La guerra en Ucrania ha dejado al menos decenas de miles de muertos, ha desplazado a millones, y está amenazando con lo que la ONU advierte que es una “ola sin precedentes de hambre y miseria mundial” (al estrangular la exportación de trigo desde Ucrania). Esta es una guerra de sustitutos entre Estados Unidos, que está financiando y armando a Ucrania por sus propios intereses, y Rusia, que invadió a Ucrania1. Los gobernantes estadounidenses dicen que el motivo de Rusia en esta guerra se impulsa por sus aspiraciones a ser un imperio dominante opresor. Pues es cierto. Pero la realidad es que no hay ninguna fuerza en el mundo que se comparara con los crímenes que Estados Unidos ha cometido para imponer su hegemonía en la cima de un mundo de explotación y opresión.
Por infernal que haya sido la guerra de sustitutos, ahora ha entrado en efecto en una trayectoria impredecible de mal agüero que tiene el potencial de intensificarse explosivamente, y convertirse en una guerra directa entre Estados Unidos y Rusia, e incluso en un peligro real de una guerra nuclear.
Acontecimientos alarmantes
Desde enero de 2021, Estados Unidos se ha comprometido con más de 13.5 miles de millones de dólares en “asistencia” militar para Ucrania, incluido más recientemente 3 miles de millones de dólares a fines de agosto para adicionales sistemas avanzados nacionales de misiles tierra-aire; cientos de rondas de municiones de artillería (usadas en cañones de campo de batalla); drones de alta tecnología; y sistemas de cohetes con guía láser.
Estados Unidos continúa intensificando la entrega de armas avanzadas a Ucrania, entre ellas sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS) que dan en el blanco a más de 80 km de distancia con una precisión de 2 a 3 metros. Además, se puede equipar los HIMARS con municiones en racimo, que al impactar esparcen cientos de minibombas en una zona muy amplia, que a menudo causan daños masivos a la población civil. Esto da a las fuerzas ucranianas la capacidad de golpear muy al interior del territorio controlado por Rusia, e incluso potencialmente dentro del mismo territorio ruso por toda la frontera rusa-ucraniana de 2.400 km de largo, un factor que podría abocarse a una intensificación masiva de la guerra de sustitutos por los dos lados.
Otros acontecimientos alarmantes incluyen ataques ucranianos en el profundo interior del territorio bajo control ruso; combates que ponen en peligro la central nuclear más grande de Europa; y el asesinato, en las inmediaciones de Moscú, de la hija de un asesor muy prominente del presidente ruso Putin.
Ataque ucraniano a Crimea
Según muchos informes acreditados, a principios de agosto fuerzas ucranianas, que reciben mucha “inteligencia” de muy alto nivel y tecnología militar y de vigilancia de parte de Estados Unidos, detonaron explosiones masivas en un depósito de armas en Crimea que resultaron no solamente en pérdidas militares sino la destrucción de infraestructura civil, incluidas zonas residenciales. Como contexto: en 2014 Rusia ocupó y anexó a la región Crimea de Ucrania en respuesta a una serie de maniobras estadounidenses que resultaron en la destitución de un presidente electo de inclinación rusa y su reemplazo por un gobierno pro-estadounidense y la perspectiva de la entrada de Ucrania en la alianza militar OTAN de dominación estadounidense, lo que aumentaría el cerco a Rusia.
Desde 2014, Rusia ha considerado a Crimea como parte de Rusia. Un diplomático ruso recientemente declaró que Ucrania enfrentaría un “Día de Juicio” si atacara a Crimea. En ese contexto, los ataques representan acercarse a la línea o cruzar la línea de que Ucrania (y Estados Unidos) lleven la guerra al interior de Rusia y creen aún más urgencia y base para que Rusia intensifique la guerra de una forma u otra.
Ambos lados juegan a “quién es el menos cobarde” con la central nuclear más grande de Europa
Los combates en los alrededores de la central nuclear Zaporizhzhia, la más grande de Europa y ahora bajo ocupación rusa, han puesto en peligro los sistemas eléctricos y de enfriamiento, requeridos para mantener la seguridad de la central. El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica advierte que la situación está “completamente fuera de control” y que “se ha violado cada principio de seguridad nuclear” en la central.
Según un análisis del grupo ambientalista Greenpeace: “En el peor de los casos, en que explosiones destruyeran los sistemas de contención y enfriamiento del reactor, la potencial emisión de radioactividad desde el núcleo del reactor y de la piscina de combustible gastado a la atmósfera podría crear… extensiones de terreno cientos de kilómetros de distancia a la redonda del sitio del reactor que potencialmente se volvieran inhóspitas durante décadas”. Ambos lados se echan la culpa el uno al otro por poner en peligro a la central nuclear, y cada lado maniobra para impulsar sus objetivos militares y políticos por medio de la contienda sobre si permitir que organismos internacionales inspeccionen el sitio, y cómo hacerlo.
El asesinato de la hija del asesor íntimo de Putin
El 21 de agosto, un coche-bomba detonado a control remoto reventó el SUV manejado por Darya Dugina en las inmediaciones de Moscú; hizo añicos el vehículo y mató a ella. Darya Dugina era una importante comentarista informativa por su propia cuenta, y su padre, Alexander Dugin, es un nacionalista de hueso colorado, un “halcón” militar y un asesor espiritual, político e ideológico muy íntimo del presidente ruso Putin. Se ha reportado ampliamente que el propio Alexander Dugan era el blanco pretendido del coche-bomba.
