El programa y la ideología del proletariado revolucionario son el arma y la guía en la lucha contra la opresión de una nación por otra y contra toda la basura chovinista y racista que vomitan para "justificar" esa opresión. A un nivel más fundamental, la línea y el programa proletarios son el arma y la guía en la lucha por acabar finalmente con todas las formas de opresión y explotación.

La revolución proletaria no es simplemente una buena idea. Es una meta concreta y práctica por la que se lucha en estos momentos por todo el mundo. Aquí mismo en Estados Unidos, en este baluarte del imperialismo, la revolución proletaria no solo es algo que necesitamos urgentemente: es algo que se puede hacer.

Estados Unidos tiene un proletariado: somos docenas de millones sin nada que perder más que nuestras cadenas, y con un mundo que ganar. Los negros y otras nacionalidades oprimidas forman una parte muy importante de este proletariado, pero no están solos. Es cierto que muchos blancos son acomodados y conservadores, pero también hay muchos que no lo son. De hecho, hay millones de blancos pobres y explotados cuyos intereses más básicos concuerdan con la revolución proletaria.

El proletariado revolucionario tiene muchos aliados y potenciales aliados que ganarse. En este país, la principal alianza que se debe forjar para la revolución es la alianza entre las luchas de las nacionalidades oprimidas por acabar su opresión nacional, y la lucha del proletariado, de todas las nacionalidades, por acabar toda la opresión y explotación mediante el derrocamiento del capitalismo y el avance al comunismo mundial. También hay muchos otros, por ejemplo muchos de la clase media, con quienes es posible unirse en la lucha contra el sistema y que pueden apoyar la revolución proletaria, o por lo menos no tomar partido con el sistema contra ella. Hay millones y millones de mujeres y grandes cantidades de jóvenes que son víctimas del sistema y a quienes enfurecen las infinitas atrocidades que este comete.

Estos son los aprietos en que está el sistema y las crisis que tiene que confrontar continuamente por todo el mundo. Es muy posible que en cualquier momento, al parecer de la nada, los gobernantes de este sistema de repente tropiecen con una profunda crisis y sufran graves reveses. Dicen que lo tienen todo bajo control, se portan como si todo estuviera a su favor, pero no es cierto. Si fuera así, no necesitarían hacer todas las cochinadas que están haciendo: no necesitarían reprimir tan salvajemente a los que no tienen razón para defender este sistema, los que lo agarrarían del pescuezo al primer momento que lo vean débil. Las autoridades les tienen un temor profundo y por eso están tratando de aplastarlos. Muy especialmente temen a las masas negras. Y con toda la razón.

Incluso los defensores más arrogantes de este sistema de opresión y muerte, los que más alarde hacen de la estabilidad y permanencia del sistema capitalista en Estados Unidos, saben muy bien que si se presenta esa oportunidad de hacer estallar todo esto, el pueblo negro será una fuerza poderosa en ella. A pesar de que la clase dominante está dejando pudrir los ghettos a propósito y convirtiéndolos en su versión de los campamentos ("bantustanes") para negros de Sudáfrica, las ciudades son estratégicas para la sociedad y los que están concentrados en ellas ocupan una posición estratégica para la revolución. A pesar de que a las masas de negros las han arrojado a la situación más miserable y desesperada, y las tratan de "marginados", esos "marginados" son una importante parte de la clase más revolucionaria de todas, el proletariado. Cuando se levanta del fondo, esta clase revolucionaria puede sacudir y levantar a todos los oprimidos; puede volcar todo el sistema y poner el mundo en otra dirección.

Por último, tenemos la dirección que necesitamos: un partido del proletariado que puede dirigir la lucha revolucionaria.

Un partido conocedor de la historia y de la realidad concreta de hoy; un partido con una profunda historia revolucionaria, con raíces en los años 60 pero también con la audaz energía revolucionaria que da estar metido en la lucha en muchos frentes hoy.

Un partido que no se ha vendido al sistema y que está resuelto a no parar de luchar hasta llegar a la meta del comunismo mundial.

Un partido unido a otras organizaciones similares en el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), que saca fuerza de dicho movimiento y que hace todo lo posible para fortalecerlo y avanzar la revolución mundial.

Un partido que cuenta con una estrategia y plan para lidiar con el problema; un partido con el programa que ofrece la solución más cabal, más global, más fundamental y al nivel más práctico.

Un partido capaz de reconocer una oportunidad revolucionaria y que se está preparando para dirigir a aprovecharla.

Un partido armado con la ideología—la ideología del marxismo-leninismo-maoísmo—que puede iluminar el camino al futuro y convertir nuestros sueños de un mundo sin opresión y explotación en una batalla concreta para conquistar tal mundo.

EL PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO

¡Unete al partido, prepárate para la revolución!
¡ Apoya, ingresa y construye nuestra vanguardia!

NUESTRA IDEOLOGIA ES EL MARXISMO-LENINISMO-MAOISMO.

NUESTRA VANGUARDIA ES EL PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO.

NUESTRO LIDER ES BOB AVAKIAN.