En el comentario de hoy voy a discutir un rumbo muy mala y peligroso que han tomado las protestas de masas en Estados Unidos contra el bombardeo asesino al por mayor de Israel contra el pueblo palestino de Gaza. Se trata de un llamamiento a integrar esta justa lucha en las elecciones de 2024 diciéndole a Biden que perderá su apoyo si sigue apoyando a Israel.

El pasado fin de semana, el 4 de noviembre, decenas de miles de personas de todas las nacionalidades llenaron las calles de Washington, D.C. para protestar contra el apoyo total —militar, político y financiero— de Biden y los demócratas al genocidio israelí contra el pueblo palestino. Esta lucha está despertando a nuevas generaciones y sectores de la población para que levanten la cabeza y vean la verdadera naturaleza de Estados Unidos, y esta línea que arrastra a la gente hacia atrás, hacia recurrir a las elecciones en oposición a su lucha llevará a la gente no sólo a un callejón sin salida, sino al abrazo mortífero del sistema que amenaza no sólo al pueblo de Palestina, sino a toda la humanidad.

Este es un momento en el que el futuro de toda la humanidad pende de un hilo debido al propio funcionamiento del sistema capitalista-imperialista bajo el que vivimos. Un momento que también encierra el potencial de una revolución por un mundo radicalmente nuevo y mucho mejor que aspire a la emancipación de la humanidad en todas partes. Hablaré de ello dentro de un momento.

Pero antes, algunos antecedentes.

A veces los números son sólo números, otras veces pintan un cuadro, indican escala y alcance, y ponen preguntas como: ¿qué hay detrás de los números? ¿Cuál es la causa de estas cifras? ¿Qué hay que hacer al respecto? Esto puede ser trivial, como el equipo de baloncesto de mi ciudad natal, los Knicks de Nueva York, que no han ganado un campeonato en medio siglo a pesar de ser un equipo rico en uno de los mayores mercados deportivos. Los analistas deportivos se pasan horas diseccionando esto. Quejarse de los desventurados Knicks es ya una tradición neoyorquina.

A veces los números importan: El aumento global de la temperatura que amenaza al futuro de la humanidad; el matadero de vidas perdidas y el estancamiento de la guerra de sustitutos entre Estados Unidos y Rusia en Ucrania, sin que ninguno de los bandos se plantee dar marcha atrás, en comparación con el número de armas nucleares que Rusia y Estados Unidos poseen como última amenaza, que de utilizarse podría ser el fin de la humanidad. Las cifras climáticas y el estancamiento frente al uso potencial de armas nucleares plantean la pregunta ¿por qué? Y en este show, hemos demostrado que la respuesta es el CAPITALISMO-IMPERIALISMO — un sistema de competencia despiadada entre las grandes potencias por la explotación y dominación de la gente del mundo.

AQUÍ VAN OTRAS CIFRAS, DE LAS ÚLTIMAS TRES SEMANAS EN GAZA QUE CUENTAN OTRA HISTORIA URGENTE DEL HORROR QUE OFRECE ESTE SISTEMA BAJO EL QUE VIVIMOS... NÓTESE QUE ESTAS CIFRAS SON MÍNIMAS:

Gaza:

• Muertes: Al menos 10.569; Incluidas al menos: 4.324 niños
• Lesionados: Al menos 26.475; Incluidas al menos: 8.663 niños

Cisjordania ocupada:

• Muertes: Al menos 164; incluidas 44 niños
• Lesionados: Más de 2.100

Israel:

• Muertes: Al menos 1.405
• Lesionados: Al menos 5.600

Detrás de estas cifras se encuentran un pueblo, familias, niños: seis muertos por hora, debido a cazas y misiles israelíes a menudo guiados por la inteligencia estadounidense y pagados por Estados Unidos. Las lágrimas, la angustia, la vida de estas personas no cuentan nada para el gobierno israelí y su padrino en el uso mafioso de la palabra, Estados Unidos, el opresor imperialista número 1 en el mundo. De hecho, para el gobierno israelí los palestinos ni siquiera son seres humanos.

El 10 de octubre, el Ministro de Defensa de Israel declaró: “He ordenado el asedio total de la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible, todo está clausurado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”.

Me hierve la sangre que en la mente de demasiados israelíes y gente en Estados Unidos, los niños palestinos —infantes, niños, adolescentes— ni siquiera cuentan... y no obstante se indignan con razón cuando se trate de un niño israelí o un ciudadano estadounidense el que resulte perjudicado... estos son los perversos valores del capitalismo-imperialismo.

