La semana pasada, Trump dio a conocer los nombres de unas 20 personas que planea colocar en su gabinete o en otros cargos clave de autoridad cuando su régimen tome el poder el 20 de enero.
Se puede decir mucho sobre esta repugnante asamblea de supremacistas blancos, fascistas cristianos, supremacistas masculinos, belicistas y xenófobos (personas que odian a los “extranjeros”). Pero lo esencial que hay que entender es que Trump está reuniendo a un equipo de lugartenientes leales para implementar su programa fascista de pesadilla en Estados Unidos y reafirmar aún más violentamente la posición dominante de Estados Unidos en el mundo en su conjunto.
En este artículo y en los próximos nos centraremos en diferentes componentes de este programa, empezando por los planes de Trump de emprender grandes ataques contra millones de inmigrantes.
Organizando un escuadrón de ataque antinmigrante
Empecemos con una realidad básica del líder revolucionario Bob Avakian:
¿Por qué gente de todo el mundo viene aquí? ¿Por qué? Yo te voy a decir por qué. Porque han cagado al mundo aún peor que lo han cagado a este país.
Como resultado de más de un siglo de saqueo de sus países de origen por parte del capitalismo-imperialismo estadounidense, millones de personas del común que trabajan duro no ven ningún futuro allá. Para obtener una idea de esta situación, lea aquí, aquí y aquí, y otros artículos de la serie Crimen Yanqui de revcom.us. No pueden alimentar a sus familias ni mantener a sus hijos a salvo de las pandillas criminales. Así que la gente agarra lo que puede llevar, agarra a sus hijos de la mano o en los brazos y huye para salvarse, emprendiendo un peligroso viaje de meses de duración, hostigados por la violencia en todo el camino, con la esperanza de encontrar un refugio seguro en Estados Unidos.
¡En cambio, los gobernantes estadounidenses le cierran la puerta a la seguridad en sus narices! Se enfrentan a más violencia, por parte de la Patrulla Fronteriza y el ICE, los vigilantes justicieros y las pandillas. Los obligan a volver a los miserables campamentos de refugiados en México, una vez más a la merced de las pandillas y los funcionarios corruptos, y les dicen que “esperen su turno”, a veces durante años.
Estas son las personas a las que Trump sataniza como “violadores” y “criminales” de “países pozos de mierda”, a las que acusa de robarse y comerse las mascotas de los estadounidenses y a las que le echa la culpa de todos los problemas que el capitalismo estadounidense crea aquí, desde escuelas podridas hasta la inflación. Pregonaba el discurso fascista de que los inmigrantes están “envenenando la sangre” de Estados Unidos, haciendo eco al lenguaje de Hitler. Y demasiadas personas oprimidas en Estados Unidos se han dejado envolver en esta mierda venenosa, tratando de sacar ventajas arribistas pisoteando a nuestros hermanos y hermanas vulnerables, en lugar de darles la bienvenida y defenderlos.
Al azuzar a sus partidarios durante su campaña para que exigieran medidas para proteger a Estados Unidos en contra de estos “invasores”, se ha sentado la base para que el régimen de Trump avance a todo vapor para detener en rastrillajes y sembrar terror entre los inmigrantes y sus familias. Ahora Trump ha reunido un escuadrón de ataque para perseguir a los inmigrantes de manera masiva. Su objetivo declarado es deportar a 11 millones de personas indocumentadas (millones al año) y, al mismo tiempo, cerrar la frontera para impedir que ingresen nuevos inmigrantes.
Aquí están las tres personas designadas para estar a cargo de llevar a cabo el plan de Trump:
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem. Como directora del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Noem estará a cargo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y sus 20.000 agentes y personal, y de 20.000 agentes de la Patrulla Fronteriza. El ICE es el principal ejecutor de las deportaciones fuera de las regiones fronterizas; opera desde 400 oficinas en todo el país. El plan de Trump no solo trata de cerrar la frontera y perseguir a los inmigrantes recientes que aún se encuentran en la zona fronteriza — perseguirá a los inmigrantes por todo Estados Unidos, aunque hayan vivido aquí durante décadas, se han establecido y han formado familias.
