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Imagine que un golpeador muy conocido y constante amenaza abiertamente a su pareja con el asesinato y luego compra un arma. Su pareja se entera, acude a los tribunales para decir que teme por su vida y la de sus hijos, y solicita una orden de alejamiento. El juez dice que sus temores son “plausibles” y dictamina severamente que el golpeador debe tomar medidas para no asesinarla y que comparezca ante al juez en un mes, sin esa orden de alejamiento ni ninguna otra medida de ley.
Esto es esencialmente lo que ocurrió cuando la Corte Internacional de Justicia (CIJ)1 se pronunció en el caso que presentó Sudáfrica que acusaba a Israel de cometer genocidio contra el pueblo palestino en Gaza.
Montañas de evidencia que dicen: “Ahora ya es genocidio”.
El tribunal dice: “Vuelva a consultar en un mes”.
En primer lugar, “genocidio” no es una mala palabra. No es una acusación que lanzar a la ligera. Es un término legal que significa el asesinato deliberado de un pueblo, en su totalidad o en parte.
Hay montañas de evidencia que fundamentan de manera convincente el carácter genocida de la guerra de Israel contra Palestina. Al cierre, el número de muertos en Gaza se acerca al menos a 30 mil seres humanos, en su inmensa mayoría no combatientes. Casi la mitad de los muertos son niños. En sus argumentos, Sudáfrica presentó ante la CIJ declaraciones de parte de altos líderes israelíes que declaraban abiertamente que el objetivo de la masacre no es Hamas2 sino toda la población de Gaza3. Presentaron una declaración del secretario general de la ONU de que “Ningún lugar está seguro en Gaza” (énfasis añadido).
Por todo esto y otras cosas, Sudáfrica solicitó que la CIJ ordenara que “el estado de Israel suspenda inmediatamente sus operaciones militares en Gaza y en su contra”4. Si bien la Corte dictaminó que el cargo de genocidio es “plausible”, no hicieron lo que pidió Sudáfrica. No pidieron un cese total de las operaciones militares y policiales israelíes en Gaza. Así que la CIJ dijo que la acusación de genocidio es “plausible”, pero luego dejó abierta la posibilidad de que Israel siga mintiendo diciendo que el efecto genocida de sus acciones no es intencional y que en realidad es culpa de Hamas.
Qué escándalo. ¿Qué debería pasar si se considerara plausible una acusación de genocidio? Exactamente lo que dijo Sudáfrica: cese total de las operaciones militares y policiales contra las posibles víctimas hasta que se decida definitivamente la acusación. NO debería significar que a aquellos que han prometido castigar a un pueblo entero y han llevado a cabo medidas de hambruna intencional en masa, que ordenan el uso sistemático de bombas extremadamente poderosas que aniquilan a un gran número de civiles y que han destruido la mayoría de los hospitales en Gaza, se les dice simplemente que se cercioren de que “sus soldados” obedezcan la ley.
¿Parece “poco realista” tal dictamen? De hecho, hace dos años Ucrania presentó una acusación de genocidio contra Rusia por su invasión de febrero de 2022. En ese caso, la CIJ ordenó a Rusia que cesara inmediatamente las operaciones militares. ¡La amarga y brutal ironía es que Israel ha matado a muchos más civiles en menos de cuatro meses que Rusia en los últimos dos años!
Israel, respaldado por Estados Unidos, ve en el dictamen una licencia para continuar el genocidio
Según versiones de los periódicos israelíes, el primer ministro israelí rabiosamente racista y francamente genocida5, Netan-nazi, acogió con agrado el fallo de la CIJ (al tiempo que se lloriqueaba públicamente de que era “obsceno” siquiera considerar cargos de genocidio contra Israel). Dijo que el fallo confirmaba “el derecho de Israel a la autodefensa básica”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos recibió favorablemente el fallo diciendo, de manera acertada, que “el tribunal no llegó a una conclusión sobre genocidio ni pidió un alto el fuego en su fallo”.
Mientras tanto, sobre el terreno, y reflejando la realidad en Gaza, un palestino, Nidal Kamal, le dijo a la NBC News: “Esperábamos que el tribunal internacional obligara a Israel a completar un alto el fuego. Queremos un alto el fuego para poder regresar a nuestros hogares y ver a nuestras familias. Exigimos que el mundo aplique un alto el fuego total”. Kamal le dijo a la NBC que creía que el fallo de la CIJ “no iba a resultar en nada”.
