Siento que hay una gran lucha en nuestro movimiento, o una lucha que se necesita delinear de manera aguda, sobre el análisis de Bob Avakian, BA, de que éste es un “momento poco común”, y lo que eso significa, si ese análisis es real y corresponde a la realidad, y la cuestión de si esto es lo que necesitamos llevar a la gente como parte de transformar su forma de pensar.
He escuchado muchas veces que nuestra agitación les dice a las masas que vean al lado de ellos, de los fascistas, la forma en que ellos se están preparando para una guerra civil unilateral contra todos aquellos a los que odian, mientras que nuestro lado es demasiado pequeño y está envuelto tonterías. Esto es muy cierto y la gente debería reconocer esta realidad. Pero comparemos esto con el punto de partida de BA y su método científico para sondear debajo de lo que es inmediatamente aparente, aun cuando muchos no están dispuestos a ver o reconocer esta realidad existencial.
La comprensión correcta importa muchísimo. Está relacionada con el objetivo de nuestra lucha y la manera en que estamos luchando en este momento, y eso implica desarrollar lucha con las masas para luchar contra el poder, y luchar con las masas para transformar sus formas equivocadas de pensar y de actuar PARA LA REVOLUCIÓN.
¿Cuál es el método que necesitan las masas y la dirección?
Bueno, necesitamos el método científico y una manera científica de abordar las cosas. ¿Pero por qué? ¿Por qué no simplemente podemos ver las cosas en la superficie y adoptar un método empírico utilizando nuestros sentidos como lo que es posible ver en cualquier momento dado o incluso lo que se desea que sean las cosas? Volvamos a la Declaración de Año Nuevo de Bob Avakian en 2021, donde dice:
Para entender por qué nos enfrentamos a la situación en la que nos encontramos, es necesario no solo responder a lo que está pasando en la superficie en un momento dado —y de hecho dejar que semejante situación nos zarandee de un lado para otro—, sino explorar debajo de la superficie, para descubrir los resortes principales subyacentes y causas de las cosas, y llegar a entender el problema fundamental y la solución real. Esto significa llegar a entender de manera científica que vivimos bajo un sistema, y lo que ese sistema es en realidad (el sistema del capitalismo-imperialismo); trabajar para captar las relaciones y dinámicas más profundas de este sistema y la forma en que eso está determinando el marco para la manera espontánea de pensar y de reaccionar de los diferentes sectores de la sociedad en relación a los acontecimientos en la sociedad y en el mundo, y cuál es el camino posible hacia adelante para transformar todo eso en concordancia con los intereses de las masas de la humanidad y, en última instancia, de la humanidad en su conjunto. Una parte crucial de este proceso es tener un entendimiento científico de los cambios importantes, que resultan de las propias dinámicas y funcionamiento de este sistema, que han conducido a trastornos en la sociedad y en sentidos importantes han impulsado este fascismo: cambios en la economía capitalista-imperialista y, en consecuencia, en la estructura social y en la “composición social” en Estados Unidos, así como a nivel internacional, que han socavado las formas “tradicionales” de opresión pero sin conducir a ponerle fin a esta opresión, sino a establecerla y reforzarla con nuevas formas, y a la vez provocar lo que es una reacción verdaderamente desquiciada, sádica y muchas veces violenta por parte de los sectores de la sociedad que han identificado sus intereses, y en efecto su propio ser, con las formas tradicionales de opresión.
Este es un nivel más alto de comprensión y abstracción. Refleja y corresponde a la realidad tanto en su método como en su aplicación al hecho científicamente determinado de que vivimos bajo una dictadura del sistema del capitalismo-imperialismo, que por medio de su maquinaria armada de destrucción y violencia a escala mundial con sus cimientos y modo de producción arraigados en la explotación y la opresión, que por medio de su funcionamiento y resultados contradictorios ha llevado al surgimiento del fascismo abierto en el Partido Republicano. Cabe volver a leer los puntos con asterisco que siguen a este párrafo en la aplicación del método científico a la situación que hoy enfrenta la humanidad.
¿Qué significa cuando decimos “este es un momento poco común”?
En nuestro estudio y forcejeos, hemos conversado sobre lo que un “momento poco común” no significa o lo que no debería significar. Podemos reconocer que un “momento poco común” no es un artilugio, ni tampoco es algo exagerado y alarmista. Una camarada criticó correctamente que eso no debería significar que salgamos en la sociedad y desarrollemos lucha con las masas, de que se avecina algo terrible y que será mejor que hagamos la revolución. Creo que tanto algo terrible como que necesitamos una revolución son ciertos, y creo que ella identifica para nosotros que falta un tejido conectivo o que se aborda de manera incorrecta.
Un “momento poco común” ofrece una posibilidad y una oportunidad. No es un simple choque de “algo terrible” que llega a la puerta de la gente y, por lo tanto, debido a eso, necesitamos hacer una revolución. Necesitamos una revolución debido a la imposibilidad de reformar los “5 ALTOS” bajo este sistema. Necesitamos una revolución porque, según el funcionamiento de este sistema y sus dinámicas, no existe ninguna solución real para ninguno de esos “ALTOS”, y no se tiene ninguna solución para lo que se le está haciendo a miles de millones de personas y al planeta debido a las propias dinámicas de ese sistema y su funcionamiento; el modo de producción es fundamental y es la base de ese sistema.
