La imagen del FBI ampliamente promovida por el sector anti-Trump de la clase dominante (capitalista-imperialista), y en la que creen ampliamente millones de personas decentes que también se oponen a Trump, es que el FBI es una gran organización de la cual todos debemos estar orgullosos, un oponente firme al “autoritarismo” de Trump y un guardián contra delincuentes peligrosos, mafiosos, carteles de drogas, etc.
En realidad, el FBI es un instrumento de dictadura capitalista-imperialista, y nadie debería querer preservarlo ni preservar el sistema capitalista-imperialista que impone. Escuche a Bob Avakian, líder revolucionario y arquitecto del nuevo comunismo, desmenuzarlo en su e-mensaje Revolución #105, NO: Aceptar, y negarse a oponer resistencia, a este fascismo de Trump y MAGA, ¡NO hará que las cosas “estén bien”!:
A pesar de los constantes intentos de mal dirigir a la gente y alejarla de una verdadera comprensión científica al respecto, el gobierno de la clase capitalista, en cualquier forma, es en realidad una dictadura: es el monopolio del poder político por parte de la clase capitalista — y en particular su monopolio de la fuerza armada y violencia “legítima”, por parte de su policía y ejército. Esta dictadura se basa en la dominación de la economía por parte de la clase capitalista: su propiedad y control de lo que se produce, cómo se produce, cómo se intercambian (venden) los productos y servicios y las ganancias que se obtienen de esto.
En la forma “democrática” de esta dictadura capitalista, se permiten que la gente tenga, en diversos grados, ciertos derechos, y se aplica el “estado de derecho” como un principio general, aunque todo esto se basa, se limita y se conforma al gobierno de la clase capitalista y a las relaciones opresivas del sistema capitalista. (En el mundo de hoy, este es el sistema del capitalismo-imperialismo. El capitalismo-imperialismo se refiere al hecho de que el capitalismo ha sido, durante algún tiempo, un sistema internacional de explotación y opresión.)
En la forma fascista de la dictadura capitalista, el “estado de derecho” es esencialmente lo que los fascistas dicen que es, y los derechos de la población se limitan más o menos abiertamente a lo que los fascistas permiten, mientras que se extienden semejantes derechos únicamente a aquellos que aceptan el gobierno de los fascistas.
Con eso en mente, veamos lo que es y lo que no es el FBI.
El FBI es la principal fuerza nacional de policía política en Estados Unidos con más de 10,000 agentes especiales en más de 450 oficinas en todo el país y un presupuesto de $11 mil millones. Es un instrumento clave de la dictadura de la clase capitalista-imperialista, una forma clave en que imponen todo este sistema opresivo. Una de sus principales tareas en eso incluye espiar, desbaratar, hostigar, encarcelar y, a veces, asesinar a cualquier individuo, grupo o movimiento que perciba que desafía seriamente al orden opresivo. Y como tal, tiene un récord ininterrumpido durante más de un siglo de crímenes horrendos contra la gente. (Vea abajo “Un historial ininterrumpido de crímenes contra la gente”).
Pero aquí hay una contradicción que es muy importante comprender: el FBI ha operado, hasta ahora, en el marco de la forma “democrática” de esta dictadura capitalista, y no en la forma fascista de dictadura capitalista. Y eso significa que hasta cierto punto, el estado de derecho lo ha “constreñido”. No puede perseguir o arrestar de manera abierta o por ley a las personas por expresar una opinión, no puede interceptar comunicaciones con dispositivos electrónicos sin una orden judicial, no puede torturar, etc.
Ahora, en realidad, hacen muchas de estas cosas, pero el hecho de que de manera oficial no se les permite hacerlo sí sirve de una limitación no insignificante. Muchas cosas se hacen en secreto, lo cual también es una limitación. Y cuando se han descubierto violaciones al por mayor, como con el programa COINTELPRO en la década de 1960 (vea aquí y aquí), eso creó un gran escándalo y un clamor en la sociedad.
Una vez que todo esto salió a la luz, las fuerzas dominantes en la clase dominante se sintieron compelidas a “apretar las riendas” al FBI, en parte para impedir que un sector de la clase dominante utilizara al FBI contra otra (tal como había ocurrido en los años 1960 y 1970, por ejemplo durante Watergate). Pero otra razón fue que las cosas que quedaron al descubierto perjudicaron la legitimidad del sistema de Estados Unidos en su conjunto, haciendo una burla de su afirmación de ser un pilar de la “democracia”, los “derechos humanos” y el “estado de derecho”. Se celebraron audiencias del Congreso y se establecieron nuevas reglas y leyes para limitar los abusos.
