El testimonio en el juicio de tres hombres blancos que llevaron a cabo el linchamiento del siglo 21 de Ahmaud Arbery, un hombre negro de 25 años, terminó la semana pasada en Brunswick, Georgia. Se espera que los argumentos de cierre se presenten el lunes 22 de noviembre; consulte revcom.us para conseguir la cobertura continua. Como Revolución comentó la semana pasada, en este juicio “hay muchísimas cosas en juego. En última instancia, son estas: ¿volveremos a un período en el que, una vez más, “‘un hombre negro no tiene derechos que un hombre blanco esté obligado a respetar’, para citar la infame decisión Dred Scott de la Corte Suprema de Estados Unidos antes de la Guerra Civil?”1
Algunos hechos básicos de este caso: El 23 de febrero de 2020, Gregory y Travis McMichael, padre e hijo, vieron a Ahmaud Arbery haciendo ejercicio al correr, cogieron sus armas, se subieron a una camioneta y salieron en su persecución. Pronto se les unió su vecino William Bryan, que intentó repetidamente atropellar a Arbery con su camioneta. Luego, los McMichael trataron de bloquear a Ahmaud con su camioneta, y Travis McMichael se paró en la cama del camión, levantó su escopeta y exigió a Ahmaud que se detuviera. Travis McMichael se bajó de su camioneta, apuntando su escopeta directamente a Ahmaud Arbery, y se dio un forcejeo. McMichael disparó a Arbery tres veces a corta distancia y lo mató.
Cuando la policía llegó al lugar de los hechos, dejaron marchar a los asesinos y, durante los dos meses y medio siguientes, ninguna autoridad local, estatal o federal hizo nada para investigar el asesinato. La única razón por la que se detuvo a los linchadores fue porque un vídeo grabado por Bryan finalmente salió a la luz y desencadenó la indignación y la ira generalizadas en Georgia y en todo Estados Unidos.
Ahmaud Arbery no estaba haciendo otra cosa que hacer ejercicio corriendo en un día agradable, vestido de pantalón corto y camiseta. Evidentemente, estaba sin arma. De repente, se encontró perseguido por hombres blancos armados, uno de ellos cuya camioneta tenía una matrícula con la bandera de la Confederación esclavista. Imagínense el terror que vivió este joven: su única defensa fue correr para salvarse la vida... y cuando resultó acorralado, intentar hacer rehuir a los atacantes con sus propias manos. Ahora estos racistas cobardes y despiadados que lincharon a Ahmaud afirman que fueron ellos los que actuaron en “defensa propia” y que estaba justificado matarlo a sangre fría.
Si no condenan a los tres racistas que ahora están ante el juzgado por el asesinato de Ahmaud Arbery, sería una injusticia intolerable. Y le echará más candela a la situación en Estados Unidos en la que la supremacía blanca está “volviendo” con creces.
Un torrente de tonterías racistas
En los últimos dos días de testimonios la semana pasada, uno de los linchadores, Travis McMichael, se subió al estrado en su propia defensa. Su testimonio estuvo lleno de tonterías racistas y oportunistas, que de ninguna manera justifican el asesinato de Arbery. Algunos ejemplos:
- Dijo que él ya había determinado que Ahmaud Arbery era probablemente algún tipo de criminal cuando se subió a su camioneta.
- McMichael testificó que Arbery nunca amenazó a él, a su padre ni a Bryan; nunca levantó la voz; nunca pareció intentar alcanzar un arma; no obstante, McMichael dijo que tenía la “impresión” de que Arbery “actuaba de forma extraña. Actuaba de forma rara. Así que estaba en alerta”.
- McMichael dijo que las expresiones faciales de Ahmaud le hicieron sospechar que éste había estado involucrado en un robo. Explicó ante el tribunal que pensaba que Ahmaud parecía “enojado” ¡mientras estaban persiguiéndolo! McMichael dijo que Ahmaud tenía “los dientes apretados, el ceño cerrado. Estaba enojado, lo que me hizo pensar que había pasado algo”. ¿Quién diablos no estaría enojado por salir a hacer ejercicio y ser perseguido por hombres armados en camionetas que intentan sacarlo de la calle?
- McMichael se paró en la cama de su camioneta apuntando con su escopeta a un hombre negro claramente sin arma. No obstante, con cara de palo, dijo ante el tribunal que ¡estaba tratando de “desescalar” la situación!
- Dijo ante el tribunal que por la situación, tuvo que defenderse ya que Arbery era “como un corredor de fútbol americano, listo para huir y moverse como quisiera”. Cuando Arbery se acerca, estoy bastante seguro de que va a atacar”.