Sea este asesinato una maniobra de parte de Ucrania o fuerzas aliadas suyas para asestarle un golpe a Rusia, montada por fuerzas en Rusia que, según se informa, están presionando a Putin para que adopte una posición más agresiva en Ucrania, o provenga de otro lado, el asesinato es una provocación significativa. Desencadenó demandas de parte de nacionalistas rusos para intensificar la guerra en Ucrania. Y un miembro del equipo ruso de negociaciones con Ucrania dijo “sería difícil sostener conversaciones” para negociar un fin a la guerra como resultado del asesinato.
El atentado con coche bomba y sus secuelas también han aumentado el peligro de un conflicto militar directo entre Estados Unidos y Rusia. Las autoridades rusas dicen que una ciudadana ucraniana llevó a cabo el asesinato, y los medios rusos informaron que huyó a la vecina Estonia, un pequeño país miembro de la OTAN que limita con Rusia2.Voces poderosas en Rusia amenazan con que si Estonia no entregara a la sospechosa a Rusia, habría “muchas razones para que la Federación Rusa tome medidas duras contra el estado de Estonia”. El ministro de Relaciones Exteriores de Estonia desestimó esa demanda y dijo: “Consideramos esto [la demanda de entregar a la sospechosa] como un caso de provocación en una larga lista de provocaciones de la Federación Rusa, y no tenemos nada más que decir al respecto”. Dado que Estados Unidos está formalmente comprometido a responder a cualquier ataque contra un país de la OTAN, la acción militar rusa contra Estonia podría extender la guerra a otra parte de Europa y aumentar considerablemente el peligro del involucramiento militar directo de Estados Unidos y un enfrentamiento directo entre potencias con armas nucleares.
Los peligros… y los intereses de la humanidad
Lo que subyace al peligro de que cualquiera de estos acontecimientos, u otros acontecimientos inesperados, podría desencadenar una escalada extrema de la guerra señala lo mucho que está en juego que tanto Estados Unidos y sus “aliados” de la OTAN, por un lado, como Rusia por el otro, han invertido en esta guerra, y la compulsión de ambos lados para romper el estancamiento existente pulverizador para lograr sus objetivos.
Como una indicación de qué tan potencialmente explosiva que lo es esta situación, en una entrevista en el Wall Street Journal, el ex secretario de Estado Henry Kissinger —el tristemente célebre arquitecto del bombardeo de alfombra estadounidense que arrasó a Camboya, el golpe de estado fascista en Chile y otros crímenes infames de Estados Unidos, advirtió: “Estamos al borde de la guerra con Rusia y China por problemas que en parte creamos, sin ninguna idea de la manera en que esto va a resultar o a qué se supone que conducirá”.
En un artículo del 17 de agosto en Foreign Affairs (una revista que asesora a los gobernantes de Estados Unidos sobre la manera de responder a los desafíos políticos, diplomáticos y militares) titulado Playing With Fire in Ukraine: The Underappreciated Risks of Catastrophic Escalation (Jugando con fuego en Ucrania: Los riesgos poco apreciados de una escalada catastrófica), el politólogo y teórico en relaciones internacionales John J. Mearsheimer advierte:
Desde que se inició la guerra, tanto Moscú como Washington han aumentado significativamente sus ambiciones, y ahora ambos países están profundamente comprometidos con ganar la guerra y obtener formidables objetivos políticos. Como resultado, cada lado tiene poderosos incentivos para encontrar formas de prevalecer y, de más importancia, para evitar perder. En la práctica, esto significa que Estados Unidos podría unirse a los combates en el caso de que esté desesperado por ganar o por impedir que Ucrania pierda, mientras que Rusia podría usar armas nucleares en el caso de que esté desesperada por ganar o enfrente una derrota inminente, lo que sería probable en el caso de que las fuerzas de Estados Unidos participaran en los combates.
Y Mearsheimer plantea esta tenebrosa evaluación:
Esta peligrosa situación crea un poderoso incentivo de encontrar una solución diplomática a la guerra. Lamentablemente, sin embargo, no se vislumbra ningún arreglo político, ya que ambas partes están firmemente comprometidas con objetivos de guerra que hacen que un acuerdo sea casi imposible. (Énfasis añadido en ambas citas).
Es cierto que no habrá ningún resultado positivo de esta guerra, y muchas posibilidades de un resultado terrible, en el caso de que las cosas permanezcan dentro del ámbito de las personas que decidan por un lado o por el otro. ¡Pero eso no es lo único que la gente puede hacer! Muy temprano en esta guerra, el líder revolucionario Bob Avakian (BA) lanzó el siguiente desafío a aquellos que se niegan a convertirse en un sector desvergonzado descerebrado (o porristas) que animan al imperio estadounidense. Ese desafío es aún más crucial en este peligroso momento:
Lo que hay que hacer, y con urgencia ahora, es oponerse a todos los imperialistas merodeadores y asesinos en masa, y a todos los sistemas y relaciones de opresión y explotación, con un énfasis especial en oponerse a “nuestros propios” opresores imperialistas que cometen sus monstruosos crímenes “en nuestro nombre” y se proponen movilizarnos para que los apoyemos sobre la base de un grotesco chovinismo pro estadounidense, el que es necesario que rechacemos firmemente y contra el que luchemos ferozmente.
Lecturas esenciales sobre Ucrania, de Bob Avakian
UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL E IDIOTECES PELIGROSAS
“GÁNSTERES LEGÍTIMOS” — GÁNSTERES CON ARMAS NUCLEARES
* Versión larga — el panorama más completo