“Las vacunas son la principal causa de la adultez”. Protesta de Día Sin Reyes en California, 18 de octubre de 2025. IG @sukiyeagley
24 de noviembre de 2025. Cada día que el régimen fascista permanece en el poder significa más horrores y crímenes crecientes que aplastan la vida de personas aquí y en todo el mundo, y amenazan el futuro mismo de la humanidad y del planeta. Esta pesadilla no solo continúa, sino que se está acelerando... y pronto puede ser demasiado tarde —a menos que Trump y su régimen sean expulsados ahora.
Además de las otras atrocidades del régimen fascista tratadas en este número de nuestra página web (ver aquí, aquí, aquí, aquí y aquí), a continuación, se presentan dos ejemplos más de la semana pasada.
Otro salto en la demencia anticientífica de RFK Jr.: Los CDC emiten una declaración falsa sobre el “vínculo” entre la vacuna y el autismo
Hasta la semana pasada, la página web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) incluía la afirmación científicamente precisa y probada de que “las vacunas no causan autismo.” Pero bajo una orden directa del “zar de la salud” de Trump, Robert F. Kennedy Jr. (RFK), el mensaje oficial del CDC se revirtió para decir: “La afirmación de que ‘las vacunas no causan el autismo’ no es una afirmación basada en la evidencia porque los estudios no han descartado la posibilidad de que las vacunas infantiles causen el autismo.” RFK hizo este cambio sin siquiera notificar a los científicos que trabajan en los CDC.
Debido a la frase “basada en la evidencia”, a algunas personas este nuevo mensaje de los CDC les podría sonar científico. Pero este giro de 180 grados sobre las vacunas es una tontería no científica — y peligrosa. La Dra. Susan J. Kressly, presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, dijo en un comunicado. “Desde 1998, investigadores independientes de siete países han realizado más de 40 estudios de alta calidad con más de 5,6 millones de personas. La conclusión es clara y sin ambigüedades: no existe ninguna conexión entre las vacunas y el autismo”.
El hecho de que los CDC difundan el mito sobre un supuesto “vínculo” entre las vacunas y el autismo tendrá el efecto muy perjudicial de sembrar aún más confusión y duda entre un gran número de personas sobre las vacunas en general. Esto ocurre en un momento en que las tasas de vacunación están bajando, incluyendo vacunas para proteger a los niños del sarampión y otras enfermedades — al mismo tiempo que hay brotes de sarampión en partes de Estados Unidos y Canadá.
Las vacunas contra el sarampión, la viruela, la COVID-19 y otras enfermedades graves han salvado 154 millones de vidas en todo el mundo en los últimos 50 años, la gran mayoría siendo niños menores de cinco años. Ante este hecho sobre la importancia crucial de las vacunas para la humanidad, y la sólida evidencia científica de su seguridad, RFK y otros antivacunas han lanzado ataques totalmente anticientíficos —y potencialmente mortales— contra las vacunas, los científicos y los profesionales de la salud. Están presionando para limitar la disponibilidad y el acceso a diversas vacunas, y para socavar la investigación científica y el desarrollo de nuevas vacunas. En agosto, Trump despidió a la directora de los CDC, Susan Monárez, porque se negó a apoyar la cruzada antivacunas de RFK.
Ahora esta locura antivacunas ha dado otro salto con la afirmación poco científica publicada en la web oficial de los CDC sobre las vacunas y el autismo. El daño que RFK y el régimen fascista de Trump están causando a las vacunas por sí solo (sin mencionar todos sus otros ataques a la salud pública y la ciencia) hará que muchas más personas en Estados Unidos —y potencialmente en todo el mundo— se pongan gravemente enfermas, y que muchas de estas mueran innecesariamente.
