El viernes 17 de marzo, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, acusándolo de crímenes de guerra por el secuestro y deportación de miles de niños ucranianos durante la guerra que comenzó con la invasión de Rusia en febrero de 2022. Parece que hay evidencia de que Rusia ha llevado a cabo tales secuestros, así como otros crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante la guerra en Ucrania, incluido perseguir y matar a decenas de miles de civiles ucranianos. Rusia está denunciando y desestimando las acusaciones, las que la CPI no tiene poderes para ejecutar1.
El alcance, el momento y la naturaleza pública de las órdenes de arresto de la CPI contra Putin (junto con otro alto funcionario ruso) generaron dudas entre los expertos legales. Un experto británico en derecho internacional, por ejemplo, dijo: “Sin duda habrá muchas preguntas sobre por qué este crimen en particular y por qué la decisión de hacerlo público ahora”. El New York Times escribió que los expertos legales “han notado que la corte [CPI] había estado bajo una intensa presión para actuar contra el Sr. Putin”2.
¿Quién llama a quién criminal de guerra? La invasión estadounidense de Irak en 2003
Pero espérese. ¡Esta orden de arresto y acusación de la CPI por crímenes de guerra se emite en el vigésimo aniversario de la invasión estadounidense de Irak!
¡Esa invasión y la ocupación que le siguió fueron un caso clásico de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, llevados a cabo por Estados Unidos, a una escala masiva!
Estados Unidos invadió a Irak, sin provocación, basándose en la afirmación falsa de que el Irak de Sadam Husein representaba una “amenaza” para Estados Unidos porque tenía “armas de destrucción masiva” y estaba vinculado a Osama bin Laden y Al Qaeda y, por lo tanto, estaba involucrado en los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Los gobernantes estadounidenses sabían que estas justificaciones para la guerra eran mentiras descaradas. Su invasión fue un acto flagrante y descarado de agresión imperialista, el máximo crimen de guerra de la guerra de agresión3.
Como si eso no fuera suficientemente criminal, Estados Unidos llevó a cabo más crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante sus años de ocupación, incluida la tortura generalizada y un saldo masivo de 300.000 o más muertos directamente en los combates (e indirectamente más de 600.000 muertos debido a la destrucción causada por la guerra). Un solo ejemplo de estos horrendos crímenes: el ataque masivo por aire y tierra de las tropas estadounidenses en Faluya, una ciudad densamente poblada de 300.000 habitantes4.
Y de parte de Estados Unidos, los soldados, policía militar (MP) y agentes de la CIA torturaron rutinariamente a los prisioneros iraquíes. Imágenes que aparecieron más tarde mostraban a hombres iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, generalmente desnudos con sofocantes capuchas sobre la cabeza, a los cuales brutalizaban y humillaban policías militares, quienes posaron en estas fotografías de trofeo con amplias sonrisas, burlándose de los prisioneros. En una foto, se muestra a un iraquí encapuchado que se balanceaba sobre una caja pequeña, con cables atados a los dedos; lo obligaban a permanecer de pie durante horas y le decían que si se cayera por agotamiento, los cables lo electrocutaran. Algunos prisioneros murieron a causa de la tortura. Cerca de 4.000 prisioneros fueron hacinados en Abu Ghraib al mismo tiempo, en su mayoría en tiendas de campaña en los patios de la prisión. Iraq Prison Abuse Scandal Fast Facts, CNN, 10 de marzo de 2023; vea también, Seymour Hersh, Torture at Abu Ghraib, The New Yorker, 10 de mayo de 2004.
Un posteo reciente del autor e historiador Paul Street (“Shooter Nation”, 19 de marzo de 20235), da una idea vívida del salvajismo criminal y depravado de la tortura estadounidense en Irak (al citar el testimonio de Vincent Emanuele, un ex marine estadounidense):
Pienso en los cientos de prisioneros que tomamos cautivos y torturamos en centros de detención improvisados. ... Recuerdo vívidamente que los marines me hablaron de puñetazos, bofetadas, patadas, codazos, rodillazos y cabezazos contra los iraquíes. Recuerdo las historias de tortura sexual: obligar a los hombres iraquíes a realizar actos sexuales entre sí mientras los marines sostenían cuchillos contra sus testículos, a veces los sodomizaban con bastones. ... [A]quellos de nosotros en las unidades de infantería ... detenían en redadas a los iraquíes durante las incursiones nocturnas, con precintos les amarramos las manos, les pusimos bolsas negras en la cabeza y los arrojamos en la parte trasera de los HUMVEE y camiones mientras sus esposas e hijos se derrumbaban se de rodillas y lloraban. ...