Y aquí va una cuestión importante: la base material, tal como la identifica Marx, está ahí y ha estado ahí. La contradicción fundamental clave entre la producción socializada y la apropiación privada sigue ahí. El “momento poco común” no es la base, pero “proporciona una base más amplia para que una revolución sea posible”. ¿Y cómo es posible una revolución? Como ha dicho BA, la base material de la revolución reside en las contradicciones profundas que definen este sistema. No obstante, el presente es uno de esos momentos que raras veces ocurre y hay una cantidad de tiempo finita para que organicemos a miles de personas en el año por venir (o en el lapso de meses) y que, en última instancia, impactemos a millones de personas.
Estados Unidos siempre ha sido una pesadilla desde su “fundación”. Ha infligido más horrores en su propio territorio y en todo el mundo “que avergonzarían a una nación de salvajes”, como dijo Frederick Douglass. Hoy, ello es aún más cierto con las derrotas sufridas por los países auténticamente socialistas que contendían contra el capitalismo-imperialismo a mediados del siglo pasado. Hoy en día, este sistema del capitalismo-imperialismo se ha expandido hasta convertirse en un sistema global con su vasta red de maquiladoras en Bangla Desh y Vietnam, y la extracción de minerales preciosos por parte de niños pequeños en El Congo, “mientras que la actividad capitalista en los ‘países de base’ capitalista-imperialistas se ubica cada vez más en la esfera de las finanzas y la especulación financiera, y la tecnología de punta de ‘alta gama’ (y no la producción de los materiales físicos básicos para dicha tecnología), así como el sector servicios y la esfera comercial (con el creciente papel de la comercialización en línea)” (Declaración de Año Nuevo, Bob Avakian). Esto pone el “sello del parasitismo” sobre la vida de miles de millones de personas, sobre todo mujeres y niños, con un puño mortal cada vez más fuerte y el aplastamiento aún mayor a las personas cuyas condiciones causadas por este sistema las obligan a vivir en condiciones explotadoras y en la explotación de su trabajo que se sigue congelado por medio de la maquinaria del sistema, como el esclavo que trabaja “desde el sol hasta el atardecer”. Simplemente que ahora están obligados a realizar múltiples trabajos para luego ser obligados a quedarse sin trabajo y a vivir en barrios marginales y ciudades. Para masas de mujeres y niñas, están obligadas a entrar en la “industria del sexo”, están obligadas a trabajar bajo proxenetas y a no tener nada más que sus cuerpos para vender como productos para usarse y de los cuales abusar, degradar y humillar, e incluso para niñas y niños que crecen en esta sociedad; todo eso es parte y afecta la manera en que los crían y la forma en que las relaciones sociales dominantes y atrasadas establecen los términos para la cultura y la vida cotidiana.
Únicamente por medio de una revolución real, en la que las fuerzas de combate revolucionarias puedan luchar y triunfar derrotando a las fuerzas reaccionarias del viejo orden, aboliendo sus instituciones y formas de vida explotadoras y estableciendo la dictadura del proletariado por medio de la Constitución para la Nueva República Socialista en Norte América, es posible que la humanidad por fin tenga una oportunidad de conquistar el mundo por los intereses de esa gran mayoría concreta y de ganarse la emancipación de toda la humanidad.
La revolución no surge espontáneamente. Las masas no despiertan un día pensando en la revolución. Francamente, como dice BA en el discurso Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución: “no saben nada y piensan con el culo”. ¿Eso significa, pues, que la revolución no es posible? No. Hemos presenciado a las personas saltar de su letargo y ponerse a luchar contra la opresión a lo largo de la historia y en todo el mundo hasta el “Hermoso Levantamiento” y la lucha por el derecho al aborto. Las rebeliones y revueltas de los esclavos ocurrieron bajo el sistema de la esclavitud.
En UNA REVOLUCIÓN: IMPORTANTES PUNTOS DE VIRAJE Y OPORTUNIDADES POCO COMUNES, BA escribe:
Esta posibilidad [de una revolución] quizá no se evidencie, y generalmente no se evidencia en lo inmediato, y por el contrario lo que con más frecuencia se ve fácilmente en la superficie es la forma en que, a corto plazo, la situación está agravándose.
La cuestión es que únicamente es posible entender todo esto correctamente, y actuar en consecuencia, con un método y enfoque consecuentemente científico.
Una de las cosas más importantes que este método y enfoque científico deja en claro es lo siguiente: las revoluciones se vuelven posibles, en el sentido más fundamental, como resultado de la intensificación de las contradicciones del sistema opresor, que conduzcan a puntos de viraje cruciales, proporcionando oportunidades poco comunes para avances revolucionarios importantes, con el potencial de abrir el camino para la victoria de la revolución. Y las perspectivas para una revolución dependen en gran medida de si las fuerzas conscientes para esta revolución no solo llevan a cabo un trabajo y lucha revolucionarios consecuentes, sino más específicamente si reconocen —y sobre esa base actúan con audacia y con determinación con una fundamentación científica, para aprovechar al máximo— estos puntos de viraje cruciales y oportunidades muy poco comunes.