El estado natal de Noem está a más de 1.600 kilómetros de la frontera sur, y los inmigrantes representan menos del cinco por ciento de su población. No obstante, Noem ha hecho del azuzamiento del miedo a los inmigrantes una parte central de su persona política. Habla de la frontera como “una zona de guerra”, y ha desplegado cinco veces la Guardia Nacional de Dakota del Sur en apoyo a la militarización fascista de la frontera de Texas. Para colmo, se ofreció a suministrar alambre de púas para lesionar a las familias desesperadas que buscan seguridad.
Stephen Miller, ex alto asesor de Trump en política. En una entrevista de 2023 con el New York Times, Miller dijo que había estado trabajando durante dos años en un plan detallado para deportar a millones de personas cada año, sin audiencias ni otro debido proceso. El plan de Miller también especifica la detención en redadas a los inmigrantes indocumentados que ya están en Estados Unidos y su detención en campamentos antes de expulsarlos del país1.
Miller dice que este plan requeriría no solo a agentes del ICE, sino también a policías locales y a elementos de la Guardia Nacional estatal. Como subjefe de gabinete de Trump, Miller tendrá un amplio acceso al poder federal que podría facilitar eso. Y Miller dice: “Todos los activistas que duden en lo más mínimo de la resolución del presidente Trump está cometiendo un error drástico: Trump desatará el vasto arsenal de poderes federales para implementar la racha de represión migratoria más espectacular”.
Tom Homan es un puerco antiinmigrante hasta la médula. Los poderes y deberes exactos de Homan como “zar de la frontera” aún no están claros. Pero lo que sí está claro es que este ex policía, agente de la Patrulla Fronteriza, agente del ICE y director interino del ICE (2017-2018) ha prometido “dirigir la mayor operación de deportaciones que jamás se haya visto en este país”2.
Se considera que Homan es el “arquitecto” del programa de separación de familias durante el primer mandato de Trump, que arrancó a miles de niños a los brazos de sus madres y padres. Y Homan todavía lo defiende: “No me importa una mierda, ¿verdad? La conclusión es que hicimos cumplir la ley”. Aquellos que cruzaron la frontera “eligieron separarse”. Cuando se le preguntó si había una manera de deportar a 11 millones de personas sin volver a separar a las familias, Homan replicó: “Por supuesto: las familias pueden ser deportadas juntas”. ¿Y qué pasa si los gobernadores o los alcaldes no quieren deportaciones en masa en sus ciudades o estados? “Si no nos van a ayudar, pues que se quiten del maldito camino, porque lo vamos a hacer”.
Objetivos inmediatos: DACA y TPS
Este crimen contra la humanidad a escala industrial no ocurrirá de una sola vez. Quizá tomen medidas en distintos frentes a fin de dar una salva de lanzamiento audaz y despiadada. Homan, Trump y otros han dicho que las medidas iniciales incluirán la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) y de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Bajo el TPS, los inmigrantes en Estados Unidos en cuyos países de origen es demasiado peligroso como para volver pueden permanecer legalmente y obtener permisos de trabajo hasta que cambien las condiciones. Si se cancela el TPS, alrededor de un millón de personas de 16 países (en su mayoría de Haití y Venezuela) se convertirían instantáneamente en “ilegales”, sin permiso para trabajar y perseguidos para fines de deportación. Muchas personas con el TPS son parte de familias de estatus mixto, por lo que serían arrancados a sus hijos y otros seres queridos. Algunos han dicho que volver a casa en las condiciones actuales “sería una pena de muerte”.
La DACA (a veces llamada “Soñadores”) otorga estatus legal temporal a los inmigrantes indocumentados que de niños llegaron a Estados Unidos y han crecido y establecido su vida aquí. Alrededor de 3,6 millones de personas son elegibles para la DACA; muchas de ellas nunca han visitado su país de origen y no conocen a nadie allá. Algunas ni hablan el idioma. Si se cancela la DACA, se les podría deportar a lo que es esencialmente un país extranjero para ellas. Y, nuevamente, enormes cantidades de ellas ahora están casadas y/o tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses.
