El 18 de junio, Joe Biden anunció una orden ejecutiva que facilitaría que unos 500.000 inmigrantes sin documentos en Estados Unidos solicitaran residencia legal permanente, de los 10.3 millones que viven en Estados Unidos, según estimaciones.

La orden de Biden facilitaría que una pequeña fracción de los inmigrantes en Estados Unidos posiblemente obtenga estatus legal después de décadas de vivir y trabajar “a las sombras” — menos del 5%, o 1 de cada 20. Durante los siguientes meses, esa pequeña fracción de inmigrantes que quizá terminen por llenar los requisitos para la residencia permanente no tendrá que vivir con la amenaza pendiente de ser deportados cada minuto de cada día. En el caso de que esta orden en realidad se aplicara, supondría una enorme diferencia en la vida de algunas personas.

Pero dada la larga historia de explotación brutal, satanización y severa represión contra los inmigrantes, es importante ser sobrio: examinar fríamente lo que se hizo y por qué, y dónde residen los intereses del pueblo.

Lo que hace, y lo que NO hace, la nueva orden

Erica Schommer, profesora de derecho en la Universidad St. Mary’s en San Antonio, enfatizó que la orden de Biden “no es una especie de amnistía general que nada más convierte automáticamente a un montón de personas en residentes o ciudadanos”. Más adelante este verano, cuando se implemente la orden, algunos cónyuges sin documentos de inmigrantes legales podrán solicitar este proceso. El Departamento de Seguridad Nacional examinará todas las solicitudes caso por caso. Los solicitantes tendrán que demostrar que han estado casados con un ciudadano estadounidense, que han vivido en Estados Unidos durante al menos 10 años, que no están bajo libertad condicional y que “no representan una amenaza para la seguridad pública o la seguridad nacional”. Repetimos, este proyecto de ley cubrirá a menos de 1 de cada 20 de los inmigrantes sin documentos que ahora viven en Estados Unidos. Los otros 19 seguirán viviendo a las sombras, sin derechos, sin protección, bajo superexplotación y, a menudo, francamente los empleadores los robarán, y estarán sometidos a la deportación en cualquier momento.

Hay otro problema. Como también señaló Schommer, la orden ejecutiva de Biden podría suspenderse en cualquier momento: “… ciertamente otro sujeto en la Casa Blanca podría poner fin a cualquier programa así”.

¿Y adivínese qué? El Fascista En Jefe Donald Trump, que ha amenazado con clausurar la frontera “el primer día” de su presidencia si llegara al poder, ya ha prometido anular la orden de Biden.

¿Por qué lo hizo Biden?

Hace tan sólo un par de semanas, Biden emitió otra orden ejecutiva sobre la migración: trituró el derecho de larga data de los refugiados a solicitar asilo en Estados Unidos. Como informó Revolución: “Esta es una medida extrema — la política antiinmigrante más extrema que un presidente demócrata jamás haya promulgado. Y resultará en más sufrimiento y muerte”.

Millones de personas por todo el mundo no se arriesgan a la violación, al asesinato, a una horrorosa muerte por asfixia en camiones de contrabandistas o de morir en barcos con goteras porque quieren tomarse unas vacaciones. Están desesperados. ¿Por qué? Debido a que Estados Unidos, junto con las otras “grandes potencias”, ha saqueado sus economías: se han apoderado de sus recursos naturales, se han apoderado de sus tierras y han obligado a millones de personas a trabajar por salarios menores de lo que necesitan para sobrevivir, o a dedicarse a chanchullos en las calles. Debido a que Estados Unidos, junto con las otras “grandes potencias”, ha destruido su medio ambiente. Debido a que Estados Unidos ha invadido una y otra vez, ha instaurado a títeres del imperialismo. Y estos títeres gobiernan con aún más violencia y aún menos derechos para la gente que los gobernantes estadounidenses. “Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen”. Esa cita es de Bob Avakian, y esa sola frase lo dice todo.

La mayoría de aquellos que están impulsados a vivir en Estados Unidos a las sombras sienten profundamente la terrible injusticia todos los días, mientras están explotados en beneficio de los capitalistas, como parte del propio sistema de capitalismo-imperialismo que está obligando a millones de personas a huir de sus propios países. Y algunas personas al interior de los países imperialistas también odian esta opresión y quisieran ver un trato más humano para todas estas personas. Los demócratas suelen desempeñar el papel de pacificar a esos sectores de la población prometiendo reformas, a la vez que siguen imponiendo el mismo sistema injusto.

Aquellas personas que sí quieren justicia para los inmigrantes y recurren a los demócratas para ayuda se indignaron por la orden ejecutiva de Biden que prohíbe el asilo.

La orden actual: un esfuerzo desesperado por conseguir que las personas vuelvan a ponerse “bajo el ala” de los demócratas… y del sistema

El propósito de esta nueva orden es conseguir que estas personas vuelvan a ponerse bajo el ala de esperar y trabajar por algo que las masas de personas no pueden obtener bajo este sistema: justicia básica y una vida mejor.

Así que recapitulemos: hace unas semanas, Biden lanzó un ataque masivo contra las masas de inmigrantes. Luego, ante la indignación y la desilusión, respondió con una concesión que podría beneficiar a 1 de cada 20 personas sin documentos que están viviendo a las sombras.

Esto NO es una solución y no es algo por lo que estar agradecido. Se trata de quitar derechos con una pala a vapor… y luego dar concesiones a cuentagotas.

Necesitamos una forma completamente diferente.

EXISTE una salida concreta a esta locura

El mundo no tiene por qué estar dividido entre un puñado de países imperialistas y una inmensa mayoría de naciones y pueblos a los cuales dichos países oprimen. Y no tenemos que elegir interminablemente entre la represión horriblemente violenta de Trump y los fascistas, y las formas más “legales” y refinadas en que los demócratas imponen el mismo sistema y la misma injusticia básica.

Existe una Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría del líder revolucionario Bob Avakian, que expone muy claramente cómo un estado revolucionario podría tomar medidas hacia un mundo completamente diferente. Esta Constitución explica cómo se concedería la ciudadanía a todas las personas que residieran en esta nueva República en el momento de su fundación (a menos que hubieran desempeñado un papel dirigente en oponerse a la revolución o hubieran sido declarados culpables de crímenes de guerra). Y establece un principio legal claro de “darle la bienvenida a los inmigrantes de todo el mundo quienes tengan un deseo sincero de contribuir a las metas y objetivos de esta República”.

Eso no es todo. Bob Avakian también ha desarrollado una estrategia sobre la manera de hacer la revolución que necesitaríamos para crear esa Nueva República Socialista “en estos tiempos, no en un momento muy lejano”. Esta estrategia se desglosa aquí en términos básicos y comprensibles. Pueden leerla en español o pueden escuchar a BA leerla en inglés.

Si te importan, con seriedad te importan, los inmigrantes... si estás harto de que te mantengan en una cinta rodante y te embauquen constantemente... si te sientes atrapado entre la hipocresía de los demócratas y la brutal represión abierta que promete Trump... pues, ¿no tienes una responsabilidad de explorar LO SIGUIENTE?