Así que, sin una dirección científica, toda la resistencia que se emprenda no conducirá a una revolución. Hemos presenciado una y otra vez que los levantamientos justos conducen de vuelta a hacer crecer la clase media negra o a meter rostros de color en altos cargos. Estas luchas no terminan en otra parte que en los recuerdos revisados y procesados por medio del funcionamiento cotidiano y de las “actividades como de costumbre”. Gran parte de esto se proclama como “construir una unión más perfecta” o lo que está concentrado en el Proyecto 1619 en la creencia de que los negros siempre han sido los árbitros y perfeccionadores de la justicia y la libertad, quienes constantemente están presionando para plasmar los objetivos ideales de la democracia burguesa.
Deberían bregar con la “cuestión de George Jackson1 y la “observación demente de Steve King2 junto con el argumento adicional de BA de que ahora tenemos a nuestros jóvenes apuntándose con sus armas unos a otros. ¿Cuál es el tipo de agitación que se necesita para romper el control que este sistema ejerce sobre la gente con la creencia de la “necesidad permanente de las condiciones existentes” de que “Esto es todo lo que hay en el mundo y todo lo que se puede lograr para una eternidad y en realidad es el mejor sistema que haya existido” o la creencia de que este sistema tiene a los jóvenes peleándose y matándose unos a otros y haciendo el trabajo del sistema de opresión y miseria? ¿ Y qué de todos los sentimientos atrasados que dominan a demasiadas masas y salen de la boca de las mismas masas que necesitan ser parte de esta revolución?
Todo esto requiere una fuerza revolucionaria que arroje luz sobre la realidad más profunda de lo que está pasando, por qué y a qué corresponden los intereses de la humanidad. ¿Por qué? ¿Y qué está en juego si no lo hacemos?
¿Por qué la revolución es posible incluso en un país como Estados Unidos?
Hay muchísimas obras de BA en las que él aborda esta contradicción crítica de este sistema y la fundación de Estados Unidos. Se tiene la importante obra de El comunismo y la democracia jeffersoniana, que muchos deberían leer. Pero citaré Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador...:
Hay cierta experiencia histórica importante de la que aprender — situaciones en las que una clase dominante ya no podía gobernar de la “manera acostumbrada” que la gente había sido condicionada a aceptar, y surgió una verdadera posibilidad de poner fin al sistema existente, incluso un sistema que había estado tan poderosamente atrincherado que desde hace mucho tiempo semejante cambio profundo había parecido imposible. Esto ha ocurrido especialmente cuando la clase dominante, o un sector de la clase dominante, de ese sistema ya no cree en lo que habían sido las “normas aglutinantes” —el conjunto regulador de creencias y procesos— de ese sistema, y las abandona más o menos abiertamente.
Voy a trabajar un poco hacia atrás desde donde BA comienza en este artículo. Primero, sobre la cuestión del método: ¿Qué dice realmente BA en esta cita y por qué es cierto? Cuando vives en un país como Estados Unidos, en una superpotencia, aunque estás en el fondo de la sociedad, por muy malo que sea, habrá otra persona o personas en el mundo que están mucho más oprimidas y tienen condiciones de vida aún más difíciles. Cuando se vive en un país como Estados Unidos, que se ceba de otros países, al obligar a niños pequeños a trabajar duro y en condiciones explotadoras3, es muy fácil olvidarse y vivir meramente para sí mismo. Es fácil ser empírico y simplemente juzgar las cosas según lo que ves desde la posición de clase que en última instancia se determina para ti por el funcionamiento del sistema. No es un sistema abierto de castas como en la India, pero sigue siendo un sistema basado en clases y explotación.
Existe un “privilegio” altamente estratificado y relativo de vivir en un país como Estados Unidos, representado en el “desequilibrio” del mundo. Pero estas cosas no son sólo meramente económicas. Se tienen las relaciones sociales, que son la opresión de género y el racismo, la división entre mujeres y hombres. Estas cosas son muy complejas, pero todas están debajo de la superficie y al mismo tiempo todas están ahí para que la gente las vea. Todo eso requiere un método y análisis científico de lo que realmente está ocurriendo. ¿Cuáles son los resortes principales y las fuerzas impulsoras? ¿Cuál es el movimiento principal de las cosas? Se requiere el materialismo dialéctico, y se requiere una dirección científica para salirse de esas condiciones que mantienen a las masas de personas encerradas dentro de un sistema de explotación y opresión. Para poner fin a todo eso, hay que poner fin al sistema. En Una Declaración, un Llamamiento a que se organice ahora para una revolución real, se dice:
Una revolución implica una fuerza de millones de personas, de muchos diferentes sectores de la sociedad y organizadas para una lucha total para derrocar este sistema y reemplazarlo por un sistema económico y político radicalmente diferente y mucho mejor, un sistema socialista, que se base en satisfacer las necesidades de la gente y en llevar adelante la lucha por un mundo comunista donde por fin se ponga fin, por todas partes, a la explotación, la opresión y la destrucción del medio ambiente que están integradas en este sistema del capitalismo-imperialismo. Cualquier cosa menos que esta revolución no lidiará para nada con la raíz de todos los problemas ni conducirá hacia la verdadera solución.
¿Quién necesita ser parte de esto?
