.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y Donald Trump se pronunciaron ante la asamblea.

A lo largo de la semana los líderes de varios países condenaron las atrocidades de Israel en Gaza y Cisjordania. El viernes, cuando Netanyahu subió al podio, más de dos tercios de los delegados se pusieron de pie y abandonaron la sala en señal de protesta. Algunos, incluido el presidente de Colombia¹, pidieron la creación de una fuerza de intervención armada de la ONU para detener el genocidio en Gaza. Mientras Netanyahu hablaba, frente a la sede de la ONU miles de personas protestaron contra el genocidio israelí en Gaza.

Netanyahu profirió una diatriba sangrienta ante una sala prácticamente vacía, redoblando sus mentiras y crímenes colosales en Gaza. Se jactó beligerantemente de aterrorizar la región, celebrando los crímenes de guerra de Israel contra Siria, Líbano, Irak e Irán. Repitió la gran mentira de que Israel estaba librando una “guerra” contra Hamás en Gaza: “Depongan las armas. Liberen a todos los rehenes ahora... Si lo hacen, vivirán. Si no, Israel los perseguirá”.

Pero esto no es una “guerra contra Hamás”, sino un genocidio en toda regla del pueblo palestino. Israel, con el pleno apoyo de Estados Unidos, ha matado al menos a 65.549 personas y ha herido a 167.518. El número real de personas asesinadas es muchísimo mayor, pero los cuerpos permanecen enterrados y sin contabilizar entre los escombros. Además, toda la infraestructura de Gaza ha sido destruida sistemáticamente: hospitales bombardeados, escuelas y universidades demolidas, casas arrasadas y millones de personas han padecido hambre y se han visto obligadas a evacuar una y otra vez.

Netanyahu dispuso que los altavoces transmitieran su discurso a todo volumen en Gaza. Incluso afirmó que Israel había intervenido los teléfonos móviles de los gazatíes para transmitir en directo su discurso, pero no está claro si su diatriba terrorista se escuchó realmente en Gaza.

Trump habló en la ONU a principios de semana. Culpó a Hamás de la masacre que sigue cometiendo Israel y afirmó tener una nueva “propuesta de paz“. Sin embargo, es probable que las decisiones clave sobre el futuro de Gaza se tomen el lunes 29 de septiembre en la Casa Blanca, donde Trump ha invitado a Netanyahu a una reunión.

En su discurso, Netan-Nazi advirtió que Israel debe “terminar el trabajo en Gaza lo antes posible”. Pero “el trabajo” al que se refiere es el trabajo de genocidio, de hacer que Gaza sea totalmente inhabitable para más de dos millones de palestinos. Mientras hablaba, el poeta palestino y autor ganador del premio Pulitzer, Mosab Abu Toha, publicó un video en X: “Incluso mientras habla, está cometiendo crímenes de guerra. Estos son unos minutos en el campamento de al-Shati, donde nací, donde ayer Israel masacró a un primo segundo mío junto con su esposa y sus cuatro hijos muy pequeños”.

Las siguientes son otras dimensiones del “trabajo” que Netanyahu amenaza con terminar en Gaza con, para repetir, el pleno apoyo económico, político y militar de Trump.

Ciudad de Gaza: epicentro de la limpieza étnica y el genocidio

Cientos de miles de palestinos han sido desplazados por la fuerza de la ciudad de Gaza, pero quizás hasta 500.000 aún están allí, intentando desesperadamente encontrar refugio y sobrevivir. Se enfrentan a una implacable embestida israelí con tanques, tropas, aviones, drones y tanques robot. Las fuerzas israelíes se adentran cada vez más en la ciudad para obligar a estos cientos de miles de personas a desplazarse hacia el sur de Gaza. Pero Israel sigue bombardeando y disparando a la gente cuando se dirige al sur. Y si logran salir con vida, ni siquiera hay dónde acampar en zonas superpobladas que, de por sí, son inhabitables.

En solo el día 25 de septiembre, Israel azotó a unos 170 objetivos en la ciudad de Gaza. Está intensificando sus ataques contra viviendas familiares, almacenes y otros edificios donde se refugian personas. Un ataque contra una vivienda familiar mató al menos a 11 personas. Otro ataque contra un almacén donde se refugiaban personas mató a 22, entre ellas nueve niños.

“Tráiganme a Noor”, gritó una madre después de que su hija de cinco años quedara sepultada por un ataque aéreo. “Tráiganme a Noor. En siete años, solo la he tenido a ella. No tengo más hijos aparte de ella. Noor está bajo los escombros. ¿Dónde está Noor?”. Noor murió en la ambulancia camino al hospital.

Se ven obligados a vivir en un estado constante de incertidumbre, trauma, miedo y desplazamiento, tratando desesperadamente de encontrar un lugar seguro donde refugiarse, de evitar ataques y de decidir a dónde deberían ir después.