Y así, los niños siguen muriéndose. La gente sigue muriéndose de hambre, congelada, privada por Israel de las necesidades más esenciales para la supervivencia humana. Israel continúa destruyendo sistemáticamente hogares, escuelas, hospitales y lugares de culto. Israel continúa lanzando bombas suministradas por Estados Unidos sobre campamentos de refugiados a los que ha ordenado que los refugiados huyan. Y Estados Unidos continúa armando, defendiendo y financiando todo esto.
Llamar azúcar a la mierda no la hace dulce: enfrentar y transformar la realidad
El fracaso de la CIJ a la hora de ordenar un alto el fuego inmediato en Gaza plantea grandes interrogantes para los oprimidos y para las personas que creen en la justicia. Es profundamente perjudicial malinterpretar la decisión de la Corte principalmente como una especie de concesión importante al pueblo palestino, ya sea que se haga a propósito o no.
Sin embargo, esto es precisamente lo que han hecho demasiadas fuerzas políticas “progresistas”. Por poner tan sólo un ejemplo, The Intercept tituló su artículo principal “Una victoria histórica para los palestinos”6.
Las personas no pueden liberarse a menos que comprendan la realidad a la que de hecho se enfrentan. La realidad en este caso es que el genocidio continúa. La realidad es que Netan-nazi ha prometido una victoria total sobre Gaza, con todo lo que eso implica. La idea y el atractivo detrás de la mala lectura o mala interpretación de la realidad como lo hizo The Intercept es la noción de que tenemos que torcer la realidad para “conservar nuestras esperanzas” o “seguir avanzando”.
Pero si un tratamiento contra el cáncer no funciona, ¡el médico del paciente NO debe decirle que sí funcionó! El médico debe ser sincero con el paciente y redoblar los esfuerzos para comprender científicamente el origen del cáncer y buscar algo que SÍ lo cure.
Un sentido REAL de a qué nos enfrentamos, un sentido REAL de lo que será necesario y una determinación sobre ESA base
La lucha para obligar a Israel, y a Estados Unidos detrás de él, a detener esta agresión tiene que avanzar con un conocimiento global de a qué nos enfrentamos y de lo que Israel y Estados Unidos harán para continuar con esto. Y tiene que proceder cada vez más con una comprensión del sistema que impulsa esta guerra y guerras similares. Bob Avakian lo expresó recientemente de esta manera en su nueva cuenta de las redes sociales, @BobAvakianOfficial:
¿Por qué Biden, y básicamente el gobierno entero y la clase dominante entera de Estados Unidos, apoyan a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino, a los ojos del mundo entero?
La respuesta a esta pregunta crucial es lo siguiente:
No se debe al “poder del cabildo judío” — ni a que, según alguna noción ignorante, ridícula e indignante, “los judíos lo controlan todo”. Se debe al “papel especial” de Israel como un bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una región estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento de la dominación opresiva del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo...
¡Es el sistema! El sistema del capitalismo imperialismo al cual Biden sirve. El sistema al cual él tiene que servir — el sistema al cual toda persona y cualquier persona tiene que servir si quiere ocupar un cargo, y especialmente un “cargo alto”, como la presidencia, dentro de este sistema.
Por eso Biden hace lo que hace —lo que hacen todos estos políticos— por encima y más allá de sus intereses personales más estrechos.
¡Es el sistema! Este sistema del capitalismo imperialismo que encarna e impone la supremacía blanca, la supremacía masculina patriarcal y otras opresiones brutales — este sistema que se basa en la explotación despiadada roba-vidas de las masas de personas en Estados Unidos y de literalmente miles de millones de personas por todo el mundo, incluidos más de 150 millones de niños — todo eso que se impone con una masiva violencia y destrucción, de personas y del medio ambiente, lo que representa una amenaza muy real al futuro y a la existencia de la humanidad.
Este sistema al cual hay que derrocar a la mayor brevedad posible, por medio de una revolución real.
Para obtener la respuesta a la pregunta crucial de CÓMO se podría hacer y qué papel podrías desempeñar, sigue a Bob Avakian en las redes sociales. O ve aquí, aquí, aquí o aquí.