Los fascistas cristianos que controlan Texas han seguido impulsando una serie de leyes fascistas destinadas a convertir al estado de 29 millones de habitantes en un bastión de institucionalización de supremacía blanca, subyugación de las mujeres, ignorancia anticientífica y ensalzamiento de la religión, especialmente el cristianismo, a un estatus especial, en los años venideros. Un artículo de revcom.us del mes pasado puso al descubierto y documentó gran parte de este tema. Desde entonces, el gobernador fascista cristiano Abbott convocó a otra “sesión especial” de la legislatura estatal para promover nuevas medidas represivas. Este artículo se centra en algunas medidas propuestas y promulgadas, en el mes y medio desde nuestro último artículo sobre este tema, y los esfuerzos iniciales para poner en práctica algunas de estas leyes.

• Se aprobó una ley anti-trans: Esta ley restringirá la participación de los estudiantes deportistas trans en los deportes escolares y prohibirá que los niños trans participen en equipos que coincidan con su identidad de género. Promueve el odio y la intolerancia anti-trans.

• Redistribución de distritos electorales: los legisladores republi-fascistas redistribuyeron la representación de las legislaturas federal y estatal para garantizar el dominio de las poblaciones blancas, republicanas y en gran parte rurales y suburbanas durante al menos una década. La gente blanca ha sido una minoría de la población en Texas durante años, y el 95% del rápido crecimiento de la población del estado es de latinos, negros y asiáticos. Pero el nuevo mapa para la legislatura estatal no crea nuevos distritos donde esos votantes sean mayoría; de hecho, el nuevo mapa elimina uno. El nuevo mapa también contiene más del doble de distritos del Congreso de mayoría blanca que de mayoría latina, aunque sus poblaciones totales son aproximadamente las mismas.
• Penas por delitos graves por “fraude electoral”: Abbott impulsó una legislación de último momento para convertir el “voto ilegal” en un delito grave de clase 2, punible con hasta 20 años de prisión. Como han demostrado varios estudios, el “voto fraudulento” es esencialmente inexistente en los Estados Unidos¹. Esta medida está destinada a intimidar a las personas negras y latinas para que no voten si no están seguras de su elegibilidad para votar. En un caso reciente, Crystal Mason, una mujer del condado de Tarrant, enfrenta una condena de prisión de cinco años por una boleta que emitió cuando pensó erróneamente que era elegible para votar después de cumplir casi tres años en prisión: “Nadie le dijo que no se le permitió votar hasta que terminara su liberación supervisada por el gobierno federal”. La ley también sirve para incitar a multitudes de fascistas blancos a buscar presuntos “fraudes electorales” en ciudades pobladas por un gran número de negros e inmigrantes.
• “Auditoría” de votos: Horas después de que Donald Trump exigiera una “auditoría forense” de la votación de 2020 en Texas, como parte de la campaña fascista en curso que afirma que las elecciones de 2020 fueron “robadas” por los demócratas, Abbot anunció una “auditoría” de esa votación en cuatro condados que incluyen gran parte de las regiones de Houston y Dallas-Fort Worth. Está previsto que estas auditorías tengan una “segunda fase” a partir de la primavera de 2022, a medida que se acerca la próxima ronda de elecciones.
• Intimidación de turbas: En el condado de Hood, turbas fascistas abusivas que afirmaban que “se está frustrando la voluntad de Dios” pasaron meses asediando a la administradora de elecciones del condado por no ser lo suficientemente pro-Trump y recientemente con presiones consiguieron que dimitiera, a pesar de que Trump ganó el 81% de los votos ahí. Ataques como estos a la validez de las elecciones son parte de la creación de una “base enfurecida y delirante para la violencia fascista y el gobierno fascista”.
• Castigar a las personas sin hogar: Abbot amenazó a los dirigentes municipales que no tomaron medidas para implementar una nueva ley estatal que prohíbe el “campismo al aire libre”. A fines de septiembre, los funcionarios municipales de Austin comenzaron a clausurar los campamentos más grandes de personas sin hogar de la ciudad. La emisora KUT informó que “las personas que vivían allí, en su mayoría de la tercera edad y negros, dicen que no tienen adónde ir”.
• Prohibición de los mandatos de vacunas: El 11 de octubre, Abbott firmó una orden ejecutiva que “prohíbe que ‘cualquier entidad’ en el estado ejecute un mandato de vacunas”. Su orden permite específicamente que las personas rechacen la vacunación “basándose en una creencia religiosa”.
• Criminalizar a los inmigrantes: En el verano, Abbott prometió “comenzar a arrestar a todos” en las regiones fronterizas del estado con México que policías estatal y local asumen que son inmigrantes y que los acusen de “traspaso criminal”. Cientos de personas han sido atrapadas en este flagrante intento ilegal de imponer la ley migratoria federal por parte de funcionarios estatales. La NPR informó: “Texas envió cientos de policías estatales, guardabosques, guardias nacionales y agentes de paz de otros estados para patrullar las tierras a lo largo del Río Bravo. Hasta ahora, han arrestado a más de mil hombres por el delito menor de traspaso ilegal”. El 15 de octubre, Abbott anunció que estaba otorgando más de 36.4 millones de dólares para este esfuerzo, denominado “Operación Estrella Solitaria”.
• “Muro de acero” en la frontera con México: Cuando acorralaron a miles de solicitantes de asilo haitianos en la frontera entre Estados Unidos y México el mes pasado, Abbott envió una flota de vehículos policiales y estatales para crear una barricada de kilómetros de largo a lo largo de la frontera. Se jactó ante Fox “News”: “Lo que hicimos, pusimos cientos de autos del Departamento de Seguridad Pública [DPS] de Texas y creamos un muro de acero, un muro de acero de vehículos del DPS, que impedía que cualquiera cruzara esa presa en que ustedes han visto gente cruzar a pie. Efectivamente... recuperamos el control de la frontera”.
• Prohibición de las píldoras anticonceptivas: A fines de septiembre, Abbott firmó calladamente una ley que “agrega más límites y aumenta las sanciones penales por el uso de medicamentos que inducen el aborto en Texas”. La ley impide que los médicos o proveedores distribuyan medicamentos que induzcan el aborto después de siete semanas de embarazo y conlleva multas de hasta 10.000 dólares y hasta dos años de cárcel. Esto se suma a lo que Sunsara Taylor describió como la “prohibición casi total del aborto en Texas, que estaba en vigor desde el 1º de septiembre de este año”.