A menudo en estos días se oye a la gente, especialmente a los estudiantes, hablar del capitalismo y de verlo como un problema. Pero: ¿Qué es el capitalismo-imperialismo? Bob Avakian definió el imperialismo hace décadas, y lo que dijo está en el manual para la revolución, Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian:

Imperialismo quiere decir enormes monopolios e instituciones financieras que controlan las economías y sistemas políticos —y la vida de la gente— no solamente en un país sino en todo el mundo. Imperialismo quiere decir explotadores parasíticos que oprimen a centenares de millones de personas, condenándolas a incalculable miseria; financistas parasíticos capaces de hacer pasar hambre a millones simplemente presionando una tecla de una computadora y trasladando de esa manera grandes cantidades de riqueza de un lugar a otro. Imperialismo quiere decir guerra —guerra para suprimir la resistencia y rebelión de los oprimidos, y guerra entre los estados imperialistas rivales—, quiere decir la capacidad de líderes de estos estados de condenar a la humanidad a increíble devastación, quizás hasta la aniquilación total al oprimir un botón.

El imperialismo es el capitalismo en la etapa en que sus contradicciones básicas han alcanzado un nivel extremadamente explosivo. Pero el imperialismo también significa que habrá revolución —el levantamiento de los oprimidos para derrotar a sus explotadores y atormentadores— y que esta revolución será una lucha mundial para barrer a ese monstruo global, el imperialismo. (Lo BAsico 1:6)

Con esto como base, quiero hablar brevemente en este comentario de la forma en que esta lucha está impactando el terreno político — cómo está configurando el modo de pensamiento de grandes sectores de la población que están profundamente preocupadas e indignadas por el horror que se está llevando a cabo contra los más de dos millones de palestinos internados —sí, encarcelados— en la zona más densamente poblada del mundo, en gran medida indefensos ante los incesantes bombardeos y el asedio que les ha negado los elementos básicos de la vida —alimentos, agua, atención médica, combustible, electricidad y, en consecuencia, atención médica—, con algunas cirugías realizadas al aire libre y, para muchos, sin anestesia.

Como dije al principio de este comentario, el fin de semana pasado asistimos a una de las mayores concentraciones contra el asalto genocida a Gaza, centrada en el papel de Biden y en el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel. Desde el escenario de la manifestación se dijo que la gente debería abstenerse de votar por Biden en las elecciones presidenciales de 2024. Esto se hizo eco a un llamamiento de algunos cuantos congresistas demócratas progresistas que están desafiando a Biden —oponiéndose al apoyo de Estados Unidos a Israel— que han estado diciendo que lo recordaremos en 2024. Y por ello los han atacado desde todos los sectores de la clase dominante.

Pero esta línea drenará la vida de la indignación contra el papel criminal de Estados Unidos en el apoyo a Israel llevándolo a una necia estrategia electoral sin salida. Y más aún, esto desviará a la gente de examinar más a fondo el sistema, de llegar a ver que lo que está impulsando el apoyo de Estados Unidos a Israel es el sistema capitalista-imperialista y, por medio del trabajo de los revolucionarios de revcom y este show, de empezar a ver que únicamente una revolución real emancipadora basada en el nuevo comunismo encierre la perspectiva de una forma emancipadora completamente nueva en la que podríamos vivir, yendo más allá de todos los horrores que asuelan a la humanidad hoy.

Escuchen a Nihad Awad, el jefe del CAIR —el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses— hablar en la manifestación del 4 de noviembre:

Nihad Awad: Sin alto el fuego, no habrá votos. Sin alto el fuego, no habrá votos. Sin votos en Michigan. Sin votos en Arizona. Sin votos en Georgia. Sin votos en Nevada. Sin votos en Wisconsin. Sin votos en Pensilvania. Sin votos en Ohio. No habrá votos para usted en ningún sitio si usted no llama a un alto el fuego ahora. ... Haremos oír nuestras voces cada vez más. En noviembre, recordaremos. En noviembre, recordaremos.

La única palabra positiva que pronunció una docena de veces fue la palabra ¡NO!, pero no como él quería dar a entender. Precisamente lo opuesto a lo que se necesita. No a la basura electoral burguesa y, SÍ a la Revolución.

La realidad es que todos los sectores de la clase dominante, excepto un pequeño número de congresistas, apoyan cabalmente a Israel. El fascista Partido Republicano de Trump y el Partido Demócrata, y sí, incluso Bernie Sanders. ¿Por qué? Primero, un poco de historia:

Israel es un país que se fundó, con el respaldo de grandes potencias imperialistas, como un estado racista, supremacista judío, hace 75 años, sobre la base de la limpieza étnica horrorosa — con matanzas y violaciones en masa de palestinos y la destrucción de aldeas palestinas enteras, expulsando a las masas de palestinos de sus tierras e incorporando esas tierras en el territorio cada vez más extendido de lo que se convirtió en el estado de Israel (que nunca existió antes de la Segunda Guerra Mundial). Y ahora Israel, con el respaldo total de los imperialistas estadounidense, está cometiendo de manera abierta el genocidio contra los palestinos. (Bob Avakian, Algunas verdades básicas sobre la guerra israelí contra Palestina con apoyo estadounidense)
 

Ahora bien, si usted ha estado prestando atención a esta lucha, habrá oído que Biden y su secretario de Estado Anthony Blinken pronuncian palabras de preocupación por los palestinos en Gaza. Han llamado a una pausa en la matanza para permitir que pase un poco de “ayuda humanitaria”, sólo para que las palizas comiencen de nuevo. Es como las escenas de torturas en las películas: el torturador a golpes deja inconsciente a la víctima, éste luego lanza un cubo de agua para reanimar al prisionero, sólo para comenzar de nuevo la tortura.