Destripar la educación pública
La semana pasada, el Departamento de Educación (DOE) de Trump presentó un plan de gran envergadura para desmantelar grandes partes del departamento y trasladar varias de sus responsabilidades a otras agencias federales. Transferirán a los Departamentos de Trabajo, de Interior, de Salud y Servicios Humanos y de Estado ciertas oficinas que atienden a escuelas y universidades. El DOE afirma que el cambio pretende “desmantelar la burocracia federal de educación, garantizar la entrega eficiente de programas y actividades financiadas, y acercarnos más a cumplir la promesa del presidente de devolver la educación a los estados” (énfasis añadido). Esto se suma a los recortes importantes que Trump ya ha realizado en el departamento, incluyendo el despido masivo de más de 1.300 trabajadores. En junio, estos despidos recibieron luz verde del Tribunal Supremo dominado por fascistas.
Este último ataque al DOE significa que los programas educativos que antes eran gestionados por expertos en la materia ahora estarán en manos de agencias que no tienen experiencia en la educación. Estos incluyen programas para ayudar a estudiantes con discapacidades, gestionar préstamos federales para estudiantes universitarios y hacer cumplir las leyes de derechos civiles en las escuelas. Desmantelar el DOE causará un caos y una interrupción generalizados, y perjudicará a millones de estudiantes.
El Congreso estableció el DOE en 1979 con el objetivo declarado de garantizar la aplicación de las leyes de derechos civiles en la educación, administrar la ayuda federal de manera justa y eficaz, y garantizar la igualdad de oportunidades educativas para todos los estudiantes. Estas formaron parte de las reformas educativas que tuvieron lugar tras las enormes luchas por la igualdad y la justicia que sacudieron el país desde finales de los años 50 hasta los 70.
Estas reformas eran parciales, limitadas por los límites del sistema capitalista. La educación pública en Estados Unidos sigue distorsionada por enormes disparidades entre zonas ricas y pobres, especialmente para estudiantes negros y de otras personas de color, inmigrantes y personas con discapacidad. Pero algunos de los programas y fondos federales bajo el DOE sí marcaron una diferencia real en la vida de muchos, durante décadas. Ahora, eso está siendo diezmado con el desmantelamiento del departamento. Y hacerlo sin la aprobación del Congreso es ilegal.
La Asociación Nacional de Educación afirmó que el plan del Departamento de Educación “provocaría un aumento considerable del tamaño de las clases, reduciría las oportunidades de aprendizaje para centrarse exclusivamente en el desarrollo de la fuerza laboral y haría que la educación postsecundaria fuera aún menos accesible”. La senadora Patty Murray, miembro sénior del Comité de Educación del Senado, dijo que “son los estudiantes y las familias quienes sufrirán las consecuencias, ya que los programas clave que ayudan a los estudiantes a aprender a leer o que fortalecen los lazos entre escuelas y familias se delegan a agencias con poca o ninguna experiencia relevante y quedan gravemente debilitados—o incluso completamente rotos—en el proceso”.
Estas últimas medidas en educación suponen un gran salto hacia la consecución de la orden ejecutiva de Trump en marzo que pedía eliminar completamente al DOE. Ese pedido fue resultado directo del Proyecto 2025, el plan fascista de gobierno que el régimen Trump está llevando a cabo sistemáticamente. El Proyecto 2025 detalla el fin de la educación laica obligatoria a nivel federal para que miles de millones de dólares en fondos públicos puedan destinarse a la educación religiosa privada. El funcionario que anunció la disolución del DOE es coautor de la sección de educación del Proyecto 2025. El proyecto hace repetidas referencias a la “libertad de elección escolar” y la “libertad educativa”, junto con la promesa de Trump de “devolver la educación a los estados”.
Ya hemos visto cómo es “devolver la educación a los estados” en estados liderados por republicanos fascistas. Hacer obligatoria la exhibición permanente de los Diez Mandamientos en todas las aulas de K-12; la reinterpretación de la historia estadounidense para enseñar los “beneficios” de la esclavitud; la repulsión hacia toda discusión o enseñanza sobre género o personas LGBTQ; la negación del cambio climático, y más.
El desmantelamiento de la educación pública demuestra una vez más: no hay forma de vivir con el fascismo de Trump y MAGA.