[T]oda persona que ya no soporte este mundo tal como está … que esté harta del trato a tantas personas como si fueran menos que humanos … que reconozca que la supuesta “libertad y justicia para todos” es una mentira cruel … que esté justamente enfurecido porque la injusticia y la desigualdad siguen, y siguen, y siguen, a pesar de las falsas promesas y palabras almibaradas de aquellos que están en el poder (o aquellos que aspiran a conseguirlo) … a toda persona que se angustie ante el rumbo por el cual se encaminan las cosas y el hecho de que ser joven ahora implica carecer de un futuro digno, o de plano de un futuro … a toda persona que haya soñado alguna vez con algo mucho mejor, o alguna vez se haya preguntado si eso es posible … a toda persona que anhele un mundo sin opresión, explotación, pobreza y destrucción ambiental … a toda persona con corazón para luchar por algo por lo que realmente vale la pena luchar: Tú tienes que ser parte de esta revolución.
Y este es el momento. ¿Pero no ha sido siempre el momento? ¿No ha sido siempre este sistema un horror? ¿No ha sido siempre esta afirmación de “libertad y justicia” una mentira cruel? Sí, pero en ESTE ES UN MOMENTO POCO COMÚN EN QUE LA REVOLUCIÓN SE VUELVE POSIBLE — POR QUÉ ES ASÍ, Y CÓMO APROVECHAR ESTA OPORTUNIDAD POCO COMÚN, BA dice:
Aunque “la democracia, con libertad y justicia para todos” es una mentira cruel, esta mentira ha sido crucial para que los gobernantes de este país mantengan la articulación de las cosas bajo este sistema — y especialmente para conseguir que las personas que están oprimidas bajo este sistema crean en la posibilidad de hacer que este sistema sea más justo. Por eso, ambos partidos de la clase dominante en general estaban de acuerdo, durante mucho tiempo, en trabajar dentro del mismo marco para gobernar a este país — estaban de acuerdo en aceptar los resultados de las elecciones y en llevar a cabo “la transferencia pacífica del poder” entre los diferentes representantes de este mismo sistema, ya sean demócratas o republicanos.
Creo que este entendimiento va a ser muy controvertido en este momento. Hay una manera anticientífica dogmática de percibir las cosas que tienen las personas porque es más fácil de explicar y es más fácil de creer. No hace falta mucho trabajo para decir: “Son todos iguales y este sistema siempre ha sido un horror”, como dicen demasiada gente de “la Izquierda”. Hay una falta de comprensión de las diferentes fuerzas de clase y de la necesidad de éstas (no de una manera monolítica), especialmente al interior de la clase dominante. Aunque la dictadura de la clase capitalista ha sido disimulada, creo que el hecho de que haya sido disimulada tiene un propósito:
El sistema de gobernanza política —la “democracia”— que ha existido en Estados Unidos es, y siempre ha sido, democracia según los términos de este sistema y de aquellos que lo gobiernan. Esta “democracia” capitalista es un disfraz, y un medio, para lo que realmente impera en este país —una dictadura de la clase capitalista— su dominación del poder político y de la fuerza y violencia oficiales (supuestamente “legítimas”), como cuando la policía repetidamente mata a las personas, especialmente negras, latinas, indígenas y de color.
Pero,
Con las condiciones cambiantes en este país [Estados Unidos], y en el mundo en su conjunto, durante el tiempo transcurrido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (hace 75 años), ha sido necesario que la clase dominante, para mantener “el orden y la estabilidad” en este país, hiciera ciertas concesiones a la lucha contra la supremacía blanca, la supremacía masculina y algunas otras relaciones opresivas, mientras que al mismo tiempo insistiera en que todo eso fuera parte de “crear una unión más perfecta” y “perfeccionar aún más la gran democracia que siempre ha existido en este Estados Unidos”. Esto también ha sido necesario para que los gobernantes de este país continúen promocionándolo como “el líder del mundo libre”, que ellos dicen que es necesario que siga siendo la potencia dominante en el mundo — pero que, en realidad, es la potencia más opresiva y destructiva, que saquea a las masas de personas así como a la Tierra.
Pero un sector de la clase capitalista gobernante, representado por el Partido Republicano, siempre se ha resistido incluso a dar estas concesiones parciales a la lucha contra la opresión, y ha llegado a convencerse de que ahora estos cambios han ido muy lejos, que amenazan con destruir lo que ha mantenido la articulación de este país y lo que le ha permitido dominar al mundo.
Los republicanos se han convertido en un partido fascista —un partido basado en la abierta y agresiva supremacía blanca, supremacía masculina y otras relaciones opresivas— un partido convencido de que es el único que se merece gobernar, que actúa para manipular las elecciones y suprimir los votos con el fin de conseguir y aferrarse al poder, que se niega a aceptar los resultados de las elecciones que no gana, que está decidido a destripar y pervertir el “estado de derecho”, pisotear los derechos de la gente y adoptar lo que constituye una dictadura capitalista indisimulada, que está listo a utilizar la violencia no sólo contra las masas de personas sino también contra sus rivales en la clase dominante.