“Ya dejé mi casa en el barrio de Tal al-Hawa y solo me llevé algunas de mis pertenencias”, dijo una mujer. “No podía cargar con más, y fue la situación más dura que cualquiera podría soportar, porque tienes que elegir entre lo que necesitas para sobrevivir y lo que quieres conservar como recuerdo”.

Las imágenes de satélites muestran que a medida que las fuerzas armadas israelíes avanzan por la ciudad de Gaza, están arrasando manzana tras manzana, destruyendo todo lo que queda en pie. Al final de la semana, cientos de personas habían muerto y miles habían resultado heridas.

“Estos robots son la pesadilla de esta guerra”. Israel ha cargado explosivos en vehículos blindados de transporte de personal y los convirtieron en “megabombas” que inundan la ciudad de Gaza. “Estos robots son la pesadilla de esta guerra. Tienen la capacidad de destruir barrios enteros a la vez, y la metralla nos ha alcanzado varias veces, a pesar de estar relativamente lejos de las explosiones. Esta es una política de irse o morir”, dijo un palestino.

Lesiones que se ven más frecuentes en zonas de guerra. Un nuevo estudio ha descubierto que algunos tipos de heridas de guerra, como quemaduras o lesiones en las piernas, fueron más comunes entre los civiles de Gaza que entre las tropas estadounidenses que combatieron en Irak y Afganistán. “Los civiles heridos en Gaza experimentan un patrón de heridas que se esperaría en un combate intenso con militares profesionales “, afirmó un investigador. La gran escala de estas lesiones traumáticas refleja “el impacto de los bombardeos aéreos indiscriminados y los bombardeos con explosivos pesados en zonas civiles”, según el estudio. Otro estudio concluyó que hasta 15 de cada 16 palestinos asesinados por Israel desde marzo de 2025 eran civiles.

Aunque aumenta urgentemente la necesidad de atención médica, Médicos Sin Fronteras se ve obligado a irse. Mientras las fuerzas armadas israelíes matan y hieren sin descanso, también atacan las instalaciones médicas necesarias para atender a los heridos. Esta semana, la organización internacional de ayuda Médicos Sin Fronteras anunció: “No nos ha quedado otra opción que detener nuestras actividades, ya que nuestras clínicas están rodeadas por las fuerzas israelíes... Esto es lo último que queríamos... Nos hemos visto obligados a suspender nuestras actividades y abandonar la ciudad de Gaza”.

Los hospitales que quedan en la ciudad de Gaza han quedado tan dañados y carentes de suministros que los médicos se vieron obligados a pedir a los padres de un niño herido “que buscaran una farmacia y compraran hilo de coser, yodo y gasa, porque el hospital no tenía estos suministros médicos tan básicos”.

Mientras tanto, en el centro y el sur de Gaza, los pocos hospitales y clínicas que quedan se encuentran inundados por un “tsunami” de pacientes heridos y enfermos que huyen de la ofensiva israelí en la ciudad de Gaza.

Uno de cada tres niños no tiene qué comer en 24 horas. El hambre y lesiones de niños están aumentando drásticamente en Gaza. El Comité Internacional de Rescate (IRC por sus siglas en inglés) descubrió recientemente que uno de cada tres niños menores de tres años no había comido en las últimas 24 horas.

Las mujeres: obligadas a dar a luz en la calle. Naciones Unidas ha informado que “La ofensiva israelí en Gaza obliga a las mujeres a dar a luz en las calles, sin hospitales, médicos ni agua potable”. Debido a esto y al colapso de la atención médica, “23.000 mujeres carecen de atención y unos 15 bebés nacen cada semana sin asistencia médica”. Por si esto fuera poco, la situación sobre el terreno “empeora cada hora”, según la ONU.

Pregúntese: ¡¿qué otra motivación además de la limpieza étnica y el genocidio podría tener Israel para arrasar Gaza y dejar a la gente sin un hogar al que regresar, sin ningún lugar donde vivir, sin nada de comer y con la muerte y el tormento incesantes rodeándolos a cada paso?!

El que tantos líderes mundiales de gobiernos capitalistas e imperialistas han alzado la voz contra los crímenes de guerra genocidas de Israel es resultado de las enormes protestas y clamor internacionales. Pero, a medida que continúa el genocidio estadounidense-israelí, esto no es suficiente.

Ya es hora de manifestar aún más valor y desafío…

A la luz de las atrocidades en curso en Gaza y la embestida fascista de Trump en Estados Unidos, instamos a los lectores a estudiar y compartir nuestra publicación de la semana pasada: Una invitación y un desafío a aquellos que arden de furia contra el genocidio israelí apoyado por Estados Unidos que se está llevando a cabo en Gaza.

Como escribimos allí:

Ya es hora de manifestar aún más valor y desafío, más determinación para exigir el FIN del asedio a Gaza y el fin del genocidio israelí-estadounidense. Y ADEMÁS, ya es hora de integrar esta lucha en la lucha para expulsar del poder al régimen fascista de Trump.