De la redacción: Como señala esta actualización de nuestro corresponsal voluntario, cientos de miles de iraníes, especialmente mujeres, estudiantes y jóvenes, siguen demostrando un valor, una notable creatividad y determinación frente a la represión asesina del régimen islámico, y desde todos los sectores de la población llama a poner fin al régimen.
En este contexto, la orientación de la declaración del Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta), A la gente del mundo: ¡Hagan suyo el clamor por la revolución proveniente de Irán!, es de continua y decisiva importancia, y llamamos la atención a nuestros lectores sobre ella. Se emitió con motivo de las protestas a nivel mundial en apoyo al levantamiento en Irán el 22 de octubre. Como ha escrito el PCI (mlm):
Para eliminar por fin al sufrimiento aparentemente interminable del pueblo de Irán, se requiere una revolución real, hecha por millones de personas y dirigida por una vanguardia revolucionaria con el objetivo de derrocar al régimen fascista teocrático islámico y liberar a Irán del tejido asesino del sistema capitalista-imperialista. Para eso, se requiere una revolución comunista y establecer una “Nueva República Socialista”1.
A medida que se apoya el levantamiento justo en Irán, también es crítico oponernos a los esfuerzos imperialistas de aprovechar la situación para promover sus propias agendas reaccionarias, especialmente la de Estados Unidos, lo que ha causado tanto sufrimiento y muerte en Irán y el Medio Oriente. ¡Los imperialistas estadounidenses no son y nunca serán una fuerza para el bien en el mundo! Y es necesario oponerse a todos los llamados a una intervención respaldada por Estados Unidos, junto con los lacayos de Estados Unidos como los monárquicos y los llamados “demócratas liberales”.
El feroz levantamiento del pueblo iraní continúa, ahora por octava semana consecutiva. Cientos de miles de iraníes, de diferentes regiones, diferentes capas sociales y con diferentes políticas, siguen protestando y librando una lucha muy aguda contra la reaccionaria República Islámica — a la vez que el régimen recurre a una cada vez más depravada violencia, represión y demagogia para mantener su bárbaro dominio.
En formas importantes, el viernes 4 de noviembre ilustró esta batalla compleja y creciente, que abarca a diferentes fuerzas dentro y fuera de Irán.
Esta fecha se cumple el 43º aniversario de la toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán en 1979 por estudiantes iraníes partidarios del ayatolá Jomeini y la República Islámica que éste fundó y encabezó2.
El viernes 5 de noviembre, los dirigentes de la República Islámica aprovecharon el aniversario para movilizar a su base social (según informes en unas 100 ciudades), para alardearse como fuerza “antiimperialista” en un esfuerzo por volver a articular su legitimidad y denunciar el levantamiento como una conjura extranjera.
La noche anterior en un mitin de campaña en Estados Unidos, el presidente Biden le dijo a un grupo de estadounidenses de origen iraní: “No se preocupen, vamos a liberar a Irán”. Los imperialistas estadounidenses, incluido Biden, han infligido un sufrimiento masivo al pueblo de Irán y el Medio Oriente, tal como lo documenta la Página de recursos especial de revcom.us sobre Irán. Ahora estos depredadores globales buscan utilizar el levantamiento en Irán para promover sus propios objetivos imperialistas, no para “liberar” al pueblo iraní ni a nadie más.
No obstante, el viernes 5 de noviembre, el presidente de Irán, Raisi, aprovechó el comentario de Biden para lanzar otra retórica demagógica, y declaró: “Irán fue liberado hace 43 años, y está decidido a no volver a ser su cautivo”3.
Esta movilización reaccionaria a favor del régimen tuvo lugar frente a un escalamiento de la violencia y represión del estado contra el levantamiento. El régimen ahora dispara con más frecuencia directamente a las manifestaciones, incluidas a las conmemoraciones fúnebres. Amenaza a médicos, e incluso mató a uno, por alzar la voz o tratar a los heridos. El régimen anunció cargos contra más de mil manifestantes, entre ellos muchos estudiantes e incluso niños, algunos de los cuales conllevan pena de muerte. Ha levantado y detenido en rastrillajes a artistas, periodistas, abogados, activistas de derechos humanos, atletas y otras personas de conciencia. Dos raperos prominentes han sido arrestados y uno podría enfrentar una pena de muerte4. (Vea el posteo acompañante sobre el rapero Toomaj Salehi, en inglés).
En total, más de 300 manifestantes han sido asesinados hasta ahora y más de 14.000 han sido encarcelados, y el derramamiento de sangre está lejos de terminar. En un video, uno de los esbirros del régimen amenaza: “Daremos nuestra sangre, juraremos por Dios que si tenemos que hacerlo, incluso decapitaremos a nuestras propias esposas e hijos” a fin de aplastar el levantamiento.
Desafío ante asesinatos gratuitos
Cientos de miles de iraníes siguen desafiantes ante esta racha de represión y muchos están aún más decididos a ver la caída de la odiada teocracia islámica. Las protestas continuaron en diferentes formas en diferentes lugares en los días posteriores a las amenazas de los Guardianes de la Revolución y previo al aniversario del 4 de noviembre.
Un frente de la lucha: la gente reunida para llorar a los asesinados en septiembre y octubre y descargar su ira contra el régimen a los 40 días del asesinato de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad. Tales protestas tuvieron lugar en al menos 10 ciudades el jueves 3 de noviembre5.
