El genocidio israelí en Gaza, respaldado por Estados Unidos, precedió al régimen fascista de Trump. La represión de las protestas contra el genocidio en Estados Unidos y la supresión de las voces pro Palestina precedieron al régimen fascista de Trump. Toda la clase dominante en Estados Unidos ha apoyado totalmente a Israel en su masacre genocida de los palestinos debido, como escribió el líder revolucionario Bob Avakian en octubre de 2023, “al ‘papel especial’ de Israel como un bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una región estratégicamente importante del mundo (el ‘Medio Oriente’). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento de la dominación opresiva del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo”.

La muerte, las cenizas, los incendios, la sangre, el humo, las lágrimas y el horror sobre horror han sido una pesadilla en vida. Una que vemos en nuestros teléfonos a diario.

Una pesadilla llevada a cabo por el gobierno estadounidense, en nuestro nombre... una pesadilla ante los ojos del mundo... ¡una pesadilla que tenemos la responsabilidad de ACTUAR PARA DETENER!

Y todo esto ha dado un salto extremo con el régimen fascista de Trump en el poder. Las protestas que exigen un fin a la Masacre Genocida Israelí-Estadounidense del pueblo palestino también tienen que dar un salto. Y si bien la lucha para derrotar al régimen fascista de Trump y la lucha contra el genocidio israelí-estadounidense no son una y la misma cosa, sí tienen que complementarse — que cada uno obtenga fuerza y determinación del otro.

En sus llamados a que Estados Unidos se apodere de Gaza, en su enfermiza celebración de la limpieza étnica de Gaza, en su presión a otros países para que acojan a los palestinos, Trump ha dado luz verde al genocidio abierto, implacable, total de Netan-Nazi.

Al mismo tiempo, Trump está tomando medidas para silenciar toda protesta contra este genocidio. El régimen está usando la mentira de que cualquier protesta contra Israel es antisemita (es decir, contra todo el pueblo judío). Con esto como ariete, los fascistas están trabajando para aplastar por completo al mundo académico, y están secuestrando a estudiantes y revocando visas. Los ataques contra estudiantes y el mundo académico están vinculados con todo el programa fascista de convertir las universidades en centros de adoctrinamiento fascista, silenciando todo disentimiento, debate y pensamiento crítico. Pero también es inseparable del intento de suprimir por completo lo que vimos en la primavera de 2024: muchos miles de estudiantes se arriesgaron para denunciar los crímenes de su propio gobierno e instituciones en el genocidio del pueblo palestino.

Mahmud Jalil, secuestrado y aún retenido en una celda. Rümeysa Öztúrk, secuestrada por escribir un artículo de opinión contra el genocidio. Mohsen Mahdawi... y muchísimos otros.

A todos aquellos que se pusieron de pie valientemente en la primavera de 2024 contra la complicidad de sus universidades en este genocidio... a todos aquellos que, con grave riesgo personal, han seguido poniéndose de pie y exigiendo el CESE de esta pesadilla... a aquellos que siguen sin poder conciliar el sueño ante este horror, pero que no saben qué hacer: se les necesita ahora, de vuelta a las calles, de vuelta a la lucha contra este genocidio. Y a hacerlo, a la vez que cree vínculos con la lucha para unir a todos los que se pueda unir para derrotar a este fascismo estadounidense. A menos que se esfume el espacio para esta protesta.

No te angusties por las imágenes de niños carbonizados ni te quedes con la cabeza gacha, impotente. No des la espalda a los vídeos de gente muriéndose de hambre. No dejes que tu rabia se transforme en amargura, en desesperanza y luego en pasividad. Y no te quedes al margen por temores personales.

Deja que tu ira te impulse a adentrarse a fondo para entender lo que enfrentamos: por qué pasa todo esto, a qué se debe y qué se necesita para detenerlo. Y actúa junto con otros según este entendimiento, apoyándonos mutuamente, con un valor abnegado y colectivo. Únete a un debate y discusión basado en los principios sobre el origen de todo esto, y sobre la solución fundamental al sufrimiento innecesario que sufre la gente de Gaza, la gente en Estados Unidos y la gente de todo el mundo, aprendan unos de otros mientras nos mantenemos unidos.

Si no actúas mientras los horrores se multiplican, si no alzas la voz y exiges que esto PARE, eres cómplice.

Escucha el reto de la activista ambiental y de justicia social Greta Thunberg mientras abordaba un barco como parte de la Coalición de la Flotilla de la Libertad con el propósito de romper el asedio a Gaza:

Hacemos esto debido a que, independientemente de las adversidades en nuestra contra, tenemos que seguir intentándolo. Debido a que al momento que dejamos de intentarlo, perderemos nuestra humanidad. Y por muy peligrosa que sea esta misión, no es ni de lejos tan peligrosa como el silencio del mundo entero ante un genocidio transmitido en directo.

Frente al mayor horror y mayor represión, las protestas no violentas pero masivas e implacables necesitan volverse más amplias, más profundas y más decididas.

Es innegable la evidencia de este genocidio israelí-estadounidense. Se ha puesto a la vista del mundo. El propio Israel está cada vez más deslegitimado. Incluso los sionistas acérrimos como el ex primer ministro israelí Ehud Olmert han calificado lo que Israel está haciendo en Gaza, de “una guerra de exterminio: la matanza indiscriminada, irrestricta, brutal y criminal de civiles...”. Netan-Nazi declaró abiertamente que a algunos de los partidarios más acérrimos en Estados Unidos les cuesta trabajo respaldar a Israel mientras está desenvolviéndose una hambruna impuesta por Israel ante los ojos del mundo.

En esta situación, piensen en lo que se puede abrir y prender, piensen en cómo se puede recuperar la iniciativa, si la gente en Estados Unidos actuara con masas en las calles con la demanda: ¡Hace falta que se detenga YA el genocidio israelí-estadounidense contra el pueblo palestino! Y, una vez más, que se vincule con la demanda: ¡Que se largue YA el régimen fascista de Trump!

Sin convertirlos en una línea divisoria en la lucha por derrotar al fascismo, es necesario trazar todos estos vínculos. La indignación decidida contra el genocidio fortalece la urgencia de derrotar al fascismo, y viceversa.

Recordemos las escisiones y las fracturas causadas al interior de las instituciones del propio sistema ante el genocidio, en que personas en altos cargos en el ejército y el Departamento de Estado renuncien abiertamente en protesta. Y ahora pensemos en las posibles escisiones y fracturas al interior de las instituciones de este sistema causadas por las acciones veloces y peligrosas de los fascistas de Trump y MAGA.

Al hablar del tipo de lucha masiva a nivel de toda la sociedad que se necesitará para derrotar al fascismo de Trump y MAGA, Bob Avakian abordó la orientación que necesitamos tener, y la manera en que nuestras acciones ahora pueden cambiarlo todo:

Esta movilización masiva podría ejercer un importante impacto en las instituciones dominantes de Estados Unidos, con la posibilidad de crear condiciones que causen importantes cambios y “realineamientos” entre éstas. Esta es una forma en que se podría sacar del poder al régimen fascista de Trump. Pero, de una forma u otra, es necesario que se largue este régimen, y es necesario desarrollar una movilización de masas no violenta, pero decidida, sostenida y creciente, como la fuerza central sólida para plasmar este objetivo crucial y urgente, cuanto antes, antes de que sea muy tarde.

¡Alto al genocidio israelí-estadounidense contra el pueblo palestino!

¡En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar un Estados Unidos fascista!

¡Que se largue el régimen fascista de Trump — YA!