Estos republicanos han movilizado a un sector importante de la población que cree, con una pasión intensa e irracional, que hay que defender e imponer firmemente la supremacía blanca, la supremacía masculina y otras relaciones opresivas (así como el desenfrenado saqueo del medio ambiente). Esa gente ha sido impulsada hasta entrar en un estado de demencia cruel, al abrazar todo tipo de teorías conspirativas lunáticas, junto con un fundamentalismo cristiano enloquecido, como respuesta a la amenaza que ven a su posición de privilegio (o “ordenada por dios”) y su insistencia en que algunas concesiones adicionales a la lucha contra la opresión destruirán lo que ha “hecho que Estados Unidos tenga grandeza”.
Estas divisiones ya han llegado a estar profundamente arraigadas en las grandes instituciones de este país, incluidas las fuerzas armadas, y se agudizarán cada vez más y saldrán explosivamente a la luz, a medida que las cosas sigan agudizándose en la sociedad en general y al interior de la clase dominante.
No es posible superar estas profundas divisiones, esta intensificación del conflicto —no es posible volver a “componerse” todo esto— según los términos, y de la manera, que hasta ahora se ha mantenido la articulación de Estados Unidos bajo el gobierno de una clase capitalista más o menos unificada.
Cabe volver al artículo sobre el “momento poco común”. Permítanme resaltar una obra clave en el proceso de organizarnos para la revolución, una obra que se ha pasado por alto, se ha subutilizado y se ha abreviado la mayor parte del tiempo como una mera referencia en lugar de una guía viva real que creo firmemente que debería abrirse, discutirse, aplicarse y utilizarse de manera regular como medida clave de nuestro trabajo, especialmente en los Clubs Revolución, que se titula Organizarse para una revolución real: 7 puntos claves. El Primer punto dice: “Se expone y se explica, en los siguientes términos básicos, por qué éstos son ‘tiempos poco comunes’ en los que la revolución se vuelve (más) posible, incluso en un país poderoso como Estados Unidos:”
La brutal y asesina supremacía blanca, supremacía masculina y otras relaciones opresivas, la crisis cada vez más profunda en la sociedad y el mundo en general, incluidas las guerras constantes y la destrucción continua del medio ambiente: no es posible resolver todo esto en última instancia, de una manera positiva, dentro de los límites del sistema que gobierna en Estados Unidos y domina en el mundo en su conjunto — el sistema del capitalismo-imperialismo. Bajo el gobierno de este sistema, todo esto simplemente se agravará. Las divisiones crecientes al interior de Estados Unidos ahora, de arriba a abajo, suponen que aquellos que han gobernado en este país durante tanto tiempo (la clase dominante capitalista-imperialista) ya no pueden gobernar, como una “fuerza unificada”, de la manera “normal” en que la gente ha sido condicionada a aceptar — con un sistema de gobierno que tiene un caparazón externo de “democracia” para encubrir el hecho de que es en realidad una dictadura capitalista en su núcleo, que se apoya en lo fundamental en la fuerza armada de las instituciones de “violencia oficial”, la policía y las fuerzas armadas. Debido a los grandes cambios en Estados Unidos y en el mundo en general, una parte de la clase dominante, representada por el Partido Republicano, se ha vuelto fascista: ya no creen en lo que han sido las “normas” del gobierno capitalista “democrático” en este país, ni se sienten obligadas por éstas. Y el otro sector de la clase dominante, representada por el Partido Demócrata, no tiene ninguna respuesta concreta a esta situación — excepto procurar mantener la “forma habitual” en que el dominio opresivo de este sistema se ha impuesto a lo largo de cientos de años, a la vez que los fascistas están decididos a hacer pedazos esas “normas” y gobernar con medios más abierta y agresivamente opresivas, sin el tradicional disfraz de la supuesta “democracia para todos”.
Sólo es posible resolver la crisis y las profundas divisiones en la sociedad con medios radicales, de un tipo u otro — ya sea medios radicalmente reaccionarios, mortíferamente opresivos y destructivos o medios revolucionarios radicalmente emancipadores. Y es muy posible que esta resolución pueda darse, de una forma u otra, en los próximos pocos años. Esta situación poco común, con la profundización y la agudización de los conflictos entre los poderes gobernantes y en la sociedad en general, proporciona una base más sólida y mayores oportunidades para romper el control de este sistema sobre las masas de personas. En una situación así, es posible que las cosas que llevan décadas básicamente sin cambiar, cambien radicalmente en un lapso de tiempo muy corto. Es importante no desperdiciar este momento poco común — es necesario aprovecharlo a fin de tener una verdadera oportunidad de hacer nacer una resolución revolucionaria verdaderamente emancipadora, y no estar sometidos a una resolución terrible, reaccionaria, asesinamente opresiva y destructiva.