[C]uando los poníamos en libertad, los conducíamos desde la FOB (base de operaciones avanzada) al centro del desierto y los poníamos en libertad a varios kilómetros de sus hogares. ... Después de que les cortamos los precintos y les quitamos las bolsas negras de la cabeza, algunos de nuestros infantes de marina más trastornados disparaban rondas de sus AR-15 al aire o al suelo, para asustar a los cautivos recientemente liberados. Siempre para reírnos. La mayoría de los iraquíes huían, y aún lloraban por su largo calvario.
¡Todo eso, y otras cosas, justificarían de fondo las acusaciones y condenas a los gobernantes estadounidenses —Bush, Cheney, Rumsfeld, Powell, Rice y los demás— por crímenes de guerra por su papel protagónico en la guerra de Irak!
¿Cómo reaccionaron los gobernantes de Estados Unidos cuando ELLOS se enfrentaron a investigaciones por crímenes de guerra?
Tan pronto como se emitió la orden de arresto de la CPI contra Putin, Biden declaró que estaba “justificada”. En primer lugar, aparte de los grandes crímenes cometidos por Estados Unidos en Irak como se mencionó anteriormente, existe la hipocresía sin precedentes de Biden y los gobernantes de Estados Unidos al acusar a otros cuando Estados Unidos ha sido y sigue siendo el número uno en el mundo en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad a lo largo de su historia. (Los lectores pueden verlo por sí mismos en revcom.us en la serie Crimen Yanqui y en otros artículos como Estados Unidos de Atrocidades: Respecto a los crímenes de guerra, Estados Unidos es el “Número Uno”).
Y luego se tiene la “verdad incómoda” de que el propio Estados Unidos nunca ha aceptado ser parte de la CPI ni respeta toda la autoridad de la CPI. De hecho, Estados Unidos ha atacado a la CPI durante décadas.
¿Cómo reaccionó el gobierno de Estados Unidos cuando la misma CPI dijo que su fiscal podía investigar las denuncias de crímenes de guerra estadounidenses? Según se informa, la CPI concluyó en 2017 que tenía suficiente evidencia para demostrar que las fuerzas estadounidenses habían “cometido actos de tortura, trato cruel, ultrajes a la dignidad personal, violaciones y violencia sexual” en Afganistán en 2003 y 2004, así como en “sitios negros” secretos de la CIA en todo el mundo donde se llevaron a cabo el submarino y otras torturas6.
¡Los funcionarios estadounidenses impugnaron esta acusación de la CPI con indignación y furia! Se revocó la visa del fiscal en jefe de la corte. El secretario de Estado Mike Pompeo denunció el fallo como una “acción verdaderamente impresionante por parte de una institución política que no rinde cuentas y se hace pasar por un organismo legal” y lo calificó como un “supuesto tribunal renegado e ilegal”. En septiembre de 2021, el fiscal Karim Khan de la CPI anunció que la corte ponía fin a su investigación sobre los crímenes de guerra estadounidenses. (Por coincidencia, o no, este fiscal es ahora el fiscal en jefe de la CPI que anunció la orden de arresto contra Putin).
Y esto no fue simplemente algo de un solo golpe. En el contexto de las medidas de la CPI y otros para investigar los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad cometidos por Estados Unidos en su “guerra contra el terror” (que, en realidad, era una guerra por el imperio), el presidente George W. Bush promulgó la “Ley de Protección de los Militares Estadounidenses” en 2002, que autoriza el uso de la fuerza militar para “liberar” a cualquier estadounidense o ciudadano de un país aliado de Estados Unidos detenido por la CPI7.
No obstante, ahora, Biden y otros consideran que este tribunal internacional es un foro legítimo para presentar cargos por crímenes de guerra contra una potencia imperialista rival, Rusia, contra la que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están librando una guerra imperialista en Ucrania.