Miles de personas en las calles la semana pasada

El levantamiento actual, desencadenado por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, estalló el 16 de septiembre de 2022 y ha continuado sin parar desde entonces, con más de 1.200 protestas celebradas hasta ahora en unas 163 ciudades y 144 universidades de todo Irán. (Para una visión de conjunto del levantamiento, vea Irán, cien días y contando: Justo levantamiento de masas contra el patriarcado y la opresión estremece a la teocracia fascista, revcom.us, 4 de enero de 2023).

Durante la semana pasada (del 31 de diciembre al 6 de enero) miles de iraníes salieron a la calle en al menos una docena de ciudades. Desafiaron de nuevo al despiadado poder militar y policial de la República Islámica de Irán, que ha detenido a más de 19.000 y asesinado a más de 517 personas, ¡entre ellas 70 niños! Y ahora esta teocracia fascista está intensificando su campaña asesina para acabar con este levantamiento que ha planteado la amenaza interna más grave para la continuidad de su gobierno en sus 44 años de existencia.

“La República Islámica... necesita intimidación y ejecuciones” para sobrevivir

Al cierre de esta edición, el régimen había ejecutado en la horca a otros dos manifestantes el 6 de enero: Mohammad Mehdi Karami, de 22 años, y Seyed Mohammad Hosseini, de 39 años. Se trata de linchamientos autorizados por el Estado, llevados a cabo sin derechos legales ni el debido proceso, con el objetivo de aterrorizar y desmoralizar al pueblo iraní hasta la sumisión².

Esto se produce tras las ejecuciones de otros dos manifestantes en diciembre. En un grosero y cruel acto de asesinato de Estado, ahorcaron a uno de esos jóvenes en público de una grúa de construcción. Y como informamos la semana pasada, hasta 100 manifestantes están acusados o han sido condenados por cargos que conllevan la pena de muerte³.

Un activista de derechos humanos comentó que “La república islámica, que no ha sido capaz de controlar las protestas tras 109 días, necesita intimidación y ejecuciones para seguir sobreviviendo”.

Esto incluye perseguir a personas destacadas, como deportistas, actores y otras personas con amplia influencia pública. El 4 de enero, el Centro de Derechos Humanos de Irán informó que al menos 16 “mujeres y hombres deportistas han sido asesinados a tiros, condenados a muerte en una farsa de juicio, desaparecidos y torturados tras ser detenidos arbitrariamente por apoyar las protestas”.

Marjan Jangjou, escaladora, desapareció tras ser detenida en noviembre. La RII se niega a responder a las preguntas de su familia sobre lo ocurrido. Sus amigos buscan ahora entre las tumbas sin nombre en los cementerios. Mohammad Ghaemi, jugador de fútbol, fue acorralado en un callejón sin salida durante una protesta y recibió un disparo en la nuca. El 26 de diciembre, la RII obligó por la fuerza que un avión se aterrizara para llevarse a la esposa y a la hija del veterano estrella del futbol Ali Daei. Y el 6 de enero, detuvieron al famoso chef Navab Ebrahimi y clausuraron su cafetería por “algo relacionado con su historia de Instagram”.

El levantamiento continúa

A pesar de toda la represión, la resistencia continúa y el abismo entre el odiado régimen y millones de iraníes sigue ahondándose. El número de protestas callejeras ha fluctuado, pero el “Centro para el Estudio de la Guerra” (un centro de investigación imperialista estadounidense que informa diariamente sobre Irán) comentó el 6 de enero que desde septiembre “todavía no hemos registrado un día sin al menos una protesta” de tamaño significativo. Frente a la represión, la gente está mostrando un gran valor, y también está forcejeando con cuestiones que se plantean de forma muy aguda: cómo llevar adelante la lucha y deshacerse del régimen. Algunos también están agonizando sobre qué sistema socioeconómico sustituirá al actual.

Hoy muchos activistas estudiantiles dicen que en el pasado el movimiento estudiantil se trabajaba básicamente de reformar el sistema. Pero las contradicciones fundamentales en Irán se han ido agravando. Entre ellas, la cruel subyugación de la mujer por parte de la República Islámica; la asfixia y supresión de la vida intelectual, política y cultural; la destrucción del medio ambiente; y el funcionamiento despiadado de su sistema capitalista dominado por el imperialismo que ha sumido en la pobreza a muchos millones de personas. “Somos muy conscientes de que en cuanto cesen las protestas, volverán a su máxima presión”, dijo un estudiante. “Nuestro principal objetivo es eliminar este sistema por completo”⁴.

El 31 de diciembre de 2022 surgieron protestas en todo el país. En el Gran Bazar de Teherán, una multitud de manifestantes se enfrentó a un gran destacamento de fuerzas de seguridad que portaban porras, gases lacrimógenos y balas de plástico. En la ciudad conservadora de Najafabad, los estudiantes, en su mayoría mujeres jóvenes, salieron a la calle coreando “Esta patria no prosperará antes de que mueran los mulás [gobernantes]”.

Los trabajadores de las refinerías de petróleo de Abadán y Arak se declararon en huelga, y los comerciantes de Guilán cerraron en apoyo de las protestas.

Se han convocado más protestas para los días 6-8 de enero. Los primeros informes indican manifestaciones (algunas el 5 de enero) en al menos una docena de ciudades. En Teherán, según el Instagram del PCI (mlm), la gente se reunió para conmemorar el 40º día desde el asesinato de un joven manifestante⁵. Las fuerzas de seguridad atacaron pero fueron repelidas por la gente.

La gente está desarrollando formas creativas de mantener el movimiento bajo los implacables golpes del aparato del Estado Islámico. Una de ellas ha sido la creación de redes de “casas seguras”, donde algunos de los manifestantes heridos que serían detenidos si fueran al hospital, reciben tratamiento con suministros médicos contrabandeados. La CNN informó recientemente sobre las casas seguras para activistas conocidos que les permiten desempeñar un papel en la revuelta en lugar de abandonar el país. La CNN describió “Una red anónima de ciudadanos preocupados —“gente corriente” conectada por la misión compartida de proteger a los manifestantes— que apoyan discretamente el movimiento desde lejos ofreciendo sus casas a los activistas necesitados”.

Intensa lucha en las zonas de las nacionalidades oprimidas

Los enfrentamientos más intensos en estos momentos tienen lugar en las regiones pobladas por las nacionalidades oprimidas de Irán, en particular las zonas baluchis del sureste y las kurdas del noroeste.

Baluchistán: “¡No queremos un gobernador Daish-i!”

En Zahedán (capital de la provincia de Sistán-Baluchistán) se han producido protestas semanales tras los tradicionales servicios de oración vespertinos de los viernes. Las protestas han sido alentadas por el imán musulmán suní local, Mowlavi Abdolhamid, cuyos servicios denuncian algunas de las injusticias cometidas por el gobierno⁶. La RII parece decidida a aplastar esta resistencia.

El 25 de diciembre, el general de brigada Mohammad Karami fue nombrado el nuevo gobernador. ¡Karami es el comandante militar de las fuerzas de la Guardia Revolucionaria Islámica que ocupan y reprimen Baluchistán! Una semana después, las autoridades empezaron a realizar detenciones de personas de la localidad, tal vez 100 o más. Las fuerzas de seguridad presionaron directamente al imán Abdolhamid para que “pusiera fin a sus protestas semanales y a sus sermones críticos”.

Abdolhamid lo rechazó. Durante su sermón del 6 de enero dijo que “tanto si nos enfrentamos a la horca como a la cárcel, nos mantendremos firmes hasta el final”. Miles de personas salieron a la calle. Un eslogan popular que corearon: “¡No queremos un gobernador Daish-i!”. (“Daish” es otro nombre del grupo conocido en Estados Unidos como "EIIL", o “ISIS” por sus siglas en inglés, teócratas fanáticos fundamentalistas extremos).

Kurdistán: “Somos hijos de la sangre y el fuego”...

También en Kurdistán surge contienda entre la República Islámica y el pueblo. El 31 de diciembre:

[E]n la ciudad kurda de Javanrud... las fuerzas de seguridad mataron a tiros a un manifestante de 22 años, Borhan Eliasi, en enfrentamientos con manifestantes que intentaban reunirse para celebrar actos en memoria de otros siete asesinados cuarenta días antes.... 

Varias personas más resultaron heridas de bala en Javanrud, donde el sábado por la mañana la gente levantó barricadas en las calles cuando fueron atacados. Luego, los airados manifestantes asaltaron y saquearon dos bancos gubernamentales, Keshavarzi y Sepah, y quemaron un quiosco de control de carreteras.

Eliasi fue enterrado unas horas más tarde, y miles de personas asistieron a la ceremonia en el cementerio de un pueblo cercano. “Somos hijos del fuego y la sangre; nos vengaremos de nuestro mártir”, corearon los participantes en kurdo⁷.

En un momento peligroso, apoyemos al pueblo iraní

Como ha señalado el Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta), la lucha en Irán “no es un acontecimiento ‘iraní’! Es un clamor por la liberación de la humanidad oprimida”⁸.

Eso significa tanto aprender de ella y difundirla como defenderla. Este es un momento peligroso, tanto para la lucha del pueblo iraní —bajo ataque fascista asesino— como para el régimen, incapaz hasta ahora de detener el levantamiento, y que está perdiendo gran parte de su legitimidad entre millones de personas en Irán y en todo el mundo.

Sigue pasando protestas de apoyo al levantamiento por parte de iraníes en la diáspora mundial. También se han producido importantes muestras de apoyo por parte de personas no iraníes, como la indignación mundial entre personas de las industrias cinematográfica y teatral por las detenciones de muchos artistas iraníes. Recientemente fue publicado un vídeo, incluido por el movimiento A Quemar la jaula/A Liberar a los Pájaros, de destacados actores y otras personas de todo el mundo que sostienen carteles hechos a mano en los que se lee #StopExecutionsInIran (detener las ejecuciones en Irán). “Apoyamos al pueblo de Irán en su lucha por la libertad”⁹.

Es muy posible que estas acciones empujen al régimen a dar un paso atrás en la ejecución del rapero kurdo Saman Yasin y a liberar bajo libertad condicional a la actriz Taraneh Alidoosti de la prisión de Evin¹⁰.

Sin embargo, esto está muy lejos de lo que es necesario y posible: que todas las personas que se oponen a la opresión de las mujeres, al gobierno religioso fundamentalista, a la tortura y a la represión hagan oír su voz en apoyo de la lucha y en defensa de los miles de presos políticos.

Este es un momento en el que la gente de todo el mundo tiene que dar un paso al frente y, al hacerlo, ayudar a ensanchar la grieta que el pueblo iraní ha abierto en el opresivo orden mundial. Y como parte de esto tenemos que estar vigilantes para oponernos a cualquier acción o amenaza de Estados Unidos o del imperialismo para volver a clavar sus garras en Irán.

Y también vale la pena pensar en estas palabras de Taraneh Alidoosti. Tras la primera ejecución de un manifestante, y poco antes de su detención, ella publicó un desafío a todos los que seguían al margen:

“Su silencio significa apoyar la opresión y a los opresores”.

Piénsalo.