El 4 de noviembre, a medida que el régimen movilizaba a sus seguidores, se celebraron grandes protestas antigubernamentales en ciudades de las provincias sudorientales de Sistán y Beluchistán, así como en otras ciudades a lo largo del país, en que los manifestantes a menudo chocaron con las fuerzas de seguridad. Las protestas contra el régimen continuaron entrada la noche, en más de una docena de ciudades, no obstante que el régimen asesinaba a los manifestantes en las calles6.
La batalla arde en los apartamentos Shahrak Ekbatan de Teherán: “Perdiendo el miedo a las autoridades sin nada que perder”
La batalla de estire y afloje de una semana de duración en el complejo de apartamentos Shahrak Ekbatan de Teherán, hogar de unas 50.000 personas, da una idea de la amplitud y determinación de la rebelión y la incapacidad del régimen, hasta ahora, para acabar con ella. Las protestas han tenido lugar allí todas las noches durante las últimas seis semanas. Hombres y mujeres jóvenes se reúnen en los espacios comunes afuera coreando “Libertad, libertad” y “El fin está aquí, dictador”, mientras “miles de otros inquilinos corean consignas contra las autoridades desde las ventanas de sus apartamentos”.
Las fuerzas de seguridad han respondido con redadas, disparos a las ventanas y el lanzamiento de granadas de aturdimiento adentro del complejo, lo que ha dejado puertas rotas, vidrios hechos añicos, escombros y azulejos manchados de sangre. Decenas de inquilinos de Shahrak Ekbatan, en su mayoría hombres y mujeres jóvenes que protestaban, han sido golpeados, baleados y apiñados en vagonetas rumbo a los centros de detención. Una redada del régimen el domingo 30 de octubre representó un nuevo nivel de violencia — incluso contra aquellos que estaban en casa y no habían sido parte de las protestas, incluidas personas de la tercera edad, enfermos e incluso niños.
“Muchos jóvenes iraníes dicen que han perdido su temor por las autoridades y no tienen nada que perder. En algunos casos, los manifestantes se han defendido, han perseguido a las fuerzas de seguridad con piedras, arrojado cócteles molotov, incendiado motocicletas de la policía y golpeado a los agentes”7.
Mujeres, estudiantes, jóvenes y nacionalidades oprimidas: fuerzas impulsoras del levantamiento
Continúan los feroces enfrentamientos en la provincia noroccidental del Kurdistán y en la provincia sudoriental de Sistán y Beluchistán. Y a lo largo de Irán, los estudiantes universitarios han sido una fuerza impulsora que ha mantenido el ímpetu de las protestas. En más de 130 universidades en todo Irán, se han celebrado protestas, y unos 400 universitarios han sido arrestados. Con el flujo y reflujo de las protestas callejeras frente a la represión estatal, los universitarios han hecho mucho para mantener el impulso del movimiento8.
En respuesta, la República Islámica persigue cada vez más a estudiantes, profesores y personal de las universidades en Irán. Los estudiantes han sido arrestados, golpeados, baleados y asesinados. Se ha expulsado a los estudiantes que protestan y se presiona a los maestros para que delaten a los estudiantes que se manifiestan. El régimen ha enviado agentes encubiertos para espiar y perseguir a los manifestantes.
Pero las protestas han continuado. El martes 1º de noviembre, estudiantes de universidades de todo Irán se declararon en huelga y organizaron plantones. Videos en línea muestran a hombres y mujeres jóvenes juntos al interior de las escuelas, en los patios y en las vías dentro o cerca de los campus de la capital, Teherán, y otras ciudades.
Los estudiantes se arriesgan a ser expulsados, agredidos y/o arrestados para poder almorzar en colectivo y congregarse —lo que representa un ataque directo a la segregación de género, que es uno de los pilares patriarcales del gobierno fundamentalista islámico— y a veces, para hacerlo, literalmente derriban muros o barreras. Cuando las autoridades han clausurado los comedores de los campus, los estudiantes se han congregado afuera para hacer picnics de protesta.
En formas nacientes, el levantamiento ha cambiado radicalmente la manera de pensar y sentir de estos estudiantes. “Desde que tengo memoria, siempre quise y no pude hacer nada [sobre el régimen y sus políticas] porque estaba sola. Ahora siento que estamos unidos”, dijo una joven.
Otro dijo: “Supongo que también tenemos algo de esperanza porque, antes de que se iniciaran estas protestas, muchos estudiantes de mi edad planeaban emigrar... Y supongo —al menos hablo por mí mismo— que tengo esperanzas de poder quedarme aquí. Estamos luchando para que no tengamos que dejar atrás a nuestro país, que no tengamos que dejar atrás a nuestra familia. Y estamos luchando para que podamos construir nuestras vidas aquí. Un mundo sin la República Islámica es un mundo mejor para todos”9.
Hay gran potencial en tales sentimientos, pero la situación en Irán es muy compleja y fluida — en sentidos político e ideológicos. Distintas fuerzas políticas luchan por dirigir y encaminar esta valiente rebelión hacia sus propios fines. Esto incluye a las fuerzas de la diáspora iraní que exigen que Estados Unidos y otras potencias imperialistas aumenten su presión sobre la República Islámica y que incluso intervengan. Esto incluye a personas como Reza Pahléví, el hijo del difunto cha genocida pro estadounidense que fue derrocado en 1979 y fue reemplazado por el régimen islamista. Pahleví, que tiene una base de masas de miles de simpatizantes, ha llamado a que Estados Unidos y otras potencias respalden el cambio de régimen en Teherán, aunque sin intervención militar.
Esto vuelve a subrayar la gran urgencia de difundir la dirección y el análisis para una revolución real y un futuro liberador para Irán y para el mundo que está dando el Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta).
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