No lo sabrías al escuchar a los candidatos demócratas para el cargo, pero en este momento el partido republicano fascista, que ahora controla los estados en todo el Sur y gran parte del Medio Oeste, está acelerando radicalmente sus medidas para despojar a los negros, latinos, indígenas y otros oprimidos del derecho al voto.
Los fascistas lo están haciendo bajo el pretexto completamente falso de detener el “fraude electoral” (que es prácticamente inexistente) y los “votantes ilegítimos” (su palabra en clave para las personas que no son blancas). Si tiene éxito, sería un paso significativo hacia atrás, hacia una forma fascista de ciudadanía de segunda clase del siglo 21 para los negros en particular, en un momento en que para la clase dominante de este sistema capitalista-imperialista completamente racista, grandes sectores de éstos “no sirven para nada”.
Y aquí hay una ironía, o una contradicción: en la mayoría de las circunstancias en este sistema, el voto en sí no tiene sentido; lo único que decide es quién administrará la explotación y la opresión que es la vida diaria en este sistema, en Estados Unidos y de una manera más horrible en todo el mundo. Pero el derecho de votar es significativo, porque si se elimina, se convierte en ley la noción de que hay dos clases de ciudadanos en Estados Unidos: aquellos que “se merecen” los derechos básicos y aquellos que no. Así funcionó Estados Unidos durante mucho, mucho tiempo, hasta que la gente derramó su sangre para cambiarlo. Y así estos fascistas están maniobrando para hacerlo de nuevo, pero en una escala mucho peor.
Bob Avakian sobre: La defensa del derecho de votar... y por qué tener el derecho de hacer algo no es lo mismo que decir que deberías hacerlo - corto en inglés de la película REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: Un Diálogo entre CORNEL WEST y BOB AVAKIAN
Los ataques fascistas contra el derecho de votar se extienden e intensifican en todo el país
Los republi-fascistas de todo el país están trabajando diligentemente para corromper y controlar el proceso electoral. Están amenazando con la violencia de chusmas. Algunos de ellos están declarando de antemano que no aceptarán ningún resultado que no sea su propia victoria1. Suprimir el voto de muchas personas negras, latinas e indígenas es fundamental para sus esfuerzos. En los últimos dos años, un maremoto de legislación electoral restrictiva se ha extendido por todo el país. Estos fascistas están maniobrando para utilizar todo el poder del gobierno para aplastar cualquier oposición a su gobierno y, como ha escrito Bob Avakian, para restaurar “la ‘grandeza’ mitológica de Estados Unidos sobre la base de la supremacía blanca agresiva, la supremacía masculina cruda y brutal y la supresión de las personas LGBT, la xenofobia (el odio y persecución a los extranjeros e inmigrantes...)”. En Florida, el gobernador republi-fascista Ron DeSantis ha azuzado a la policía en una “salva de apertura”, con el arresto de personas negras que habían cumplido condena en prisión y con acusaciones de ‘votar ilegalmente’, a pesar de que habían sido autorizados a votar por funcionarios estatales. En el condado de Harris, Texas (Houston), los republi-fascistas desarrollaron un plan para “reclutar … 10.000 observadores electorales desde los suburbios del condado de Harris, luego desplegarlos en vecindarios predominantemente negros e hispanos en el centro de Houston”, donde, afirma, “se está produciendo fraude”. Este verano, algunos de estos fascistas tocaron puertas en Sunnyside, un vecindario predominantemente negro, y le dijeron a la gente que firmara declaraciones sobre los votantes empadronados que vivían en la dirección bajo pena de perjurio”.
El objetivo de los fascistas en todo esto NO es simplemente “ser elegidos” o “aprobar sus políticas” — sí, es eso, pero aún más, pretenden convertir el aparato estatal en un aparato represivo cualitativamente más duro destinado a meter a las mujeres, los negros, los inmigrantes, las personas LGBTQ y otras personas oprimidas en una posición aún más suprimida que antes, y violar el estado de derecho cuando les plazca, reprimiendo aún más violentamente cualquier desafío a su gobierno.