¿Les explicamos así a las masas y a los demás por qué este es un “momento poco común”? ¿O la frase “momento poco común” simplemente aparece entre comillas como si fuera nada más algo que decir, porque en realidad, este sistema siempre ha sido un horror y una pesadilla para las masas de personas, estos fascistas están cargados y están cargándose para una guerra civil unilateral, mientras que “nuestro bando” está envuelto demasiado en tonterías y nuestras fuerzas son demasiado pequeñas? Lo que este último argumento dice en esencia es: “Ellos se están preparando para una guerra civil, y si bien nosotros no estamos preparándonos para una guerra civil, hace falta que nos preparemos para... pues... ¡una guerra civil!”. En Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador…, BA escribe acertadamente, y creo firmemente que hace falta que nosotros captemos y manifestemos esta comprensión al responder a las cuestiones sobre “Guerra civil y revolución” en la misma obra apropiadamente titulada de la serie de cinco entregas, Revolución: Una verdadera oportunidad de ganar:
Dada la naturaleza, los objetivos y las acciones de los fascistas, existe la verdadera posibilidad de una guerra civil real. Pero dada la naturaleza, los objetivos y las acciones del sector “tradicional” de la clase dominante (representado por el Partido Demócrata y los medios de comunicación como la MSNBC, el New York Times y la CNN), y dada la situación actual con aquellos, que provienen de diferentes partes de la sociedad, que tienden a apoyar, y políticamente seguir a la cola, a este sector “tradicional” de la clase dominante, es posible que los fascistas puedan hacerse del poder y consolidarlo sin una guerra civil, pero con todas las terribles consecuencias que resultarían de semejante consolidación fascista del poder. O, como se enfatiza en la “Declaración y Llamamiento”, en lo que equivaldría a una guerra civil unilateral, estos fascistas podrían llevar a cabo una matanza contra los que odian, incluidos los negros y otras personas de color, los “inmigrantes ilegales”, las “mujeres revoltosas” y aquellas que no se conforman con las “normas” y relaciones sexuales y de género “tradicionales”.
En todo caso, es una realidad mortalmente seria que estos fascistas están decididos a aplastar —tan violentamente como sea necesario— a cualquiera y cualquier cosa, en cualquier lugar de la sociedad, que se interponga en el camino de implementar sus horrorosos objetivos.
Esto le da un énfasis especial a lo que dice la “Declaración y Llamamiento” inmediatamente después de esto:
Hace falta cambiar radicalmente esta situación, al grado en que haya masas de personas preparadas para derrotar a estos fascistas y a hacerlo como parte de deshacerse de este sistema entero, que ha engendrado a estos fascistas, junto con todos los demás horrores que perpetra continuamente….
Esta no es la época de la Guerra Civil en la década de 1860, cuando el objetivo de quienes luchaban contra la injusticia era abolir la esclavitud y —en términos de quienes gobernaban la sociedad— el único desenlace positivo posible era la consolidación y el fortalecimiento del gobierno de la clase capitalista en ascenso centrado en el Norte. Esa época desde hace mucho tiempo dejó de existir. Y este sistema del capitalismo, que se ha desarrollado y transformado en un sistema de explotación y opresión mundial, en el capitalismo-imperialismo, desde hace mucho tiempo se ha vuelto anticuado — yendo mucho más allá de su fecha de caducidad, mucho más allá de cualquier circunstancia en la que pudiera desempeñar un papel positivo. Es necesario que el objetivo ahora sea precisamente deshacerse de todo este sistema del capitalismo-imperialismo.
Con todo esto, digo que existe una forma de comprender y captar y representar el hecho científicamente determinado de que éste es un momento poco común en el que la revolución es más posible. El Segundo punto de los 7 puntos clave dice:
Con el reconocimiento de estos momentos poco comunes en que la revolución se vuelve (más) posible: utilizar las fuerzas para la revolución ahora para tener un impacto en las masas de personas, en todas las partes de la sociedad —llevando a la gente el mensaje de la revolución, especialmente con formas cortas, poderosas y populares, tanto en línea como “en la vida real”— explicando por qué esta revolución es necesaria, y es posible, y cómo ser parte del trabajo para hacerla realidad. De formas contundentes y convincentes, llevar a cabo una lucha feroz contra las formas de pensar que mantienen a la gente encadenada a este sistema, ganándose a números crecientes de personas para que rompan con todo eso, y a la vez también movilizar a las masas de personas para que luchen contra las injusticias y los atropellos que se cometen continuamente bajo este sistema y ponerse de pie contra las fuerzas que perpetran e imponen estas injusticias y atropellos. Difundir por todas partes la inspiradora visión de qué tanto mejor podría ser la vida, para la gran mayoría de la gente, si millones de personas se pusieran a apoyar esta revolución y la llevaran a cabo — haciendo que fuera posible la reestructuración de toda la sociedad sobre una base completamente diferente, con un sistema económico radicalmente diferente (modo de producción) y relaciones emancipadoras radicalmente diferentes entre las personas, como se explica muy concretamente en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian.
Conclusión
Hace poco yo le decía a un grupo de camaradas: “Había una razón por la que tuvimos que votar por Biden para asestar una derrota a Trump [como medida táctica] en 2020... para ganar cierto tiempo”. Lo que BA dijo en 2021 es correcto:
La derrota electoral del régimen de Trump y Pence sólo “gana cierto tiempo” — tanto en relación al peligro inminente constituido en el fascismo que este régimen representa, como más fundamentalmente en términos de la crisis potencialmente existencial que la humanidad está enfrentando cada vez más a consecuencia de estar atada a las dinámicas de este sistema del capitalismo-imperialismo. Pero, en términos esenciales, el tiempo no juega a favor de la lucha para un futuro mejor para la humanidad.
