Parte superior: Palestinos huyen de los ataques aéreos israelíes en el norte de Gaza. AP
Parte inferior: Ilustración del plan “GREAT” para transformar a Gaza en un paisaje de sueños imperialista.
Las fuerzas armadas israelíes ya ocupan más del 75% de Gaza. Han lanzado su ofensiva más mortífera, destructiva y genocida en contra del pueblo palestino hasta la fecha. Mientras componemos el presente, los pocos edificios de apartamentos que quedan en pie en la ciudad de Gaza están siendo demolidos. Israel está lanzando bombas de fabricación estadounidense sobre civiles inocentes, aniquilando a familias enteras. La gente que se muere de hambre no tiene un lugar seguro al que ir.
Mientras tanto, Israel y sus principales aliados en el régimen fascista de Trump hacen planes para “el día después” de que Israel tome el control total de Gaza1.
Un plan que está circulando dentro del régimen de Trump, filtrado esta semana por el Washington Post, pretende hacer realidad el llamado muchas veces repetido por Trump a convertir la Gaza post-genocidio en una “Riviera” moderna y de alta tecnología en el Mediterráneo, bajo control estadounidense e israelí, no palestino2.
El plan, explicado en un folleto de 38 páginas, es la visión de un depredador imperialista de cebarse —y lucrarse— de los huesos rotos, los niños masacrados y las ruinas humeantes del genocidio estadounidense-israelí en Gaza. Israel ya ha asesinado a 64.300 personas y herido a más de 162.005, y muchísimas más siguen enterradas y sin contabilizar entre los escombros.
Se trata de un plan que sería ejecutado por un fideicomiso liderado por Estados Unidos y con el repugnante nombre de “Gaza Reconstitution, Economic Acceleration, and Transformation Trust” (Fideicomiso de Reconstitución, Aceleración Económica y Transformación de Gaza) — el “GREAT Trust”, por sus siglas en inglés. Es un plan que desplaza (inicialmente dentro o fuera de Gaza) a toda la población palestina de Gaza y la priva de sus derechos nacionales y humanos. Es un plan que pisotea abiertamente el derecho internacional.
Debería rebautizarse como “El sueño del vampiro fascista, la pesadilla de la humanidad”3.
Se desconoce si este plan en particular se discutió en la reunión de Trump del 27 de agosto sobre la “Gaza posguerra” con su yerno Jared Kushner, Steve Witkoff (enviado especial de Estados Unidos a Oriente Medio), el ex primer ministro británico Tony Blair y otros. (El Times of Israel informa que el régimen fascista de Trump está “sopesando” el plan “GREAT”).
Independientemente de si este plan “GREAT Trust” se implementara o no, el hecho de que aparentemente esté siendo considerado en los niveles más altos de los gobiernos de Estados Unidos e Israel es una acusación condenatoria de los crímenes monumentales que ambos regímenes están cometiendo en Gaza, la naturaleza fascista de ambos regímenes y la bancarrota e ilegitimidad de todo el sistema capitalista-imperialista.
“Un eje mediterráneo de manufactura, comercio, datos y turismo” — dirigido por Estados Unidos
Trump y Netanyahu toman cócteles en el repugnante video de IA, compartido por Trump, acerca de la "Riviera Gaza".
El plan de 38 páginas, presentado como un prospecto presentado a potenciales inversores, fue elaborado, según se informa, por algunos de los israelíes que iniciaron la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF por sus siglas en inglés), así como por el Boston Consulting Group4. La GHF, avalada por Estados Unidos e Israel, es la organización responsable de los “centros de ayuda” en Gaza, que no son más que campos de exterminio5.
Según este plan, Israel tendría control de seguridad total sobre Gaza durante un año, y luego se lo entregaría a Estados Unidos: “Puede comenzar como un acuerdo bilateral entre Estados Unidos e Israel que transfiera el control de Israel a Estados Unidos (una vez que Hamás esté desarmado) y evolucionar hacia una administración fiduciaria multilateral formal”6.
Promete que Gaza —donde Israel ha arrasado ciudades enteras y destruido el 90% de las viviendas— puede “transformarse en un eje mediterráneo de manufactura, comercio, datos y turismo, beneficiándose de su ubicación estratégica, acceso a mercados... recursos y una fuerza laboral joven, todo ello respaldado por la tecnología israelí y las inversiones [de los estados petroleros del golfo Pérsico]”. Prevé “megaproyectos” financiados por inversores: autopistas y líneas ferroviarias modernas, un nuevo puerto y aeropuerto, paneles solares y una planta desalinizadora de agua. Supuestamente habría zonas industriales de alta tecnología (“inteligente”) y centros de datos para empresas estadounidenses e israelíes, y una “Riviera Trump de Gaza” de “resorts de clase mundial” en la costa. Todo eso y nuevos centros urbanos con viviendas, escuelas, clínicas y hospitales.
El prospecto promete rendimientos de retorno sustanciales —obscenos sería una palabra mejor— para los inversores: casi cuatro veces su inversión inicial y unos ingresos anuales de 4.500 millones de dólares en una década7.
Este resplandeciente sueño imperialista se construiría literalmente sobre un suelo empapado de la sangre y el terror del pueblo palestino; universidades y hospitales demolidos, casas y granjas destruidas, y rascacielos construidos sobre los huesos rotos de niños y poetas.
El destino de los palestinos de Gaza: “De un demolido lacayo iraní a un próspero aliado abrahámico”
El titular principal del prospecto es “From a Demolished Iranian Proxy to a Prosperous Abrahamic Ally” (De un demolido lacayo iraní a un próspero aliado abrahámico). Así, desde el principio, los 2,2 millones de palestinos de Gaza —con su propia y rica cultura e historia— son difamados y reducidos a “lacayos” de la República Islámica de Irán8.
El “GREAT Trust” exige “una tutela multilateral liderada por Estados Unidos” que dure una década o más y que solo entonces, supuestamente, conduzca a un “autogobierno palestino reformado”, una vez que Gaza sea “desmilitarizada y desradicalizada”. En otras palabras, un gobierno títere palestino que haya renunciado a la lucha por la liberación palestina y esté completamente subordinado a Estados Unidos e Israel.
El plan afirma que ningún palestino sería obligado a abandonar Gaza, pero esto es pura mentira apenas disimulada. Inicialmente, todos tendrían “la opción” de elegir entre dos formas de desplazamiento: una, abandonar Gaza y recibir 5.000 dólares y otros incentivos; y dos, abandonar sus hogares y ser confinados “temporalmente” en una zona segura de Gaza —es decir, un campo de concentración— donde supuestamente estarían a salvo y cuidados9 Los propietarios se verían obligados a abandonar sus viviendas a cambio de una ficha que supuestamente podrían entregar en algún momento en el futuro a cambio de uno de los nuevos apartamentos que supuestamente se construirían, o de fondos para abandonar Gaza10.
Entonces, según los explotadores globales que han elaborado el plan “GREAT”, ¿ahora se les está dando a los palestinos —que han sido bombardeados, aterrorizados, muriendo de hambre y desplazados durante más de 700 días, que han visto sus hogares y comunidades arrasados y a sus seres queridos masacrados o mutilados— una verdadera “opción”?
Mientras que el plan “GREAT Trust” hace todas estas afirmaciones, en realidad y en el terreno, Israel está avanzando para purgar a Gaza de TODO o casi TODO el pueblo palestino, algo que Trump ha respaldado repetidamente.
Palestinos buscan entre los escombros después de que un ataque aéreo israelí ha demolido un edificio de gran altura en la ciudad de Gaza, el 5 de septiembre de 2025. Foto: AP
Basta recordar la promesa flagrantemente rota de Israel durante la Nakba de 1948 de que los palestinos podrían regresar a sus hogares para comprender el engaño y mentira que todo esto probablemente representa. Nakba significa “la catástrofe” en árabe. Se refiere a la fundación de Israel en 1948, cuando los sionistas racistas y supremacistas judíos desataron una ola masiva de violencia y terror contra los palestinos que habían habitado la tierra durante siglos. Unos 750.000 palestinos —más del 80% de la población de lo que se convertiría en el Estado de Israel— fueron expulsados o huyeron y se convirtieron en refugiados. Unas 400 ciudades y pueblos palestinos fueron completamente destruidos o repoblados por colonos judíos y recibieron nuevos nombres hebreos.
