A raíz de las acusaciones de que las tropas rusas están matando a civiles en Ucrania, en Estados Unidos la clase dominante capitalista-imperialista y los medios de comunicación que canalizan sus intereses están utilizando (literal y figurativamente) esos informes como armas. Su objetivo es movilizar a la opinión pública a favor de nuevas medidas para aislar a Rusia y escalar la guerra en Ucrania, con consecuencias potencialmente catastróficas para la humanidad. (Vea Sobre el peligroso, temerario e intolerable redoble de tambores para una “zona de exclusión aérea” en Ucrania.)
Primer hecho: en el departamento de crímenes de guerra, ninguna fuerza en la historia ni siquiera ha perpetrado una cantidad parecida de estos crímenes como lo han hecho los gobernantes de Estados Unidos (saldrá un reportaje próximamente sobre este tema). Y ninguna fuerza en la historia le gana en beligerancia a los gobernantes de Estados Unidos al aplicar un estándar de crímenes de guerra a sus rivales, mientras ellos mismos hacen o facilitan que se haga exactamente lo mismo. Lo están haciendo ahora mismo al armar y facilitar crímenes de guerra en Yemen por parte de sus aliados en el Medio Oriente.
Pero además de la hipocresía obscena que implica cuando Estados Unidos tacha de criminales de guerra a cualquiera, Estados Unidos está construido literalmente sobre crímenes contra la humanidad justificados de rutina con falsos pretextos.
¿Hipérbole?
- ¡En su documento de fundación, los gobernantes de Estados Unidos justificaron el genocida asesinato en masa de los pueblos indígenas y el robo de sus tierras calificando de criminales de guerra a los pueblos indígenas! Su Declaración de Independencia calificó a las personas que estaban masacrando de “despiadados indios salvajes, cuya conocida regla de lucha es la destrucción sin distinción de edad, sexo ni condición”.
- Han invocado reiteradamente acusaciones de violación (o incluso simplemente de palabras o toqueteos “inapropiados”) para incitar y justificar el espantoso linchamiento público de miles de negros y para instigar el asesinato racista en masa de personas negras.
Cuando los gobernantes de Estados Unidos acusan a otros países de “crímenes de guerra”, lo hacen para promover sus intereses como opresores y explotadores globales y, a menudo, para prepararse para cometer crímenes de guerra:
- “Recordemos el Maine”. El acorazado estadounidense Maine explotó el 15 de febrero de 1898 en el puerto de La Habana, cuando Cuba aún era una de las colonias de España. Nunca hubo ninguna evidencia de que las fuerzas españolas estuvieran involucradas en esta explosión, pero esto no impidió que las fuerzas pro-guerra de la clase dominante estadounidense publicaran dibujos en primera plana que “mostraban” la manera en que las fuerzas españolas habían colocado minas en el casco del barco. Al grito de “¡Recordemos el Maine!”, el gobierno de Estados Unidos se apresuró a entrar en guerra para arrebatarle un imperio a España, apoderándose de Cuba, Puerto Rico, Guam y las Filipinas.
- El “Incidente del Golfo de Tonkín”. El 4 de agosto de 1964, Estados Unidos dijo, sin ninguna evidencia concreta, que Vietnam del Norte había lanzado dos ataques sin provocación contra la flota estadounidense en el Golfo de Tonkín. De hecho, la CIA estaba atacando a instalaciones costeras de Vietnam del Norte, por lo que cualquier confrontación que se diera hubiera sido provocada por Estados Unidos, y el segundo “incidente” nunca tuvo lugar. En “respuesta” a estos “incidentes” inventados, el Congreso de Estados Unidos aprobó la “Resolución del Golfo de Tonkín”, que autorizó el despliegue masivo de tropas estadounidenses hacia el sur de Vietnam. Eso fue el comienzo de la escalada extrema de la guerra que condujo a la muerte de millones de personas en Vietnam, Camboya y Laos.
- “Las incubadoras en Kuwait”. En 1990, mientras Estados Unidos se preparaba para la primera Guerra del Golfo —la invasión a Irak por parte del presidente George Bush, padre—, las noticias se inundaron con el falso “testimonio” de una kuwaití de 15 años de edad, que decía haber presenciado cuando soldados iraquíes arrancaron a bebés de las incubadoras en un hospital en el Kuwait ocupado por Irak. Bush, padre volvió a contar esta versión en un discurso en enero de 1991, poco antes de bombardear a Irak. Esta mentira sirvió de justificación de una guerra que dejó 200.000 iraquís muertos.
- Las “armas de destrucción masiva” inexistentes. En 2001, el vicepresidente estadounidense Cheney presionó a la CIA para que produjera informes falsos de que Irak tenía armas químicas, biológicas y nucleares de destrucción masiva (ADM) y vínculos con Al Qaeda. Ateniéndose a las mentiras sobre armas de destrucción masiva, Estados Unidos lanzó una invasión a Irak similar a una guerra relámpago. Miles de civiles iraquíes murieron y resultaron heridos en la invasión, y la ocupación estadounidense que le siguió ha sido aún peor. Iraq Body Count documentó entre 168.239 y 187.378 civiles muertos por la violencia, y un total de muertes violentas, incluidas de combatientes, en 251.000 desde 2003 hasta septiembre de 2016.
Cuando los gobernantes de Estados Unidos, de manera muy selectiva y con un historial inigualable de inventar incidentes, acusan de “crímenes de guerra”, lo que quieren decir es: prepárense para que llevemos a cabo crímenes de guerra de calibre mundial, y que al hacerlo, a ustedes los usemos como cómplices tontos.
Para todos los que no estén dispuestos a que sean manipulados de esa manera, se tiene el reto hecho por Bob Avakian:
Lo que hay que hacer, y con urgencia ahora, es oponerse a todos los imperialistas merodeadores y asesinos en masa, y a todos los sistemas y relaciones de opresión y explotación, con un énfasis especial en oponerse a “nuestros propios” opresores imperialistas que cometen sus monstruosos crímenes “en nuestro nombre” y se proponen movilizarnos para que los apoyemos sobre la base de un grotesco chovinismo pro estadounidense, el que es necesario que rechacemos firmemente y contra el que luchemos ferozmente.