La forma de entender estas piadosas palabras de preocupación por la vida de los palestinos provenientes de los colmillos empapados de sangre de Biden y Blinken es que tienen que hacer lo que el sistema que presiden, el sanguinario sistema del capitalismo-imperialismo, les exige que hagan, pero no quieren decirlo. Porque para engañar a la gente en Estados Unidos y por todo el mundo necesitan fingir que defienden la “libertad” y los “derechos humanos”. Quizá hasta crean que sus bombardeos mortíferos son... bueno, digámoslo tal como está, el “costo de hacer negocios”. 

Necesitan y quieren que usted crea que hacen lo que hacen por la más noble de las razones, ocultando la verdadera realidad de que son los despiadados ejecutores de un imperio imperialista que están compelidos a dominar a la gente por todo el mundo, lo que incluye contender con otros rivales gánsteres imperialistas como Rusia y China. 

Una vez más, desviar la justa indignación de las protestas de masas hacia basuras electorales impide que la gente que está levantando la cabeza se oponga resistencia al brutal genocidio sangriento que se está cometiendo en su nombre, que no vea y no busque la verdadera causa de las atrocidades en Gaza en el sistema capitalista-imperialista, y no vea y no busque la respuesta en una revolución real dirigida por la visión emancipadora de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte — un plano para una nueva sociedad en el camino a superar todas las formas de explotación y opresión.

Hay un importante artículo en nuestro sitio web revcom.us de Bob Avakian, titulado muy acertadamente:

LOS PROCESOS CONTRA EL FASCISTA DONALD TRUMP,
Y LA NATURALEZA CRIMINAL DE ESTE SISTEMA ENTERO 
O: No se dejen tomar por tontos por los alardes de Trump o por las poses de los demócratas como defensores de la justicia — Necesitamos una revolución y un sistema fundamentalmente diferente y mucho mejor.

En este artículo BA escribe:

Debajo de la apariencia externa de una “respetabilidad” (y hasta del aura de una “dignidad solemne”) que rodea a muchos de los “dirigentes” de Estados Unidos, se tiene la realidad de la mentalidad verdaderamente perversa y demente que se requiere que alguien tenga —o que esté compelido a adquirir— a fin de servir como altos funcionarios de este sistema.

La amarga ironía para esa gente progresista, incluidos muchos de la comunidad palestina que están llamando a Biden y a los demócratas a que “no olviden” lo que está haciendo, es que a la hora de las elecciones, Biden (o quizás algún otro demócrata) se enfrentará a Trump (o a otro republicano fascista) y en tal caso, ¿qué va a hacer? Así que, la gente se encontrará frente a la cínica línea en boca de los demócratas y sus promotores de que las cosas serán aún peores en el caso de la elección de Trump, así que ¿de veras quiere ayudar a que Trump gane las elecciones al no votar por Biden? Le están tomando el pelo. Y lo que es peor, al seguir esta gastada y trillada línea, en realidad se está jugando con la vida y el futuro de los palestinos, y aún más con el futuro de la humanidad, porque el horror de lo que está ocurriendo en Gaza puede ser una llamada de atención para que la gente se ponga seria, vea la naturaleza de la bestia de este sistema y se organice para una revolución liberadora real en Estados Unidos y en todo el mundo.

Cuando se está rasgando el velo de Estados Unidos como fuerza para el bien —abriendo grandes boquetes en su disfraz—, ya es hora de sacudir y despertar a todos los sectores de la población, especialmente a los más oprimidos y a los jóvenes más ampliamente para que vean la naturaleza de la bestia que oprime a la gente en Estados Unidos y en todo el mundo y para que se organicen ahora para lo único que podría importar más que nada, una revolución real para liberar a la humanidad.

Toda la clase dominante está detrás de Estados Unidos e Israel. Ya es hora de ponerse serios y ser reales y entrarle a Bob Avakian y a la revolución que necesitamos con urgencia. Él ha escrito que “todo lo que está pasando con la situación que se desenvuelve en torno a Palestina e Israel, junto con la presión por parte de Biden para intensificar el peligro de una guerra con Rusia y China, y la manera en que esta situación arroja más luz sobre la propia naturaleza del capitalismo-imperialismo estadounidense — pone de relieve una vez más la verdad crucial” de su declaración:

Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas dominen al mundo y determinen el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes.