El derecho de solicitar asilo cuenta con reconocimiento desde hace tiempo como una piedra angular del derecho internacional y de las leyes en Estados Unidos. Cuando era candidato a la presidencia, Biden arremetió contra Trump por sus intentos de negar este derecho a los inmigrantes. Pero desde que es presidente, Biden ha llevado la batuta a Trump. Inició una política de “expulsión acelerada”, que permite que Estados Unidos deporte a los inmigrantes casi tan pronto como solicitan asilo. Revivió y renovó la “prohibición de viajar” de Trump en contra de los solicitantes de asilo que habían viajado a través de México antes de llegar a Estados Unidos.
Luego, el 11 de mayo, se activaron dos nuevas e importantes restricciones en la política de asilo de Biden. Una de ellas reduce a la mitad el tiempo de que disponen los solicitantes de asilo para encontrar a un abogado. Ahora sólo disponen de 24 horas desde que son internados en un centro del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Piense en lo que esto significa para las personas que se encuentran en un país el que no conocen, que probablemente no conozcan el idioma, que no estén familiarizadas con los abogados que tienen a su disposición, que probablemente tengan dificultades simplemente para acceder a un teléfono. Pero el reloj correrá en su contra en cuanto pongan un pie en un edificio del DHS.
Dos, según el espíritu de “primero el veredicto, luego el juicio”, otra nueva restricción de Biden crea para la mayoría de los solicitantes de asilo una “presunción de que estos inmigrantes no son elegibles para el asilo...”. Esto significa que los inmigrantes deben solicitar asilo a personas que, por política gubernamental, presumen que no lo merecen.
Estas medidas trituran y se burlan del derecho de asilo mientras lo mantienen “en las leyes”. Un funcionario de la administración Biden afirmó que la administración Biden ha “liderado la mayor expansión de vías legales para que los inmigrantes vengan directamente a Estados Unidos en décadas”. Esto es pura mentira hipócrita.
(vídeo en inglés; lea el texto de este corto en español aquí.)
Trump lanzó ataques abiertamente fascistas y chovinistas pro Estado卐 Unido卐 contra los inmigrantes. Repudió por completo el derecho de asilo. A diferencia de Trump, Biden no ha lanzado un ataque frontal para eliminar el asilo. Se alardea como “humano” e “interesado”. Pero ha logrado algo aún más siniestro que Trump. Su administración ha creado severas y duras restricciones al asilo que tendrán un impacto devastador a la inmensa mayoría de quienes lo soliciten — mientras mantiene la sádica fachada de “igualdad y justicia”. Y para ambos partidos, el resultado final es impedir por la fuerza que la gente llegue siquiera a Estados Unidos, y expulsar rápidamente a muchos de los que sí lo logran.
Esto no se debe a que Biden sea de alguna manera “peor que Trump”. Tampoco se debe al hecho de que, casi con toda seguridad, él mintió a sabiendas sobre lo que haría. Se debe a que Biden sirve a un sistema —al sistema capitalista-imperialista— que en este momento no tiene respuestas para la oleada masiva de inmigración que se está produciendo. Han causado este aumento, como hemos demostrado en este sitio (vea aquí y los artículos de la serie Crimen Yanqui sobre El Salvador, México, Guatemala y Honduras), los crímenes del propio sistema: la dominación, la distorsión y el saqueo de las economías de estas naciones por este sistema imperialista; la devastación del medio ambiente del Sur Global causada por el capitalismo; y la destrucción de las sociedades civiles de estas tierras por medio de invasiones, golpes de estado y manipulaciones por parte del imperialismo.
Lea también:
-
El imperialismo estadounidense perpetúa sus monstruosos crímenes contra la humanidad:
Con el fin del Título 42… se inicia una nueva era de represión fronteriza
-
Demócratas y republi-fascistas: están de acuerdo en lo fundamental, tienen un intenso conflicto sobre la “crisis fronteriza” del sistema... y la posibilidad de una revolución