- McMichael dijo que no tuvo más remedio que actuar en “defensa propia” cuando utilizó su escopeta para abrir grandes boquetes en el pecho y el torso de Ahmaud Arbery, matándolo al instante. “Tenía mi arma. Me pegó. Era obvio que me estaba atacando, que si me hubiera quitado la escopeta, pues era una situación de vida o muerte, y voy a tener que impedir que lo haga, así que disparé”.
La sociedad está polarizándose: ¿de qué lado estás?
Todo lo relacionado con este juicio apesta a supremacía blanca y privilegio blanco. La piedra angular del caso de la defensa es una “ley de arresto ciudadano” que Georgia aprobó en 1863, cuando la Guerra Civil empezaba a volverse contra la Confederación esclavista a la que pertenecía Georgia. Su objetivo inmediato era “legitimar” a los civiles blancos que perseguían a los esclavos fugitivos. Luego, durante décadas después del fin de la Guerra Civil, esta ley se utilizó para perseguir y linchar a los negros. Todavía estaba en vigor cuando asesinaron a Ahmaud Arbery.
Los abogados defensores consiguieron purgar a los negros del jurado, al extremo de que tan sólo queda uno, en un condado que tiene una población que es más del 26% de negros. Esto es como una pesadilla que regresa desde los largos años de segregación del Jim Crow, cuando los negros estaban completamente excluidos de servir en los jurados en Georgia y otros estados del Sur2. Presentaron sus argumentos como si fuera perfectamente comprensible y justificado que tres hombres blancos con grandes camionetas y armas decidieran conducir por una calle con la intención de “pescar a un criminal”, cuando no tenían ninguna prueba ni razón legítima para acusar a Ahmaud de nada.
Intentaron impedir que destacados negros, en concreto pastores negros como Jesse Jackson y Al Sharpton, se sentaran siquiera en la sala para observar el proceso, lo que es su derecho bajo la ley. Uno de los abogados defensores amenazó con solicitar la anulación del juicio, utilizando la perversa “lógica” de que “terceros están influyendo en este caso. Han estado haciéndolo desde la galería de este tribunal. Lo han estado haciendo fuera. Así se parece a un linchamiento público en el siglo 21”. (Énfasis añadido.) De hecho, los abogados de los tres asesinos son un equipo de defensa de los linchadores de hoy en día, e intentan incitar a otros supremacistas blancos a que los apoyen y defiendan y se conviertan en parte de esa turba, sea cual sea el veredicto de este juicio.
Parece que su expectativa es que los blancos de este jurado de la zona rural del sur de Georgia “lo entiendan”. Más allá de este caso, la idea de que la gente blanca con armas puede hacer lo que le da la gana “en defensa de su comunidad”, y luego alegar defensa propia, tiene profundas raíces en Estados Unidos, y hay personas que ahora mismo están actuando de acuerdo a esa idea y la están promoviendo a lo largo y ancho de Estados Unidos. Y el hecho es que, aparentemente, la fiscalía decidió no hacer salir a la luz las actitudes y motivos racistas de los McMichael y Bryan.
Es bueno que la gente, incluidos muchos pastores, haya estado protestando fuera de la sala del tribunal y haya estado exigiendo justicia para Ahmaud Arbery. Tiene que haber mucho, mucho más de esto, con la activación de miles y millones de personas más, en Georgia y en todo Estados Unidos. Dada la escalada general de las turbas fascistas de vigilantes justicieros con armas que van por todas partes atacando y aterrorizando a la gente, hay muchísimo que está en juego.
Y ahora hace falta que todos en esta sociedad decidan de qué lado están: ¿Del lado de los racistas que persiguen y asesinan descaradamente a los negros, de los golpeadores y turbas vigilantes justicieros fascistas que se sienten envalentonados y de la policía que se pone del lado de ellos? ¿O del lado de todas las personas decentes que exigen y luchan por el fin de esas atrocidades?
En lo más fundamental, como dice UNA DECLARACIÓN, UN LLAMAMIENTO A QUE SE ORGANICE AHORA PARA UNA REVOLUCIÓN REAL de los Revcom:
Hace falta cambiar radicalmente esta situación, al grado en que haya masas de personas preparadas para derrotar a estos fascistas y a hacerlo como parte de deshacerse de este sistema entero, que ha engendrado a estos fascistas, junto con todos los demás horrores que perpetra continuamente.
Lo que necesitamos es una “repolarización para la revolución” —conseguir que la revolución real sea una fuerza activa y cada vez más poderosa, primero de miles y luego de millones de personas organizadas para trabajar para esta revolución y para ganar a cada vez más personas hacia esta revolución— cambiando radicalmente el “terreno” en el que se librará la revolución.