¡Alguien señaló muy correctamente que eso salió en 2021! ¿Cuánto tiempo hemos perdido? No creo que hayamos desperdiciado el momento, pero BA dijo: “Es importante no desperdiciar, despilfarrar, desaprovechar este momento poco común. Más bien, es necesario prepararnos activamente para una revolución y trabajar vigorosa y sistemáticamente para una revolución —ahora, y de manera continua— para acumular las fuerzas científicamente orientadas y poderosamente organizadas para esta revolución, y preparar el terreno para ésta”.
El Tercer punto de los 7 puntos clave, dice:
Con “Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador” como la guía básica, y utilizando El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! de YouTube y el sitio web revcom.us como recursos clave, organizar a las personas que se sienten atraídas por esto para que breguen con por qué es necesaria una revolución real, qué supone semejante revolución y qué tipo de sociedad se propone. Activarlas en el proceso de hacer trabajo de construcción para la revolución, de una manera organizada — al ser parte de llevar a cabo el punto 2. Darles formas a las personas en las partes del país donde la revolución aún no tiene una presencia organizada para vincularse con otros y formar parte de esta revolución.
Una vez más, ¿en qué medida estamos haciendo esto? ¿Qué parte de nuestro trabajo se basa en ese Tercer punto que sigue al 1 y al 2? En las entrevistas con BA, El Show RNL sí muestra una sección en la que BA habla de “momentos poco comunes”. Yo pensaba que la forma en que la abordamos fue espectacular, impresionante y muy científico. Le dio mucha “vida” a la cuestión del “ahora”. Ése es otro tremendo recurso como parte del conjunto de las Entrevistas con BA con las que necesitamos “salir al cuadrilátero”.
En la última sección de “Una revolución: Importantes puntos de viraje y oportunidades poco comunes”, a la que cabe volver y la que precede a esta cita, también es muy importante, BA escribe:
Una vez más, ello requiere que de manera decidida “se vaya contra la corriente” de los sentimientos espontáneos de las masas, incluida la obstinada tendencia de muchas personas a permanecer atascadas en la trillada rutina de confiar en “la forma en que siempre han sido las cosas”, a la vez que los “temblores” cada vez más intensos, e incluso potencialmente existenciales, que estén estallando en Estados Unidos y en el mundo en general, estén trastornando y haciendo añicos de manera profunda esa “forma en que siempre han sido las cosas”. Como he enfatizado antes, es necesario despertar a sacudidas a la gente —a las masas de personas, en diferentes partes de la sociedad— por medio de una lucha aguda y, a veces, feroz, para conseguir que reconozcan los horrores muy reales que se perfilan en el horizonte cercano, pero también la verdadera posibilidad de una salida revolucionaria de esta locura. Esto significa romper con las relaciones y formas de pensar dominantes de este pútrido sistema del capitalismo-imperialismo, incluida su trampa movediza de las elecciones para decidir entre los representantes demócratas y republicanos de la clase dominante de este sistema.
Lo siguiente, que escribí hace ya años, tiene un significado muy realzado y urgente hoy:
En realidad, si los conflictos entre diferentes sectores de la clase dominante alcanzan el extremo en que empiezan a asumir proporciones antagónicas, ello es una señal de grietas y fisuras extremadamente agudas y profundas en todo el orden establecido; y los oprimidos tienen que aprovechar tal situación, no para tomar partido por un sector de la burguesía en contra del otro —ayudando así a la clase dominante a “reparar” la ruptura del viejo orden y reforzar su dictadura, en una forma u otra— sino para levantarse en una lucha revolucionaria por derrocar el dominio de la burguesía en su conjunto.
Las masas de personas: todos aquellos que sufran tan horrorosamente en los “tiempos normales” de vivir bajo el dominio de este sistema del capitalismo-imperialismo... todos aquellos que anhelen un mundo más justo y un futuro digno en que vivir, pero cuyo futuro será algo verdaderamente terrible si se deja que las cosas continúen bajo los términos establecidos por este sistema… Es necesario conseguir que las masas de personas, que cantidades cada vez más grandes de ellas, tomen conciencia del significado y las implicaciones de este momento poco común, inclusive mediante una lucha feroz según sea necesario para ganárnoslas para que levanten la vista y reconozcan no sólo la necesidad sino la posibilidad de aprovechar este momento poco común para hacer una revolución y arrancarle algo realmente positivo, sí, algo verdaderamente emancipador, a este momento poco común.
Con todo eso, todavía hay mucho que decir, y aprecio la capacidad de BA para concentrarse tanto en sus obras y para dirigir con una fundamentación científica que es tan inspiradora, que te edifica y te reta a aspirar a hacer lo mismo, y como he mostrado aquí, existen muchísimos recursos y obras suyas de los que hay que sacar provecho. ¡Hace falta que se produzca más de ese forcejeo y aprendizaje entre aquellos que desean y quieren luchar por un futuro radicalmente diferente y verdaderamente emancipador! Insto a todos los que lean esto a que regresen y lean los 7 puntos clave en grupo, que los discutan y los debatan y que luchen entre sí al respecto.
