De un lector:
En septiembre, más de 500 mujeres deportistas presentaron un escrito amicus (declaración de “amigo de la corte”) ante la Corte Suprema para oponerse a una ley antiaborto de Misisipí cuyo propósito es no sólo imponer severas restricciones al derecho de las mujeres al aborto en ese estado, sino eliminar ese derecho en todo Estados Unidos. El escrito se presentó en el marco de un caso sobre la ley de Misisipi que la Corte Suprema tiene previsto examinar en diciembre. El escrito es de deportistas “que han ejercido, confiado o apoyado el derecho constitucional al aborto”.

Lynn Williams, izquierda, y Megan Rapinoe, derecha, son dos de las atletas que firmaron el escrito amicus a favor del derecho al aborto. Foto: AP
La ley de Misisipí restringe el aborto después de las 15 semanas de embarazo, sin excepciones incluso para las mujeres que son víctimas de violación o incesto. Esta ley hace que el aborto sea ilegal dos meses antes del tercer trimestre: está en contradicción directa con la histórica decisión de la Corte Suprema de 1973, Roe contra Wade, que despenalizó el aborto en Estados Unidos, y es una impugnación flagrante a la misma. La Corte Suprema tiene ahora una mayoría de miembros fascistas cristianos, con los nombramientos por parte de Trump de Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, que se unen a otros como Samuel Alito, Clarence Thomas y John Roberts1.
Las mujeres que firman el escrito amicus son atletas profesionales, universitarias y de secundaria, entrenadoras y organizaciones, entre ellas la Asociación Nacional de Jugadoras de Baloncesto (WNBPA), que es el sindicato de jugadoras de la WNBA; la Asociación de Jugadoras de la Liga Nacional de Fútbol Femenino (NWSLPA), que es el sindicato de jugadoras de la Liga Nacional de Fútbol Femenino (NWSL); y Athletes for Impact, una red global incluyente y no partidista de atletas comprometidas con el cambio. El escrito fue firmado por 26 atletas olímpicas, 73 atletas profesionales y 276 atletas interuniversitarios2.
El escrito está repleto de ejemplos, declaraciones y hechos que respaldan las tres cuestiones clave que se plantean:
- Las mujeres deben tener derecho a decidir por sí mismas.
- Las mujeres deben controlar el momento del embarazo en función de las metas de su vida.
- Las mujeres no deben ser obligadas a quedarse embarazadas en contra de su voluntad.
El escrito argumenta que “la capacidad de las mujeres de ‘participar en igualdad de condiciones en la vida económica y social de la nación’, lo que incluye por medio del deporte en escuelas secundarias, universidades y deportes profesionales, ‘ha sido facilitada por su capacidad de controlar su vida reproductiva’”.

En el escrito se cita a Crissy Perham, medalla de oro olímpica de natación:
Cuando estaba en la universidad, tomaba anticonceptivos, pero me quedé embarazada por accidente. Tenía una beca, estaba empezando a triunfar en mi deporte y no quería tomarme un año sabático. Decidí abortar. No estaba preparada para ser madre, y al abortar sentí que me daban una segunda oportunidad en la vida. Pude tomar las riendas de mi futuro y reorientar mis prioridades. Mejoré en la escuela, empecé a entrenar muy duro y ese verano gané mi primer campeonato nacional.
En 1971 (es decir, dos años antes de que se despenalizara el aborto), menos de 500.000 muchachas en todo Estados Unidos participaban en el atletismo de la escuela secundaria, y mucho menos que 50.000 mujeres participaban en el atletismo interuniversitario. En 2018, décadas después de la decisión Roe contra Wade y de la aprobación del Título IX3, casi 3.5 millones de mujeres participaban en los deportes de la escuela secundaria, y más de 200.000 participaban en el atletismo intercolegial.
Con respecto a este hecho, el escrito amicus afirma: “Sin la capacidad de las mujeres para controlar sus cuerpos y sus decisiones reproductivas, el notable aumento de la participación y el éxito de las mujeres en el atletismo —y el aumento concomitante de la capacidad de las mujeres para disfrutar de los beneficios físicos, financieros, sociales y emocionales del deporte— no se habría producido”.
Como señala el escrito amicus: “Las realidades físicas del embarazo afectan inevitablemente la capacidad de las mujeres para participar y sobresalir en los deportes durante un mínimo de nueve meses de embarazo, así como el tiempo adicional necesario para recuperarse del parto y para amamantar, en el caso de las que deciden hacerlo. La decisión de asumir los retos del embarazo y el atletismo simultáneamente debe dejarse en manos de la atleta individual y no del estado”.
Video en que Toni RedTree habla sobre lo que implica la prohibición del aborto en Texas, en inglés.
Este escrito de todas estas mujeres deportistas es una buena señal de que personas prominentes están entrando en la lucha para detener la ley de Misisipí y otras leyes anti-mujeres y anti-aborto. En el artículo Los fascistas claramente vienen por el aborto, y ya mero — Así que ¿por qué es que “el movimiento” responde preparándose para cuando ya se ha ido? en revcom.us, Toni RedTree habla de que ante la ofensiva fascista contra el aborto, una de las cosas que los grupos del “movimiento” NO están haciendo es “movilizando a artistas, clérigos, personajes deportistas, intelectuales, a una escala internacional para ponerse de pie contra esto y utilizar sus plataformas para manifestar lo muchísimo que está en juego.”. Pues bien, las más de 500 atletas que figuran en el escrito amicus se han puesto al frente para hacer precisamente eso. Necesitamos mucho más de eso por parte de otras personas destacadas.
Pero eso no es suficiente por sí solo. Como señala RedTree, es necesario “movilizar o convocar a una revuelta política total de millones de personas en las calles como se ha visto en Polonia y Argentina” y “reunir nuestra gran fuerza al movilizar de lleno a la mayoría de las personas que no sólo apoyan al derecho de la mujer al aborto sino que no pueden imaginarse volver al pasado”.
Todos los que están participando en esta lucha, de una forma u otra, deberían hacer suyo el llamamiento:
¡La maternidad obligatoria constituye la esclavización femenina!
¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas!