El 30 de mayo, la NBC informó que Joe Biden “le dio permiso a Ucrania para utilizar armas estadounidenses para lanzar ataques dentro de Rusia”. Biden autorizó esta medida “discretamente” y no emitió ningún comunicado.
Pero la orden de Biden supone una escalada trascendental. Aumenta enormemente la posibilidad de un combate directo entre dos potencias con armas nucleares, Estados Unidos y Rusia, y el peligro extremo de que ese combate se convierta en una guerra nuclear.
Funcionarios anónimos les dijeron a periodistas que Biden “ordenó a su equipo que se cerciorara de que Ucrania pueda utilizar armas estadounidenses con fines de contraataque en la región de Járkov, para que Ucrania pueda responder a las fuerzas rusas que los están atacando o preparándose para atacarlos”. (Járkov es la segunda ciudad más grande de Ucrania, ubicada cerca de la frontera con Rusia).
Traducción: Estados Unidos está facilitando el lanzamiento de una gran ofensiva en una guerra que ya ha infligido cientos de miles de muertes y bajas a los pueblos ucraniano y ruso, mientras le echan la culpa a sus oponentes.
Se pone aún peor. Al principio, los funcionarios estadounidenses dijeron que la política de Biden restringía el uso de armas estadounidenses únicamente para proteger a Járkov “y las zonas circundantes” contra el armamento ruso “justo al otro lado de la frontera”. Al día siguiente, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken insinuó que Estados Unidos “tal vez rescinda [retire] una prohibición no escrita” contra el uso de armas estadounidenses para ataques más profundos dentro del territorio ruso. Blinken añadió que Estados Unidos “iba a adaptar y ajustar” su política según fuera necesario. Abrió la puerta a la posibilidad de ataques estadounidenses muy al interior de Rusia.
La lógica despiadada del capitalismo-imperialismo
La guerra en Ucrania se inició cuando Rusia invadió a Ucrania en febrero de 2022. Durante más de una década antes de esta invasión, Estados Unidos y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), una alianza militar dominada por Estados Unidos, habían venido avanzando hacia el este, hacia Rusia. Varios países fronterizos con Rusia fueron admitidos a la OTAN. Estados Unidos comenzó a establecer una presencia más abierta en Ucrania. Luego, inmediatamente después de la invasión rusa, Estados Unidos comenzó a canalizar miles de millones de dólares en armas hacia Ucrania, así como inteligencia y asesoramiento estratégico. La guerra se convirtió en una “guerra de sustitutos” para determinar cuál bando, Estados Unidos-la OTAN o Rusia, dominará a Ucrania. Estados Unidos y sus aliados han utilizado a las fuerzas armadas y al pueblo ucranianos para promover sus propios intereses, no los intereses del pueblo ucraniano. Como escribió Bob Avakian aproximadamente un año después del inicio de esta guerra:
Algo que no se puede enfatizar demasiadas veces —sobre todo teniendo en cuenta las mentiras y tergiversaciones en la implacable ofensiva propagandística del imperialismo estadounidense y sus medios de comunicación— es la realidad de que el enfrentamiento entre Estados Unidos-la OTAN, por un lado, y Rusia, por otro, no es un conflicto “entre la democracia y la autocracia”, sino un conflicto entre imperialistas rivales.
En los primeros meses de la guerra, Ucrania pudo hacer que se ralentizara y se detuvieran algunos avances iniciales del ejército ruso. Pero se tambaleó una contraofensiva ucraniana que se inició hace un año. Se inició un empate sangriento y agobiante. Más recientemente, la situación de Ucrania se ha ido deteriorando. Rusia ha estado retomando territorio en el este de Ucrania y amenazando con nuevos avances.