No podemos darnos el lujo de no hacerlo. No podemos darnos el lujo de desperdiciar otro día u hora. BA no dijo: “¿Sabes qué? He hecho todo este trabajo — lo tengo cubierto. Lo único que necesitas hacer es ponerlo en operación y resolver la logística para que esto suceda” — ¡NO! Él cuenta esa historia en su autobiografía From Ike to Mao and Beyond, de arrojar El Capital contra la pared, maldiciendo a Marx pero luego volvió a tomarlo. Con todo lo que tenemos que hacer, con todo lo que clama por hacer, el 90% del trabajo lo ha hecho esta dirección, pero el 90% de ese trabajo aún está por hacerse, estudiarse profundamente y aplicarse, y eso es algo con lo que me he dado cuenta que necesito luchar por ello y luchar durísimamente por ello, y hasta, sí, luchar por los objetivos e intereses más amplios de la humanidad y cumplir con lo que clama que se haga de la manera más materialista.
Sin teoría, sin la teoría y línea correcta, sin el método científico según su desarrollo adicional y nueva concepción, y con la ruptura con algunas de sus características secundarias en el nuevo comunismo, simplemente vas a estar a la merced de los términos establecidos por este sistema y su poder armado ejercido mediante su dictadura. Están triturándose las normas aglutinantes sobre la manera en que se ha gobernado este sistema — en que un sector abandona y tritura abiertamente esas mismas normas mientras que el otro sector de la clase dominante se aferra desesperadamente y trata de aferrarse a esas normas y lucha con éstas. Para colmo, los golpeadores fascistas están preparándose y están listos para una guerra civil, a la vez que los mercenarios “woke” (concienciados) y las capas pequeñoburguesas luchan ferozmente por sus propios y estrechos intereses en lugar de luchar por los intereses de la humanidad. Si no tienes ciencia y no la aplicas, las demás fuerzas de clase que se compiten entre sí por el poder te van a zarandear de un lado a otro. Lo que llamamos “los seis párrafos”, que se encuentran en la obra Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Segunda parte, es extremadamente importante de retomar y captar.
BA ha hecho el análisis científico de que aquí existe una oportunidad, si la aprovechamos, si somos capaces de hacer avanzar la revolución a lo largo de ella. Las cosas van a desenvolverse en un sentido u otro. Esa decisión depende de nosotros.
Concluiré con dos citas que abordan la dirección y el análisis provenientes de Puntos de viraje y oportunidades poco comunes y de Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador, respectivamente:
Así que no se habría dado una revolución en Rusia si los bolcheviques, dirigidos por Lenin, no hubieran mantenido, en primer lugar, una posición de principios en oposición a la guerra — yendo contra la poderosa corriente de fervor patriótico al principio y durante buena parte de la guerra. Más allá de eso, no se habría dado una revolución en 1917 si Lenin no hubiera brindado una dirección decisiva en hacer el análisis científico de las formas en que esta guerra estaba haciendo acentuar en gran medida las contradicciones del sistema capitalista-imperialista, en general y de manera particularmente aguda en Rusia — o si los bolcheviques no hubieran aplicado este análisis y no hubieran aprovechado la situación poco común hacia el fin de la guerra cuando, como también dijo Lenin, años e incluso décadas de “tiempos normales” se condensaban en meses o incluso en semanas de contradicciones intensificadas y acontecimientos acelerados. (subrayado agregado)
Y:
Para volver a esta verdad crucial y urgente:
Éste es uno de esos momentos y circunstancias poco comunes en que la revolución llega a ser posible, no sólo debido a que este sistema es siempre un horror, sino debido a que sólo es posible resolver la crisis y las profundas divisiones de la sociedad con medios radicales, de un tipo u otro — ya sea medios radicalmente reaccionarios, mortíferamente opresivos y destructivos o medios revolucionarios radicalmente emancipadores.
Hay que responder a un gran reto, y hay que llevar a cabo una tremenda cantidad de trabajo y lucha, con una determinación y audacia con fundamentación científica, a fin de hacer posible la resolución revolucionaria emancipadora.
No hay ninguna garantía de lograr todo esto, pero sí existe una verdadera posibilidad. Y lo que hacemos —lo que todos aquellos que quieren ver un mundo y un futuro en el que valga la pena vivir, en que los seres humanos en todas partes realmente puedan florecer en la plenitud de su humanidad— lo que todos nosotros hacemos puede importar enormemente en lo que será el desenlace de todo esto.
Existe la posibilidad, existe el reto.
Atrévete a formar parte de las fuerzas para esta histórica revolución. Atrévete a trabajar con determinación para hacer que sea una realidad. Atrévete a luchar, atrévete a ganar. (subrayado agregado)
Obras referenciadas en este artículo:
Enero de 2021
DECLARACIÓN DE AÑO NUEVO DE BOB AVAKIAN
Un año nuevo, la necesidad urgente de un mundo radicalmente nuevo —
Para la emancipación de toda la humanidadAlgo terrible, O algo verdaderamente emancipador: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia, Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución
Organizarse para una revolución real: 7 puntos claves
POR QUÉ NOS HACE FALTA UNA REVOLUCIÓN REAL Y CÓMO CONCRETAMENTE PODEMOS HACER LA REVOLUCIÓN
Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte
UNA REVOLUCIÓN: IMPORTANTES PUNTOS DE VIRAJE Y OPORTUNIDADES POCO COMUNES
O… ¿Por qué Lenin aludía a la Primera Guerra Mundial como un “director de escena” de la revolución?...
Y, ¿por qué Mao decía, Agradecemos a Japón por invadir a China?Una Declaración, un Llamamiento a que se organice ahora para una revolución real
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