Si bien estas restricciones sí constriñeron al FBI a cierto grado, no lo cambiaron en lo fundamental. Desde esas audiencias, el FBI ayudó a la policía de Filadelfia a lanzar una bomba sobre la casa del grupo de activistas negros Move en 1985, y mató a seis adultos y cinco niños, e incendió a 61 casas en el vecindario. Después del ataque del 11 de septiembre a las torres gemelas del World Trade Center, el FBI estuvo involucrado en la detención en redadas a 1.200 musulmanes — ser musulmán fue lo único que se necesitara como para ser sospechoso. En 2017, se infiltraron y espiaron a la reserva indígena Sioux de Standing Rock, tratando de tachar de “terrorismo” a las protestas no violentas contra un oleoducto. Realizaron importantes acciones de vigilancia, desbaratamientos y montajes de procesamientos falsos contra el sector radical del movimiento ambientalista. Han perseguido a los activistas pro Palestina durante décadas. Y a principios de 2024, llevaban a cabo redadas SWAT contra las casas de activistas que protestaban contra el centro de capacitación policial “Cop City” en Atlanta.
El FBI: un historial ininterrumpido de crímenes contra la gente
Pero se remonta mucho más atrás.
La “historia del origen” del FBI se encuentra en las redadas de Palmer de 1919-1920, durante las cuales hasta 10.000 personas sindicadas de ser anarquistas o comunistas, en su mayoría inmigrantes, fueron arrancadas de sus hogares, aulas, salones sindicales y centros culturales. Fueron golpeadas, a veces torturadas y a menudo deportadas, cuando no se había alegado ningún delito real, mucho menos verificarlo.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el FBI estuvo involucrado en la detención en redadas a 120.000 estadounidenses-japoneses, los internaron en campos de concentración e incluso ahí espiraron en su contra.
En las décadas de 1950 y 1960, el FBI puso en la mira al movimiento de los derechos civiles mientras éste se enfrentaba al terror del KKK (Ku Klux Klan) en la lucha por los derechos básicos. Los informantes del FBI estaban metidos en la planificación de algunos de los ataques más despiadados contra los activistas, incluidas las palizas por parte de turbas de blancos a los Viajeros por la Libertad usando cadenas y bates de béisbol en 1961, de las cuales el cuartel central del FBI estaba enterado con mucha anticipación y que no hizo nada para detenerlas. En 1965, un informante del FBI estuvo involucrado en el asesinato de Viola Liuzzo, una mujer blanca de la clase trabajadora que acogió al llamado a que voluntarios se sumaran a la feroz batalla por el derecho de votar en Selma, Alabama. Después de su muerte, el FBI propagó rumores e insinuaciones sobre Liuzzo en los medios de comunicación, dando a entender que ella era “una mujer inestable que había abandonado a su familia para causar problemas en el Sur”, sin ir al extremo de decir “que ella recibió lo que le correspondía”.
El FBI también puso en la mira a Martin Luther King, el líder principal del movimiento de derechos civiles y un firme proponente de la no violencia. Interceptaron electrónicamente a su teléfono, colocaron dispositivos electrónicos de escucha en sus habitaciones de hotel y sembraron informantes. En 1964, el jefe del FBI J. Edgar Hoover denunció públicamente a King como un “notorio mentiroso”, ¡y el alto ayudante de Hoover fue al extremo de tratar de chantajear a King para que se suicidara!
En las décadas de 1960 y 1970, el FBI persiguió a una amplia gama de personas, incluido John Lennon de los Beatles y la banda roquera de TV The Monkees.
Y persiguieron con todo a su alcance a los revolucionarios. Estuvieron directamente involucrados en el asesinato del líder de los Panteras Negras Fred Hampton por parte del Departamento de Policía de Chicago, asesinado mientras dormía después de haber sido drogado por un informante del FBI. Desarrollaron todo un operativo contra los Panteras a nivel nacional: con el propósito de procesarlos bajo cargos falsos, desbaratar a los capítulos locales, y alienar o perseguir a partidarios prominentes. También persiguieron al American Indian Movement (AIM [“movimiento indígena estadounidense”]) con un odio especial después de la ocupación encabezada por el AIM de la reserva Wounded Knee, asesinaron o instigaron los asesinatos de veintenas de miembros y procesaron bajo cargos falsos a Leonard Peltier por el asesinato de dos agentes del FBI que habían hecho una redada contra la reserva Wounded Knee.
Hasta entrado en la década de 1970, el FBI estaba espiando al líder comunista revolucionario Bob Avakian, yendo al extremo de hacer un croquis de su apartamento (!), evocando siniestramente el asesinato de Fred Hampton.
Kash Patel no está “corrompiendo” a una buena organización dedicada a “defender a los estadounidenses” — está ascendiendo a jefaturar a una organización con una historia bien documentada de un siglo de duración de espiar a las personas, reprimirlas e incluso asesinarlas por oponerse al gobierno. Y tiene la intención de llevar eso a un nivel completamente nuevo.