En estos momentos se está desenvolviendo una batalla legal y política extremadamente seria, y potencialmente decisiva, sobre el arresto ilegal e ilegítimo de Mahmoud Khalil por parte de los fascistas de Trump y MAGA. Al cierre, Khalil permanece preso en un centro de detención del ICE en Luisiana.
Mahmoud Khalil es un ciudadano argelino de 30 años de edad de ascendencia palestina y residente legal permanente de Estados Unidos con tarjeta verde. También es un egresado reciente de la Universidad de Columbia que ha desempeñado un papel dirigente en el justo y valiente levantamiento estudiantil contra el genocidio israelí en Gaza.
Por orden de Trump y sus altos funcionarios, Khalil fue secuestrado por agentes del ICE el sábado 8 de marzo. Estaba afuera de su residencia, en vivienda universitaria de la Universidad de Columbia, mientras su esposa, una ciudadana estadounidense embarazada de ocho meses, observaba horrorizada.
El secuestro de Mahmoud: las tácticas de la Gestapo nazi de principio a fin
Vídeo en inglés: El momento del arresto del activista Mahmoud Khalil.
Los agentes del ICE dicen que tenían una orden de arresto contra Mahmoud en sus teléfonos, pero se negaron a mostrársela. Mahmoud no fue acusado ni imputado de ningún delito. El ICE alegó que estaba detenido porque le estaban revocando la visa de estudiante. Cuando él les dijo que no tenía visa de estudiante porque tenía una tarjeta de residencia permanente (tarjeta verde), los agentes le dijeron que también le estaban revocando la tarjeta verde. Cuando su esposa les preguntó por qué se lo llevaban, la amenazaron con arrestarla si no “cooperaba”.
El ICE se negó a decirle a él, ni a informar a su esposa, a dónde lo llevaban. El ICE llevó a Mahmoud primero a un centro de detención del ICE en Nueva York, luego a uno en Nueva Jersey. El domingo lo trasladaron por avión a un centro del ICE en Jena, Luisiana, donde aún permanece detenido. El “centro”, es decir la prisión, está a 232 kilómetros de cualquier zona urbana, a 2.100 kilómetros de su familia y su equipo legal, y tiene mala fama por sus “abusos sistemáticos contra los derechos humanos de los inmigrantes detenidos y desaparecidos”1. A Mahmoud le entregaron una notificación para comparecer en una audiencia de deportación el 27 de marzo y le dijeron que la firmara2. Se negó a firmarlo cuando el ICE, ilegalmente, le impidió hablar en privado con sus abogados, una prohibición que duró cinco días hasta que un juez ordenó que se permitiera tal llamada telefónica3.
El razonamiento I-legal fascista del régimen de Trump

Los partidarios de Mahmoud Khalil se congregan en Foley Square, fuera del tribunal federal en Manhattan, ciudad de Nueva York, 12 de marzo de 2025. Foto: AP
Al día siguiente, Trump se alardeó del secuestro de Mahmoud, y detalló la lógica fascista de su arresto: “Siguiendo mis órdenes ejecutivas previamente firmadas, el ICE con orgullo aprehendió y detuvo a Mahmoud Khalil, un Estudiante Extranjero Radical Pro-Hamas, en el campus de la Universidad de Columbia. Este es el primer arresto de muchos por venir”.
El documento de deportación entregado a Mahmoud decía: “El secretario de Estado ha determinado que su presencia o actividades en Estados Unidos tendrían consecuencias adversas serias para la política exterior de Estados Unidos”.
Este argumento es un paso gigantesco hacia la criminalización y supresión de toda crítica o protesta contra cualquier acción de Estados Unidos en todo el mundo, y eviscera ilegalmente los derechos básicos que se supone que están garantizados en la Constitución de Estados Unidos.
Un punto de viraje y un salto hacia la consolidación del fascismo
En una nueva declaración importante, Rechazar el Fascismo resume el punto de viraje que representa el arresto de Mahmoud y la amenaza de deportarlo:
El arresto de Khalil es un punto de viraje. Es un salto hacia la consolidación de un país diferente: un Estados Unidos fascista. Cuando el estado de derecho se vuelve irrelevante —cuando lo que se permite expresar o hacer depende de la palabra de Trump y sus secuaces—, eso debe ser una llamada de atención para que actuemos unidos. Cuando la función del gobierno es arrasar con el estado de derecho y consolidar un orden fascista, es necesario que no haya actividades como de costumbre.
Cuando decenas de millones de inmigrantes y refugiados se enfrentan a la satanización, al arresto en la oscuridad de la noche, a la detención en condiciones horribles, a la deportación con familias separadas, ya es hora en que la humanidad, la moralidad de todos, se pone a prueba. Hacerse a un lado porque no te afecta de inmediato es perder tu humanidad y allanar el camino para horrores aún mayores. Así es la lección de la Alemania nazi en la década de 1930.
La feroz batalla jurídica que ahora se está desenvolviendo … con apuestas extremadamente altas
El domingo 9 de marzo, al día siguiente del secuestro de Mahmoud, su equipo legal presentó una petición ante el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York. El equipo exigió una audiencia para solicitar su libertad y que lo regresaran a Nueva York, así como una orden para impedir que el gobierno tomara más medidas contra Mahmoud. El lunes 10, el juez Jesse Furman ordenó al gobierno que no expulsara a Mahmoud de Estados Unidos mientras su caso esté pendiente.