Ha habido cierta oposición a este ataque. El 2 de octubre, miles de personas se concentraron en Houston, Austin, Brownsville y otras ciudades del estado como parte de las protestas a nivel nacional contra el SB8, la ley que esencialmente prohíbe los abortos en todo el estado. Se han realizado pequeñas protestas contra el SB8 en la Universidad de Houston y la Universidad de Texas.

Han brotado protestas aisladas contra diferentes aspectos del programa fascista en las escuelas secundarias de todo el estado:

* En la secundaria Temple, varios cientos de estudiantes salieron de clases y organizaron una protesta en apoyo de Kendall Tinoco, una estudiante trans de 16 años que dijo que una maestra le negó el acceso al vestuario de mujeres.

• En Katy, los padres de familia y estudiantes protestaron y exigieron con éxito que se devolvieran los libros retirados de las bibliotecas escolares por “enseñar la teoría crítica de la raza... y promover el marxismo”.
• En Colleyville, un suburbio rico y mayoritariamente blanco de Ft. Worth, más de 100 estudiantes se salieron de clases y protestaron durante dos días consecutivos, en apoyo de su director, un hombre negro que fue puesto de licencia administrativa y posteriormente fue despedido después de que lo acusaron de “apoyar la teoría crítica de la raza y la teoría de la conspiración del racismo sistémico”.

Pero se necesita mucho, mucho más.

Comienza a formarse un orden fascista

Los republicanos fascistas están borrando “la política como de siempre”. Están movilizando a turbas violentas, tomando medidas para asegurar su dominio durante años por venir, mayoriteando los tribunales con fascistas, imponiendo su ideología ignorante y odiosa a la sociedad en su conjunto y a la juventud en particular. Han comenzado a imponer el marco de un orden fascista cristiano en Texas, y no hay absolutamente ninguna indicación de que se detendrán antes de que esté completamente en su lugar y se use como trampolín para imponerlo en todo Estados Unidos.

Mientras tanto, los demócratas actúan como si todo fuera como de costumbre: tramando estrategias de votación en una configuración que los ha dejado impotentes; presentar demandas que desestiman los tribunales dominados por los fascistas. Su impotencia frente al inexorable monstruo fascista se mostró vívidamente cuando Sheila Jackson Lee, una congresista negra prominente a nivel nacional, fue a Austin y se quejó ante la legislatura fascista de que su propia casa fue sacada del distrito de Houston que ella representa — “ese mapa duele”, ella gimió. La ignoraron.

Aún no se oscurece

De hecho, ya es muy tarde. Como dice la letra de una canción de Bob Dylan: “Aún no se ha oscurecido, pero no va a tardar”. Hay que oponerse a toda esta embestida fascista, y a cada una de sus medidas, con brotes de lucha y resistencia masivos y continuos. De aún más importancia, hace falta que un movimiento para una revolución real eche raíces y crezca en estas condiciones turbulentas. Y se puede hacer.

Los siniestros y crecientes acontecimientos en Texas son una expresión de las profundas divisiones y conflictos que desgarran a Estados Unidos y dividen a desgarrones a aquellos que lo han gobernado. Pero esta situación no tiene por qué ceñirse a los términos de este sistema. Estos acontecimientos también indican la posibilidad de que algo radicalmente diferente, y radicalmente mejor, emerja de este tumulto, EN EL CASO DE QUE números crecientes de personas conscientes de la necesidad y la base de ese cambio actúen en consecuencia.

Como Bob Avakian escribió en su artículo ESTE ES UN MOMENTO POCO COMÚN EN QUE LA REVOLUCIÓN SE VUELVE POSIBLE — POR QUÉ ES ASÍ, Y CÓMO APROVECHAR ESTA OPORTUNIDAD POCO COMÚN:

Para aprovechar la oportunidad poco común de hacer una revolución, es necesario reconocer la situación que enfrentamos por lo que realmente es: es necesario que las personas levanten la cabeza y amplíen sus aspiraciones, que vean más allá de lo que está en su entorno inmediato, rompan con las ilusiones y las “soluciones” falsas, y adopten el método científico del nuevo comunismo para obtener una comprensión básica, y seguir profundizando su comprensión, de lo que realmente está ocurriendo, de lo muy grueso de lo que está en juego en todo esto, y de no sólo las posibilidades muy negativas sino también las posibilidades muy positivas para el cambio radical que existen en todo esto.