Estados Unidos ha aplicado la política de ejercer la máxima presión sobre Rusia sin hacer frente directamente a las fuerzas rusas y sin permitir que se utilicen armas estadounidenses para atacar a Rusia. Hasta ahora, el “Genocida Joe” Biden ha impedido el despliegue de fuerzas estadounidenses en Ucrania, o el uso de armas suministradas por Estados Unidos para disparar al interior de Rusia. Biden dijo que estas restricciones eran importantes, porque el combate directo entre Estados Unidos y Rusia podría instigar una “tercera guerra mundial”, lo cual es cierto.
Pero como la guerra va mal para Ucrania y sus partidarios imperialistas, Biden, junto con líderes de la OTAN como Emmanuel Macron, presidente de Francia, ahora está dispuesto a correr ese riesgo. Estos monstruos imperialistas están dispuestos a apostar con la vida de millones e incluso miles de millones de personas para impedir que Rusia, su rival igualmente imperialista que también está fuertemente armado con armas nucleares, emprenda avances estratégicos en esta guerra. Esto es una locura asesina. Pero es la lógica despiadada de “expandirse o morir” del capitalismo-imperialismo.
El clamor por una escalada
Otros líderes de la OTAN también están clamando por una escalada de la agresión contra Rusia. La ministra de Asuntos Exteriores holandesa dijo la semana pasada: “Si [Ucrania tiene] el derecho a la defensa propia, no hay fronteras para el uso de armas. Este es un principio general”. Ella estaba argumentando que la OTAN no debería preocuparse sobre cruzar la frontera entre Ucrania y Rusia para atacar a Rusia. Aparentemente, no consideraba que el mismo “principio general” pudiera aplicarse a Rusia en sus ataques a los países de la OTAN. Los informes indican que Francia pronto enviará entrenadores militares a Ucrania, lo que la convertiría en el primer país de la OTAN en “desplegar públicamente soldados sobre el terreno” ahí. Macron quizá anuncie esta medida la semana entrante cuando Volodymyr Zelenski, el presidente de Ucrania, esté en Francia para conmemorar el 80º aniversario del Día D, un acontecimiento central en la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que la presencia de soldados franceses en Ucrania representaría una escalada significativa hacia un conflicto global, y que los “asesores” franceses serían objetivos legítimos para las fuerzas rusas. Como informó Revolución la semana pasada, hace poco Rusia realizó ejercicios de despliegue de armas nucleares cerca de su frontera con Ucrania. Esta semana, mientras Biden y otros líderes occidentales amenazaban con enfrentamientos militares directos con Rusia, Dmitry Medvedev, un miembro líder del consejo de seguridad de Rusia, dijo que Estados Unidos cometería un “error crucial” si pensara que Rusia no está lista para usar esas armas: “Esto, por desgracia, no es ni intimidación ni un blofeo”.
Bob Avakian: ¡Libérese de la GFT! La Gran Falsedad Tautológica
Vídeo en inglés. Para leer el texto en español, haga clic aquí.
Lo que se necesita por los intereses de la humanidad
Toda esta situación es un montón de trapos empapados de gasolina a la espera de un fósforo. Sólo que este “montón de trapos” contiene armamento nuclear y “convencional”, en un enorme paisaje erizado de fuerzas terrestres, aéreas y navales en conflicto, crepitando de continua guerra electrónica y espionaje. Podría prenderse en un combate aún más catastrófico (intensamente violento) en cualquier momento, ya sea por medio de decisiones conscientes, comunicaciones equivocadas o incluso por “accidente”. Los peligros y riesgos para la humanidad son indudablemente muy altos. Las palabras que Bob Avakian escritas en una etapa anterior de esta guerra nunca han sonado más ciertas:
Lo que hay que hacer, y con urgencia ahora, es oponerse a todos los imperialistas merodeadores y asesinos en masa, y a todos los sistemas y relaciones de opresión y explotación, con un énfasis especial en oponerse a “nuestros propios” opresores imperialistas que cometen sus monstruosos crímenes “en nuestro nombre” y se proponen movilizarnos para que los apoyemos sobre la base de un grotesco chovinismo pro estadounidense, el que es necesario que rechacemos firmemente y contra el que luchemos ferozmente.