El 12 de marzo se celebró una audiencia judicial sobre cómo proceder en el caso y, de mucha importancia, más de mil personas se congregaron a las afueras para apoyar a Mahmoud y exigir su libertad. (En la audiencia, el juez Furman también ordenó al ICE que permitiera llamadas telefónicas privadas entre Mahmoud y su equipo legal).
El equipo de Mahmoud ha presentado otras mociones que impugnan su detención y las afirmaciones jurídicas del régimen de Trump, con el argumento de que la detención de Mahmoud “viola sus derechos constitucionales, incluida la libertad de expresión y el debido proceso, y va más allá de la autoridad legal del gobierno”4.
El régimen fascista de Trump sigue insistiendo en que Mahmoud permanezca en Luisiana y comparezca ante una audiencia de deportación el 27 de marzo.
Es probable que se celebren otras audiencias en Manhattan en los días y semanas por venir, pero hasta el momento no se han anunciado fechas. Por ahora, Mahmoud permanece bajo custodia del ICE en Luisiana.
Pero hay mucho sobre este caso y la forma en que se desenvolverá que permanece nublado en la incertidumbre, en gran parte debido a las mentiras, la desinformación y las maniobras obstruccionistas del régimen fascista de Trump y MAGA.
El auge de apoyo a Mahmoud por todo Estados Unidos y la urgente necesidad de que la lucha se amplie, se profundice y se vuelva más decidida
Ha surgido una oleada de protestas contra el régimen fascista de Trump y MAGA, y en apoyo a Mahmoud. Se ha concentrado en la ciudad de Nueva York, donde se han dado numerosas protestas, pero también está encontrando eco en todo Estados Unidos. Vea AQUÍ (en inglés) las “Imágenes y voces” de estas protestas en todo el país.
Todo esto ha representado un avance importante en la lucha contra este régimen fascista, pero hace falta que cuente con más amplio apoyo, más amplia difusión y desarrollo mucho más amplio y fuerte. Ahora es crucial que hagamos avanzar la lucha, como propone RefuseFascism.org:
Durante las venideras dos semanas que culminan el 27 de marzo, fecha programada para la audiencia de Mahmoud Khalil, hace falta que nuestra lucha se amplíe, se profundice y se vuelva más decidida. Hace falta que los campus universitarios bullan con gente que luche para defender a Mahmoud Khalil y que se niegue a colaborar con el régimen fascista de Trump.
Cada día debería atraer a más personas de todas las nacionalidades, razas, géneros y sectores sociales para que salgan a las calles y plazas públicas. Las personas en todas las instituciones, gubernamentales y no gubernamentales, deben negarse a cooperar y cumplir las órdenes ilegales e ilegítimas del régimen de Trump, envalentonándose por la gente en las calles y aumentando su poder.
La guerra fascista de Trump contra la protesta y el disentimiento
Al detener y amenazar con deportar a Mahmoud Khalil, el régimen de Trump sostiene que podría deportar a personas si hay “motivos razonables” para creer que su presencia en Estados Unidos “tendría consecuencias adversas potencialmente serias para la política exterior de Estados Unidos”.
Mientras tanto, la secretaria de prensa de Trump ha exigido que la Universidad de Columbia identifique a otros manifestantes pro Palestina para el Departamento de Seguridad Nacional, y amenaza con que Trump espera que “todos los colegios y universidades en Estados Unidos cumplan con la política de esta administración”.
Esta es una receta para criminalizar y reprimir cualquier crítica o protesta contra las acciones de Estados Unidos en todo el mundo, y para un control fascista directo de las universidades. Y dicha campaña ya está en marcha.
A continuación van tan sólo algunos de los ataques flagrantes, por parte del gobierno y las universidades, que han tenido lugar en la última semana o dos:
El día antes de su secuestro, Mahmoud envió un correo electrónico a la Universidad de Columbia en que pidió protección debido a que una campaña reaccionaria de doxeamiento (difusión de información personal) y mentiras acerca de él lo tenía en la mira, pero la Universidad vergonzosamente no le ha ofrecido ninguna ayuda ni apoyo.
El ICE ha detenido a otro estudiante de la Universidad de Columbia por protestar en apoyo de Palestina, y otra estudiante se ha “autodeportado” de Estados Unidos después de que el ICE acudió a su residencia.
14 de marzo: La Universidad de Columbia anunció que había expulsado, suspendido y revocado los títulos de varios estudiantes que participaron en una protesta antiguerra en el campus la primavera pasada.
La Universidad de Yale suspendió a Helyeh Doutaghi, académica en derecho internacional y defensora controvertida de los derechos palestinos, después de que el sitio web de extrema derecha Jewish Onliner la acusó de vínculos con un grupo incluido en la lista de sanciones estadounidenses, aparentemente en referencia a la organización de defensa Samidoun. Doutaghi escribió: “Me tienen en la mira por una sola razón: por decir la verdad sobre el genocidio contra el pueblo palestino, del que es cómplice la Universidad de Yale”.
Betar, un grupo fascista proisraelí que puso en la mira a Mahmoud Khalil, dice que ha enviado “miles” de nombres de su extensa “lista de deportación” a los funcionarios de Trump.
Reuters informa: “El Departamento de Justicia de Estados Unidos está examinando si las protestas estudiantiles en la Universidad de Columbia por el genocidio en Gaza violaron las leyes federales contra el terrorismo, dijo hoy el sub procurador general Todd Blanche”.