Los refugiados palestinos fueron obligados a refugiarse en Gaza, Cisjordania, Líbano y Egipto. Muchos aún conservan las llaves de las casas que se vieron obligados a abandonar, sin derecho a regresar.
Gaza en la encrucijada de una nueva región proestadounidense
El plan GREAT no se limita a generar “enormes” ganancias para los inversores. Un objetivo clave y explícito de este plan es consolidar aún más el control estadounidense sobre una de las regiones más estratégicas del mundo —Oriente Medio—, así como fortalecer a Israel y su alcance regional.
El plan sostiene que Gaza está ubicada en lo que podría convertirse en “la encrucijada” de una región reestructurada, más plenamente “proestadounidense”, y en un eje logístico para el Corredor Económico (comercio e inversión) India-Medio Oriente-Europa11. Esto, sostiene el plan, permitiría a Estados Unidos “fortalecer” su “control en el Mediterráneo oriental y asegurar el acceso de la industria estadounidense a 1,3 billones de dólares de minerales de tierras raras del golfo”, así como un mayor acceso a fuentes de energía.
Como lo expresa el prospecto del “GREAT Trust”, “Gaza es un eje comercial regional en la encrucijada de la antigua Ruta Marítima (Egipto ↠ Gaza ↠ Babilonia) y la Ruta Comercial del Incienso (India ↠ Yemen ↠ Arabia ↠ Europa). Puede prosperar de nuevo en el centro de la arquitectura regional proestadounidense.
Los buitres imperialistas se ceban de Gaza y amenazan a la humanidad
Una madre palestina sostiene a sus hijos desnutridos, de 4 y 3 años, en el hospital Friends of the Patient de la ciudad de Gaza, el 29 de julio de 2025. Foto: AP
No sabemos si este plan específico de Estados Unidos e Israel para convertir Gaza en una “Riviera” imperialista se llevará a cabo. Pero desde que asumió el cargo, Trump ha pedido repetidamente que Estados Unidos tome el control y expulse a la población palestina: “Con Estados Unidos en control de ese territorio, habrá estabilidad en Oriente Medio por primera vez”, declaró el 11 de febrero. “Y los palestinos, o las personas que viven ahora en Gaza, vivirán maravillosamente en otro lugar”.
Estas declaraciones no eran pura palabrería. Eran órdenes de marcha y una gran luz verde para que Israel intensificara su genocidio en Gaza y su violenta limpieza étnica de Cisjordania palestina. Y ahora la existencia de este plan puede ser otro acicate y justificación para el genocidio israelí, un genocidio que se está transmitiendo en directo a todo el mundo.
La declaración de Trump, sus acciones y ahora este plan subrayan el análisis del líder revolucionario Bob Avakian sobre la naturaleza del régimen fascista de Trump y el peligro extremo que representa para la humanidad:
El fascismo de Trump es un régimen que despoja abierta y agresivamente los derechos básicos y declara flagrantemente que no existe ningún estado de derecho ni debido proceso legal más allá de lo que él mismo dicta, y que el poder destructivo puro y duro es lo que tiene que regir en el escenario internacional, sin siquiera la pretensión de adherirse al derecho internacional ni preocuparse por la soberanía, o incluso el derecho de existir, de los pueblos y países menos poderosos.
Es un régimen que está empeñado en desatar un saqueo capitalista destrabado sin reglamentación, y al hacer eso, utiliza un mazo (o una motosierra) para destruir programas y servicios cruciales de los que depende la gente — arruinando los medios de vida, destrozando la ciencia y la atención sanitaria, socavando y pervirtiendo la educación, y creando un caos que causará sufrimiento para grandes cantidades de personas, en Estados Unidos y por todo el mundo.