¿Y qué de los demócratas?
En 2020, especialmente a raíz de la indignación pública y las protestas contra la política de “separación familiar” de Trump, los demócratas intentaron dar poses “compasivas” para con los inmigrantes en contraste con la crueldad inhumana de Trump. Pero al final de la campaña de 2024, Kamala Harris estaba atacando a Trump desde la derecha. Según la emisora radiofónica National Public Radio, Harris dijo: “Fui sobre a las pandillas transnacionales, los cárteles de la droga y los traficantes de personas que entraron ilegalmente a nuestro país. Los procesé caso tras caso, y gané. Donald Trump, por otro lado, ha estado discurseando mucho sobre asegurar nuestra frontera, pero no actúa”. Ella también se jactó de un proyecto de ley de “mano dura en la frontera” que los demócratas habían impulsado que habría reforzado la Patrulla Fronteriza y facilitado que Biden y Harris “cerraran la frontera”. En otras palabras, ella reforzó la visión fascista de que la mayoría de los inmigrantes son criminales peligrosos, e insistió en que solo ella hablaba en serio sobre detenerlos.
Esta es otra ilustración del hecho de que los demócratas no pueden luchar contra el fascismo de la manera en que corresponde luchar en su contra. Por un lado, apoyaron sin cejar la devastación causada por el imperialismo estadounidense en el pasado en América Latina y otros lugares, devastación que está impulsando migraciones en masa de personas desesperadas. Y no hay manera de que su sistema regido por las ganancias repare o deshaga eso, ni siquiera impedir que siguiera adelante. Y tampoco quieren desafiar el chovinismo pro estadounidense y la supremacía blanca en el núcleo del movimiento antiinmigrante, en el que, una vez más, los demócratas están metidos hasta el cogote.
Esto solo se puede resolver mediante un sistema socialista, como se prevé en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian. Esa Constitución señala que los inmigrantes desempeñarán un gran papel en la realización de la revolución que cree una sociedad socialista. Y subraya que “La Nueva República Socialista en América del Norte tiene la orientación de darle la bienvenida a los inmigrantes de todo el mundo quienes tengan un deseo sincero de contribuir a las metas y objetivos de esta República”. Y la nueva república socialista no sólo pondrá fin al reino depredador del imperialismo estadounidense sobre las naciones oprimidas, que ha causado “la crisis migratoria”, sino que también alentará y apoyará a las luchas revolucionarias por todo el mundo, lo que posibilitará que las masas repare el daño causado por el imperialismo y construyan sociedades habitables.
¡Lo que se necesita AHORA!
Nadie debería aceptar, y toda persona decente debería oponerse, a los ataques contra los inmigrantes: denunciando las boludeces antiinmigrante de quien sea, cuando sea, donde sea… defendiendo a los inmigrantes vigorosamente cuando están bajo ataque… y movilizándose de muchas maneras diferentes para derrotar el plan de Trump de deportaciones en masa, que quizá bien se abalancen sobre la gente al estilo blitzkrieg una vez que Trump asuma el cargo.
¡PREPÁRENSE! Pero de aún más importancia, súmense a los revcom (los comunistas revolucionarios) para emprender la lucha revolucionaria para derrotar a este régimen fascista como parte de luchar por una revolución real y un mundo completamente nuevo y mejor.
En nombre de la humanidad, NOS NEGAMOS a aceptar un Estados Unidos fascista.
Un mundo mejor ES posible.
Es necesario abolir y desmantelar el sistema capitalista-imperialista y las instituciones de gobierno existentes en Estados Unidos — y reemplazarlos por un nuevo sistema socialista basado en la CONSTITUCIÓN PARA LA NUEVA REPÚBLICA SOCIALISTA EN AMÉRICA DEL NORTE.