Los demócratas: peor que inútiles
¿Qué han estado haciendo los demócratas —esos autoproclamados paladines del derecho de votar de los negros y otras personas oprimidas— sobre todo esto, mientras los nubarrones de tormenta que se avecinan de supresión de votantes y negacionismo dejan muy claro “hacia dónde sopla el viento”? Nada y peor que nada. Hicieron un débil esfuerzo para promover una ley federal de derecho de votar, ¡que el mismo Biden declaró que estaba “condenada” cuando estaba a punto de someterse a votación! De manera aún más escandalosa, los demócratas invirtieron 19 millones de dólares para apoyar las campañas de algunos de los republi-fascistas más fanáticos en las elecciones preliminares recientes, con la esperanza de que obtener un candidato republicano más abiertamente fascista les permitiría “motivar” a la gente para que vote diciendo: “Fíjese, si no votan por nosotros, terminarán con ellos, y bien eso no es lo que ustedes quieren, ¿verdad?”
Pero, ¿por qué los demócratas han proseguido un camino tan aparentemente derrotista? Porque están más dispuestos a vivir y coexistir con una forma de gobierno totalmente fascista que arriesgarse a una confrontación abierta con las fuerzas fascistas. Tal confrontación requeriría despertar a las masas de personas a las que supuestamente pretenden representar (mujeres, negros, latinos, indígenas, inmigrantes, personas LGBTQ, etc.) de una manera que supondría el riesgo de que las cosas se salgan de control y debiliten el dominio global de Estados Unidos.
Las tonterías de tal calibre destacan la importancia de difundir y luchar por el siguiente principio de “ESTE ES UN MOMENTO POCO COMÚN EN QUE LA REVOLUCIÓN SE VUELVE POSIBLE — POR QUÉ ES ASÍ, Y CÓMO APROVECHAR ESTA OPORTUNIDAD POCO COMÚN” de Bob Avakian:
En lugar de ser una cola del burro demócrata —con sus esfuerzos por mantener en marcha este sistema monstruoso, y lidiar con el creciente peligro fascista, apoyándose en los “procedimientos normales” de este sistema y los fútiles esfuerzos por “curar las divisiones” que se están profundizando día a día—, es necesario que las personas trabajen para la revolución que se necesita con urgencia, y lidien con el peligro fascista como parte de hacer eso.
Necesitamos acumular la base para derrocar este sistema podrido
El derecho de votar de los negros se incluyó en la Constitución de los Estados Unidos hace 152 años. Se necesitó la Guerra Civil, con más de 700.000 muertes, para eliminar la esclavitud, otorgar ciudadanía por nacimiento a los negros y establecer este derecho básico en la ley. Pero después de la breve era de la Reconstrucción, este derecho se topó con una oposición feroz, a menudo asesina, desde todos los niveles del gobierno, turbas de linchamiento de justicieros del KKK [Ku Klux Klan] y leyes supremacistas blancas que pusieron obstáculos en el camino de los negros que intentaban ejercerlo. Muchas generaciones libraron valientes y heroicas batallas para establecer y extender el derecho de votar en la práctica, no solo en el papel.
Una vez más, votar no es la forma de obtener un cambio fundamental en esta sociedad; pero el derecho de votar es un derecho esencial de la ciudadanía. Quitarlo abre la puerta a quitar cualquier otro derecho. Los ataques contra el derecho de votar de los negros, los indígenas y los latinos representan un gran salto hacia un régimen supremacista blanco mucho, mucho más cruel y descarado. Como parte de construir el movimiento para la revolución y de hacer retroceder la embestida fascista, es importante apoyar y defender a aquellos que están objeto de injustos ataques a sus derechos.
¡No hay vuelta atrás a la ciudadanía de segunda clase! ¡A derrotar los ataques al derecho de votar!
¡Este sistema imperialista no le ofrece ningún futuro a la humanidad!
Ya es hora de organizarse para una revolución real
Vea también:
Crimen Yanqui Caso #11 (Primera parte): La violenta supresión del derecho a votar del pueblo negro
Crimen Yanqui Caso #11 (Segunda parte): De 1965 al día de hoy: El destripamiento de la Ley del Derecho al Voto y la privación de derechos a millones de negros

Selma, Alabama, 7 de marzo de 1965: Agentes de policía atacan violentamente a una manifestación por el derecho de votar, en lo que se conoce como el “Domingo Sangriento”. Foto: AP
Lea todas las entregas de esta serie.