Más de 41.000 palestinos en Gaza han muerto a causa de las bombas, misiles, tanques y asesinos suministrados por Estados Unidos a Israel en los más de 11 meses transcurridos desde el 7 de octubre de 2023. Más de 15.000 de los muertos son niños. La ONU estima que al menos 19.000 de los niños que han sobrevivido son huérfanos o han perdido el contacto con sus padres y familias. La mayoría de los huérfanos deben valerse por sí mismos, buscando comida y refugio en las condiciones más desesperadas en las calles de la bombardeada Gaza.
Una niña de Gaza anhela volver a la escuela mientras la guerra no da señales de detenerse. (Video doblado en inglés).
Ahora que el año escolar comienza en todo el mundo, las escuelas podrían haber proporcionado un espacio relativamente seguro para los 625.000 niños de Gaza en edad escolar. Habría un lugar para que cada uno de ellos aprendiera, estuvieran juntos, practicaran deportes e hicieran amigos. Pero mientras los estudiantes en Estados Unidos comienzan la escuela primaria, la secundaria o la universidad este otoño, el gobierno de Estados Unidos, la administración Biden-Harris, se aseguró de que no hubiera escuelas a las que esos niños pudieran asistir en Gaza. Lo hicieron suspendiendo la financiación a la UNRWA, la agencia de ayuda de las Naciones Unidas que habría estado administrando 300 escuelas allí.
La “destrucción sistemática” del sistema educativo de Gaza por parte de Israel
La mayoría de las 560 escuelas de Gaza han sido dañadas o destruidas por las bombas israelíes suministradas por Estados Unidos. Esas bombas han matado a cientos de trabajadores humanitarios, incluidos maestros, administradores escolares y 15.000 niños.
Los expertos de la ONU han calificado esto como la “destrucción sistémica” del sistema académico en Gaza.
Seis trabajadores de la ONU entre al menos 18 muertos en un ataque aéreo israelí contra una escuela de Gaza. (Subtítulos en inglés).
Israel sigue cometiendo crímenes de guerra depravados, como los ataques contra escuelas, su personal, los niños y los refugiados que se refugian en ellas. El 12 de septiembre, Israel bombardeó una escuela de la ONU que albergaba a personas desplazadas en el centro de Gaza, matando al menos a 18 personas, entre ellas el director del refugio y otros cinco miembros del personal de la UNRWA. Esto elevó a 220 el total de miembros del personal de la UNRWA muertos en Gaza desde el 7 de octubre.
Antes de que las bombas israelíes destruyeran el sistema educativo de Gaza, los estudiantes de las escuelas de la UNRWA recibían una educación laica (no religiosa). El núcleo del plan de estudios era “los derechos humanos, la tolerancia, la igualdad y la no discriminación en relación con la raza, el género, el idioma y la religión, en todos los procesos de enseñanza y aprendizaje”, y el reconocimiento de “la herencia y la cultura palestinas de los estudiantes”.
En condiciones increíblemente difíciles, en una situación en la que Gaza ya era una enorme prisión al aire libre antes del 7 de octubre, las escuelas de la UNRWA produjeron estudiantes que obtuvieron excelentes resultados en matemáticas, lenguaje y literatura, historia y ciencias. Algunos de ellos continuaron sus estudios en universidades de la región y de otras partes del mundo.
Israel declara la guerra a la UNRWA, Biden estrangula a la UNRWA
Israel aprovechó el ataque de Hamas del 7 de octubre contra Israel (que incluyó crímenes de guerra como la toma de rehenes y el asesinato de civiles) para intentar hacer frente a lo que los gobernantes de Israel consideran una amenaza existencial: en la zona que ahora gobierna Israel (el Estado de Israel y el territorio que ocupa), los judíos son, o pronto serán, una minoría. El objetivo de Israel en el actual ataque genocida contra Gaza, y cada vez más en Cisjordania, es reducir a los palestinos a un estado tal que ya no puedan representar ninguna amenaza para la existencia de Israel como un Estado de apartheid y supremacía judía.
Fue en ese contexto que el 18 de enero, tres meses y medio después del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, Israel dijo que había descubierto que 12 empleados de la UNRWA habían participado en el ataque del 7 de octubre. ¡Doce! — de los 20.000 empleados de la UNRWA en Gaza. E Israel hizo esta afirmación sin presentar ninguna prueba.
La UNRWA suspendió inmediatamente a todos los empleados en la lista de Israel que aún estaban vivos mientras realizaba una investigación. Más tarde concluyó que un puñado de acusados podrían haber participado en la redada del 7 de octubre y los despidió.
La “credibilidad moral” de Estados Unidos en el mundo está hecha trizas, y más aún ahora, con su historial ininterrumpido de permitir y defender los crímenes genocidas de Israel contra el pueblo de Gaza. Pero la “credibilidad moral” de Israel es menor que cero. Israel por sí solo no podría haber convencido a las principales potencias imperialistas occidentales de que cortaran la financiación a la UNRWA basándose en calumniosas afirmaciones de que la UNRWA es básicamente una tapadera de Hamás.
Pero cuando Biden anunció que Estados Unidos se estaba tragando la historia de Israel y cortando los fondos a la UNRWA, otros donantes importantes hicieron lo mismo. Japón, Australia, Alemania y el Reino Unido cortaron la financiación, paralizando gravemente la capacidad de la UNRWA para funcionar en Gaza. La mayoría de esos países han llegado a la conclusión de que las acusaciones no estaban probadas y han reanudado la financiación a la UNRWA, pero el daño ya está hecho.
En un artículo de opinión publicado el 30 de mayo en el New York Times titulado UNRWA: Detengan la violenta campaña de Israel contra nosotros, Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, describió el estado de las escuelas de la UNRWA:
Se han demolido escuelas gestionadas por la UNRWA; unas 450 personas desplazadas han muerto mientras se refugiaban en escuelas y otras estructuras de la UNRWA. Desde el 7 de octubre, las fuerzas de seguridad israelíes han detenido a miembros del personal de la UNRWA en Gaza, que han denunciado haber sufrido torturas y malos tratos durante su detención en la Franja y en Israel.
Cuando Biden cortó la financiación de la UNRWA, además de privar despiadada y sádicamente de educación a los niños de Gaza, envió un mensaje de que Israel tenía luz verde para seguir atacando a la UNRWA.
En marzo, el Congreso aprobó una ley que ordenaba una prohibición de un año contra la UNRWA, de modo que Biden (o ahora Harris) no pudiera revocarla. Biden firmó esa ley y Harris la apoyó1.
¿Qué es la UNRWA y por qué Israel la odia, la calumnia y la ataca?
La UNRWA fue creada por las Naciones Unidas tras la Nakba en 1948, cuando Israel expulsó a 750.000 palestinos de sus hogares para encontrarse exiliados en países árabes vecinos pero hostiles y reaccionarios (entre ellos Egipto, El Líbano, Jordania y Siria). En esa situación volátil, cuando las potencias imperialistas occidentales estaban profundamente interesadas en apuntalar esos regímenes reaccionarios y estabilizar a Israel, hicieron que la ONU creara la UNRWA, encargada de proporcionar a los refugiados palestinos educación y supervivencia mínimas y documentos de identidad legales.
Un alto funcionario de la ONU explicó cómo las potencias imperialistas occidentales ven a la UNRWA hoy. Le dijo a un periodista de la revista New York Times Magazine2 que la UNRWA “trabaja en la medida en que puede hacerlo y mantiene bajo control la situación en Palestina. Baja la presión proporcionando servicios, ofreciendo empleos, poniendo dinero en la economía…”
Pero el que la UNRWA siga existiendo, y con ella el reconocimiento de que el pueblo palestino son refugiados expulsados de su patria, es vista como una amenaza existencial por el gobierno israelí. Un ex miembro del parlamento israelí, la Knéset, que representa al llamado Partido Laborista “de izquierdas”, dijo al reportero de la New York Times Magazine: “La UNRWA tiene que desaparecer, porque es la espada de fuego que pende sobre el Estado judío”. Y añadió: “Ciérrenla, desfináncienla, para enviar un mensaje a los palestinos de que la guerra de 1948 [es decir, la Nakba, la limpieza étnica terrorista de Palestina por parte de Israel] terminó hace mucho, el Estado de Israel está aquí para quedarse y ellos tienen que seguir adelante”.
Al desfinanciar el trabajo de la UNRWA en Gaza, lo que incluía la gestión del sistema escolar público, Biden respaldó lo anterior.
¿Qué vamos a hacer ahora?
En el mismo momento en que las instituciones educativas de Gaza, que atienden a los niños más oprimidos y deshumanizados, son bombardeadas, privados de financiación, sus miembros asesinados, los estudiantes de este país que se ponen de pie, dicen la verdad y protestan son amenazados con la expulsión y brutalizados por la policía. Los profesores que alzan la voz son perseguidos, amenazados e incluso despedidos. Los administradores de las universidades más influyentes, que son instituciones que sirven a la clase dirigente, persiguen especialmente a cualquiera que se atreva a decir la verdad sobre la naturaleza racista y supremacista judía del sionismo.
Entonces, ¿qué vamos a hacer ahora?
Vivimos en el país que está armando, financiando y encubriendo el genocidio de Israel en Gaza. Tenemos la responsabilidad de DETENER este genocidio. La lucha que estalló el año pasado en los campus universitarios y más allá no debe ceder ante la censura, las listas negras, las suspensiones académicas y la brutal represión policial. Si los estudiantes no pueden ir a la escuela en Gaza debido a “nuestro” gobierno, tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para no dar marcha atrás, sino que intensificar y difundir la oposición al genocidio de Israel y al apoyo de Estados Unidos al mismo.
Pero, más aún, tenemos que investigar las causas de este horror y cómo la lucha para poner fin al genocidio se relaciona con la eliminación del sistema que lo ha causado: el capitalismo-imperialismo. Estos mensajes mediáticos esenciales de Bob Avakian arrojan luz sobre esas causas, abordan cuestiones clave que han surgido dentro de este movimiento y exponen cómo en concreto se podría realizar una revolución contra el imperialismo estadounidense en estos tiempos, no en un tiempo lejano.
Para más, éntrenle a estos despachos mediáticos @BobAvakianOfficial:
REVOLUCIÓN #4: “¿Por qué debería preocuparme por cosas como Palestina? Aquí mismo ya tenemos suficientes problemas”
REVOLUCIÓN #5: Israel y Palestina: Qué terrible giro irónico de la historia
REVOLUCIÓN #6: En respuesta a los argumentos… que tratan de “justificar” la matanza genocida de los palestinos
REVOLUCIÓN #7: “Por qué Estados Unidos está respaldando… la matanza genocida israelí del pueblo palestino”
REVOLUCIÓN #8: Una revolución podría ocurrir: aquí mismo, en estos tiempos
REVOLUCIÓN #9: Las tres condiciones básicas para una revolución
REVOLUCIÓN #10: Sí, podría triunfar una revolución para derrocar este sistema
REVOLUCIÓN #11: Las elecciones de 2024, la profundización de una crisis, la posibilidad para una revolución
REVOLUCIÓN #17: El excepcionalismo estadounidense: Seguir poniendo al descubierto la realidad detrás del mito
REVOLUCIÓN #27: La lucha por la libertad de expresión, como parte crucial de luchar por poner fin a terribles injusticias y atrocidades — y al sistema que es la fuente de estos ultrajes
REVOLUCIÓN #30: Represión brutal e hipocresía flagrante por parte de los de arriba
REVOLUCIÓN #32: ¡“Agitadores externos”! — El grito de los segregacionistas de las turbas de linchamiento del Sur — del que hacen eco hoy los directivos universitarios, los políticos de la clase dominante y sus portavoces en los medios de comunicación
REVOLUCIÓN #47: Una vez más — ¡el antisionismo, y la oposición al estado sionista de Israel, no es antisemitismo!